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CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) para la apnea del sueño: ¿cuáles son sus efectos secundarios?

Publicado el 10 may. 2024 • Por Somya Pokharna

Luchar contra la apnea del sueño puede ser agotador, y aunque la CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) ofrece un alivio muy necesario, no está exenta de problemas. Desde la sequedad de nariz y boca hasta la irritación de la piel, los efectos secundarios pueden hacer que su uso nocturno regular sea un verdadero quebradero de cabeza.

¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento con CPAP? ¿Y cómo se pueden prevenir o tratar?

¡Sigue leyendo para descubrirlo!

CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) para la apnea del sueño: ¿cuáles son sus efectos secundarios?

¿Qué es la terapia CPAP? ¿Cómo trata la apnea del sueño?

La terapia de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) es el tratamiento de primera línea de la apnea obstructiva del sueño, una afección en la que las vías respiratorias se colapsan o bloquean durante el sueño, causando problemas respiratorios.

Los dispositivos CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) suministran aire a través de un tubo a una mascarilla que cubre la nariz o la nariz y la boca. Este mecanismo proporciona un flujo continuo de aire a presión suficiente para actuar como una férula neumática, manteniendo abiertas las vías respiratorias durante toda la noche.

Este flujo constante de aire evita el frecuente colapso de las vías respiratorias asociado a la apnea del sueño, previniendo así ciertas consecuencias potencialmente graves para la salud, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y deterioro cognitivo.

Se ha demostrado que el uso regular de la CPAP mejora significativamente la calidad del sueño, reduce la somnolencia diurna, mejora la función cognitiva y reduce el riesgo general de complicaciones graves para la salud. Además, el tratamiento continuo con CPAP se ha asociado a mejoras en la estabilidad emocional, un mayor estado de alerta y una mejor calidad de vida, lo que demuestra sus beneficios generales más allá del simple tratamiento de la apnea del sueño.

No obstante, los efectos secundarios asociados a la terapia CPAP pueden a veces desanimar a los usuarios a continuar con el tratamiento que se les ha prescrito.

¿Cuáles son los efectos secundarios habituales del tratamiento con CPAP?

Aunque las ventajas del PPC superan con creces los efectos negativos que se enumeran a continuación, estos últimos pueden resultar bastante molestos para los usuarios:

Boca seca y congestión nasal

La terapia CPAP puede provocar sequedad de boca y congestión nasal, complicaciones causadas por el flujo continuo de aire a presión.

Para quienes respiran por la boca, sobre todo con aparatos que sólo cubren la nariz, la sequedad bucal se convierte en un grave problema. El aire a presión que se escapa por la boca durante el sueño agrava esta afección, aumentando con el tiempo el riesgo de enfermedades de las encías, caries, mal aliento y llagas en la boca.

Del mismo modo, el aire forzado puede irritar las fosas nasales, provocando síntomas como obstrucción o goteo nasal, sensación de quemazón, irritación y hemorragias nasales ocasionales. Este efecto es especialmente notable en las personas propensas a infecciones sinusales frecuentes. La sequedad continuada de la zona nasal puede aumentar la sensibilidad, el dolor e incluso provocar hemorragias nasales crónicas e infecciones de los senos paranasales, pudiendo llegar a afectar al sentido del olfato.

Irritación cutánea y riesgo de escaras

Uno de los efectos secundarios más frecuentes del tratamiento con CPAP es la irritación de la piel y la aparición de marcas rojas causadas por el arnés de sujeción. Estas marcas suelen aparecer a lo largo de las mejillas o la nariz y pueden volverse sensibles al tacto. Esto se debe a la acumulación de aceites faciales, sudor, suciedad y células muertas de la piel cuando se utiliza la mascarilla de CPAP por la noche.

Si no se limpian con regularidad, estos contaminantes aumentan enormemente el riesgo de irritación cutánea y problemas de la piel, como el acné, cada vez que se utiliza la mascarilla. Al tratar de asegurar la mascarilla, también es frecuente apretar demasiado el arnés. Por desgracia, esto puede provocar úlceras por presión y exacerbar la irritación cutánea, lo que hace incómodo el uso regular de la mascarilla.

Irritación ocular

Una mascarilla CPAP mal ajustada puede provocar fugas de aire, causando sequedad e irritación de los ojos debido a la dispersión del aire sobre el puente de la nariz o alrededor de la mascarilla. Estas fugas suelen agravarse con los cambios de posición durante el sueño.

