Las ataduras de la artritis reumatoide
Publicado el 23 nov. 2015
Unas 72.000 personas en España han tenido que modificar sus trabajos por culpa de esta enfermedad.
Unos dolores en pies o manos y que también puede afectar a otras articulaciones recubiertas por membrana sinovial. Tan intensos que las personas tienen que cambiar su vida laboral para poder compaginar su calidad de vida a su modo de ganarse el pan. Uno de cada tres pacientes de artritis reumatoide (AR) tiene que dejar su puesto, cambiarlo o parar durante un tiempo por culpa de esta enfermedad que afecta a unos 23 millones de personas en todo el planeta.
En España, unas 205.000 personas padecen esta enfermedad crónica autoinmune e inflamatoria, que provoca una variedad de síntomas en la persona incluyendo hinchazón y rigidez de las articulaciones afectadas y se puede desarrollar en cualquier momento durante la edad adulta de una persona aunque los casos más comunes se producen en personas entre 40 y 70 años. La artritis reumatoide provoca estos cambios laborales en unos 72.000 españoles, mientras que cuatro de cada diez pacientes reconocen que no pueden realizar actividades de la vida cotidiana por culpa de la enfermedad.
Son algunos de los datos que se desprende de la encuesta NarRAtive, que analiza la relación entre el médico y el paciente y la gestión de la enfermedad y que ha sido promovida por Pfizer. El estudio recalca que tres de cada cuatro encuestados se sienten satisfechos con la comunicación que mantiene con su médico, aunque la mayoría pone peros a esta relación. Tres de cada cuatro asegura que no hay objetivos marcados en el tratamiento con su especialista y siete de cada diez echa de menos un plan de gestión de la enfermedad.
También influye que tres de cada cuatro pacientes españoles no están cómodos al hablar de su enfermedad. “Es necesario ser capaz de contarle a nuestro médico lo que sentimos y experimentamos. Así, el profesional tendrá más información para explicar con claridad en qué consiste la enfermedad, qué tratamiento se va a seguir o cómo debe administrarse”, apunta Ignacio Torralba, presidente de la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis). “Tiene un impacto directo en nuestra vida”, recalca, además que apuesta por un mejor control de la enfermedad.
El estudio, realizado en trece países europeos, recalca que el 90% de los españoles encuestados que tienen una buena comunicación con el especialista se sienten satisfechos con el tratamiento, respecto al 71% que dice no compartir sus dudas con el médico. Así, estos últimos están más preocupados por una posible pérdida de eficacia de su tratamiento (65% frente al 44% del que comparte sus inquietudes con el médico). Estos pacientes sienten que el tratamiento no se ajusta a su estilo de vida (33% frente al 11%), que la posología es muy compleja (32% frente al 12%) o incluso desearían conocer más opciones de tratamiento (63% frente al 46%).
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