El cambio climático amenaza con convertir a la Tierra en un "horno"

La transición a una economía ecológica es más que nunca urgente para la Tierra, la contaminación de los combustibles fósiles podría llevar al Planeta Azul a un estado de "horno" sostenible y peligroso, alertóaron el lunes investigadores internacionales.

Si los casquetes polares continúan derritiéndose, los bosques serán diezmados y las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirán cada año, la Tierra franqueará un punto de ruptura. Un cambio que podría ocurrir "en unas pocas décadas", advirtieron los científicos en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Pasar este umbral significa, según ellos, "una temperatura de 4 a 5 grados Celsius más alta que en el período preindustrial y un nivel del mar de 10 a 60 metros más alto que hoy".

La Tierra, ¿convertida en "horno"?

"Una Tierra convertida en horno es probablemente incontrolable y peligroso para muchos", según los hallazgos de científicos de la Universidad de Copenhague, la Universidad Nacional de Australia y el Instituto de Investigación de Potsdam sobre los efectos del cambio climático en Alemania. Los ríos se desbordarían, los huracanes causarían estragos en las costas y los arrecifes de coral desaparecerían, todo antes de finales de este siglo, si no antes.

Las temperaturas medias globales superarían las de cualquier período interglaciar - los ciclos que separan dos glaciaciones - desde hace 1.2 millones de años. El derretimiento de los casquetes polares solo causaría un aumento muy significativo en el nivel de los océanos, engullendo las regiones costeras donde viven cientos de millones de personas. "Lugares en la Tierra se volverán inhabitables si la *Tierra horno* se convierte en realidad", advierte Johan Rockström, director del Stockholm Resilience Centre.

Punto crítico

Los investigadores sugieren que el punto crítico podría alcanzarse cuando la temperatura de la Tierra sea 2 grados más cálida que la era preindustrial. Ya es un grado alto más alta y continúa creciendo a una tasa de 0.17 grados por década. "Un calentamiento de 2 grados podría activar puntos críticos de gran importancia, aumentando aún más la temperatura que podría activar otros elementos de ruptura por un efecto dominó que podría llevar a la Tierra a temperaturas aún más altas", advierte el reporte.

Los expertos también están preocupados por fenómenos como los incendios forestales que se multiplicarían a medida que el planeta se calienta y se seca.

El método

Este estudio usó trabajos científicos previos sobre los puntos críticos de la Tierra. Los científicos también han examinado períodos lejanos, como el Plioceno, hace cinco millones de años, cuando el nivel de CO2 en la atmósfera era de 400 partes por millón (ppm), como hoy. Durante el período Cretácico, la era de los dinosaurios, hace unos 100 millones de años, el CO2 incluso llegó a 1.000 ppm, en gran parte debido a la actividad volcánica. Determinar que un aumento de 2 grados es un punto sin retorno es "nuevo", según Martin Siegert, codirector del Grantham Research Institute on Climate Change de Londres, que no participó en el estudio.

¿Cómo prevenirlo?

Es necesario cambiar inmediatamente la forma de vida para proteger la Tierra, advirtieron los investigadores, explicando que los combustibles fósiles deberían ser reemplazados por fuentes con bajas emisiones de CO2, incluso sin ellas. En particular, abogaron por una mejor gestión del suelo, mejores prácticas agrícolas, protección de la tierra y de las costas, el desarrollo de técnicas de captura de CO2, la plantación de árboles y la detención de la deforestación.

Pero incluso en el caso de una interrupción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la tendencia de calentamiento actual podría desencadenar otros procesos del sistema de la Tierra, llamados retroalimentaciones, y provocar que la temperatura aumente aún más. Estos procesos incluyen el derretimiento del permafrost, la deforestación, la falta de capa de nieve en el hemisferio norte, de hielo marino y de los casquetes polares.

Nuestra salud es importante, pero también la salud de nuestro planeta