Además, una limpieza inadecuada de la mascarilla puede atrapar bacterias debajo de ella, lo que puede provocar infecciones oculares al ser empujadas las bacterias hacia arriba, ya sea por fugas de aire o a través de los conductos lagrimales.

Claustrofobia y ansiedad

Llevar una mascarilla CPAP puede desencadenar sentimientos de claustrofobia y ansiedad, e incluso ataques de pánico, sobre todo en los nuevos usuarios, impidiéndoles relajarse o conciliar el sueño. Este miedo a los espacios cerrados suele agravarse cuando la mascarilla cubre herméticamente la nariz, induciendo sensaciones de asfixia. Las mascarillas completas que cubren tanto la nariz como la boca también son mucho más propensas a inducir claustrofobia que las mascarillas nasales de almohada.

Aerofagia

Alrededor del 16% de los usuarios de CPAP padecen aerofagia, término médico que designa la deglución de demasiado aire, lo que provoca molestias abdominales, exceso de gases e hinchazón. Estas molestias pueden producirse cuando la presión de aire del dispositivo CPAP es demasiado alta o demasiado baja, provocando la entrada de aire en el tracto gastrointestinal. Si la presión es demasiado alta, es fácil tragar inadvertidamente un exceso de aire, mientras que una presión demasiado baja puede provocar la ingestión de aire durante los episodios de apnea del sueño.

Dolores de cabeza

Llevar una mascarilla demasiado apretada o una presión de aire demasiado alta durante la terapia CPAP puede provocar dolores de cabeza. De hecho, la presión constante ejercida sobre la pared nasal puede provocar inflamación y obstrucción de los senos paranasales, lo que empeora los dolores de cabeza.

Además, un arnés demasiado apretado puede ejercer presión sobre zonas específicas de la cabeza y el cuello, provocando tensión muscular y sensibilidad.

Infecciones de las vías respiratorias superiores o de los senos paranasales

El flujo de aire constante de una máquina CPAP puede irritar y resecar el revestimiento de las vías respiratorias, lo que puede provocar infecciones de las vías respiratorias superiores o de los senos paranasales si la máquina no se limpia con regularidad o no se humidifica adecuadamente.

Problemas de audición

Los modelos de CPAP son más o menos ruidosos durante su funcionamiento, lo que puede perturbar el sueño del compañero de cama. Además, el aire que se escapa de la mascarilla puede contribuir a perturbar el ruido durante el sueño.

¿Cómo pueden prevenirse o tratarse los efectos secundarios de la CPAP?

Se pueden considerar varias estrategias para prevenir o tratar los efectos secundarios del tratamiento con CPAP:

  1. Empieza con presiones más bajas y ve aumentándolas gradualmente a medida que te sientas más cómodo con el tratamiento. Esto puede ayudar a tu cuerpo a aclimatarse al flujo de aire y reducir las molestias.
  2. Asegúrate de que la mascarilla CPAP te quede bien ajustada y cómoda. Una mascarilla bien ajustada puede minimizar las fugas de aire y reducir las molestias.
  3. Utiliza una máquina CPAP con humidificador o añade un humidificador independiente a tu equipo. Humidificar el aire puede ayudar a prevenir la sequedad de la garganta y las fosas nasales, reduciendo la irritación.
  4. Mantén limpio el equipo de CPAP lavando con regularidad la mascarilla, el tubo y la cámara de humidificación. Esto evitará la acumulación de bacterias y moho, que pueden causar problemas respiratorios.
  5. Prueba distintas posturas para dormir hasta encontrar la más cómoda para utilizar la máquina de CPAP. A veces, elevar la cabeza con almohadas puede aliviar las molestias.
  6. Trata cualquier congestión nasal o alergia que pueda interferir con el tratamiento de CPAP. El uso de descongestionantes nasales o aerosoles salinos antes de acostarse puede ayudar a despejar las vías respiratorias.


El uso regular de la máquina de CPAP es importante para un tratamiento eficaz de la apnea del sueño.

Si experimentas algún efecto secundario, no dudes en hablar rápidamente con tu médico. Aunque puedes probar por tu cuenta las soluciones prácticas recomendadas anteriormente, tu médico puede darte consejos personalizados para aliviar cualquier molestia o posible problema a largo plazo.

Además, consulta a tu médico si tus síntomas de apnea del sueño persisten a pesar del tratamiento con CPAP, o si tienes dudas sobre el ajuste correcto de la presión de tu máquina.

 

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