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Violencia ginecológica, las voces de las mujeres se liberan

Publicado el 30 ene. 2019 • Actualizado el 22 jun. 2020 • Por Louise Bollecker

Tanto si se tiene una enfermedad crónica como si no, los exámenes ginecológicos son un paso necesario y a veces temido para las mujeres. En el año 2018, muchas voces se pronunciaron en contra de prácticas cuestionables, ofensivas o peligrosas, junto con el movimiento #MeToo contra el acoso y la agresión sexual.

Violencia ginecológica, las voces de las mujeres se liberan

Violencia ginecológica denunciada

El examen ginecológico, una cita íntima y regular en la vida de una mujer, a veces se experimenta como una fuente de vergüenza, pero puede convertirse en un momento física y psicológicamente violento. El médico generalista y escritor francés Martin Winckler denunció este fenómeno en uno de sus libros: "Cuando un profesional maltrata física o verbalmente a un paciente y responde a sus protestas (o a sus signos de dolor) con desprecio, es maltrato, ya no es un error". Según él, la forma más frecuente de abuso es el juicio del médico sobre el peso de la paciente, su elección de anticonceptivos, su orientación sexual, su disposición o no a tener hijos....

 

>> El 70% de los pacientes ya han mentido a su médico, especialmente para evitar ser juzgados.

"El silencio, el desprecio, la burla, la amenaza, el chantaje son comunes, y son inaceptables", continúa Martin Winckler. De hecho, vas a tu médico para que te acompañe y te entienda, no para que te juzgue. La violencia a veces va más allá de lo psicológico: muchas mujeres se han pronunciado, sobre todo en las redes sociales, para denunciar los frotis deliberadamente brutales o las exploraciones vaginales que a veces son innecesarias y dolorosas.

 

Violences gynécologiques

 

La situación está más o menos regulada según los países: en el Reino Unido se han establecido normas de comportamiento estrictas que deben cumplir los ginecólogos. ¿Medidas suficientes para limitar los problemas?

Ser comprendida y convertirse en actriz de su salud

¿Es posible ser la actriz de su anticoncepción, de su parto, de sus opciones médicas? Por ejemplo, las redes sociales y las revistas de mujeres han planteado el espinoso tema de la introducción de un DIU (dispositivo intrauterino), que muy a menudo se niega a las mujeres que nunca han tenido hijos.

El parto es también una fuente de tensión: la negativa del personal sanitario a permitir que la futura madre se mueva a su antojo o adopte la posición que considere necesaria, episiotomías sistemáticas, falta de seguimiento psicológico... Muchas matronas, sin embargo, deploran algunos comentarios demasiado dependientes, argumentando que son las que más se preocupan por el bienestar de las mujeres y que las pacientes no siempre son conscientes de los requisitos médicos que subyacen a las decisiones que se toman, a veces en caso de emergencia, en la sala de partos.

La cobertura mediática de la endometriosis también ha influido en los debates: esta enfermedad, que afecta a 1 de cada 7 mujeres, salió de las sombras hace sólo unos años. Muchas pacientes no fueron escuchadas por los médicos. Sus dolores, que son comparables a los de una puñalada en el estómago, no se tomaron en serio durante años.

>> Foro dedicado a la endometriosis

El escándalo de los Balcanes

Si el movimiento #MeToo no hubiera operado inicialmente en los Balcanes, habría tenido un efecto retardado: después del discurso de una diputada croata en el Parlamento sobre las prácticas médicas "dignas del siglo XV" en su país, muchos testimonios fueron transmitidos desde todos los Balcanes.

En Croacia, una de cada tres mujeres no recibió anestesia durante un tratamiento doloroso como el legrado, la biopsia, la punción folicular o la episiotomía. "Mientras me inmovilizaban las manos, las piernas y la cabeza, el médico dijo que lloraba porque soy una mujer malcriada", dijo una mujer que se había sometido a un legrado sin anestesia a una asociación local que transmitió tantos testimonios como fue posible. En total, se recogieron unos 400 testimonios, que se leyeron públicamente en varias ciudades del país y se presentaron al Ministerio de Salud.

La asociación bosnia Parto Ntaural recogió testimonios de más de 300 mujeres sobre tratamientos ginecológicos dolorosos. Lo mismo ocurre en Serbia, donde, según la asociación Centro para las mamás, estos tratamientos dolorosos y humillantes son la causa del descenso de la tasa de natalidad. Una encuesta realizada en 2015 mostró que el 10% de las mujeres serbias "no quieren tener otro hijo debido a una experiencia traumática en las maternidades durante el primer parto".

 

Y tu, ¿qué piensas de estos testimonios?
¿Has tenido alguna vez una mala experiencia con un ginecólogo? ¿Cómo fue tu parto, si eres madre?
¿Confías en tu profesional de la salud?

 

Carenity

avatar Louise Bollecker

Autor: Louise Bollecker, Community Manager France

Community manager di Carenity in Francia, Louise è anche redattore capo della Rivista Salute per proporre articoli, video e testimonianze concentrati sul vissuto dei pazienti e che portano la loro voce. Con una... >> Saber más

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