Antibiótico o antiviral: la decisión correcta puede cambiarlo todo

Antibióticos y antivirales: una diferencia fundamental

Los antibióticos y los antivirales son medicamentos que se utilizan para combatir las infecciones, pero no actúan sobre los mismos agentes causantes. La diferencia entre bacterias y virus es la clave de esta distinción.

¿Qué es un antibiótico?

Un antibiótico es un medicamento destinado a combatir las infecciones causadas por bacterias. Actúa matando directamente la bacteria o impidiendo su multiplicación. Los antibióticos se utilizan para tratar enfermedades como algunas anginas, infecciones urinarias, ciertas neumonías o incluso ciertas otitis. Sin embargo, son totalmente ineficaces contra los virus.

¿Qué es un antiviral?

Un antiviral es un medicamento que actúa contra los virus. A diferencia de los antibióticos, no destruye directamente el agente infeccioso, sino que frena su capacidad de multiplicarse en el organismo. Los antivirales se utilizan en situaciones muy concretas, como la gripe, la COVID-19 en personas de riesgo, el herpes, el herpes zóster o ciertas hepatitis virales.

Antibiótico o antiviral: ¿cómo saber cuál es el que necesitas?

Distinguir entre una infección viral y una infección bacteriana no siempre es fácil para el paciente, ya que los síntomas pueden ser similares en algunos casos. Sin embargo, esta distinción condiciona totalmente la elección del tratamiento.

Infección viral frente a bacteriana: las grandes diferencias

Las infecciones virales suelen ser leves, con una evolución espontáneamente favorable y una curación en pocos días sin tratamiento específico. A menudo se acompañan de fiebre moderada, fatiga, dolores musculares o síntomas respiratorios difusos. Las infecciones bacterianas, por su parte, pueden evolucionar de forma más brusca, con fiebre más alta, dolor localizado, secreciones purulentas o un empeoramiento progresivo si no se tratan.

El papel del médico y las pruebas

El médico se basa en el examen clínico, el contexto, la evolución de los síntomas y, en ocasiones, en pruebas rápidas, como las pruebas de angina o las pruebas de COVID. Estos elementos permiten evitar la prescripción innecesaria de antibióticos cuando se trata de una infección viral. Hoy en día se desaconseja encarecidamente recetar "por si acaso".

¿En qué casos son ineficaces los antibióticos?

Los antibióticos no sirven en absoluto para tratar las infecciones víricas. Es el caso del resfriado, la gripe, la COVID-19 en casi todas sus formas, las gastroenteritis virales o la mayoría de las bronquitis agudas. En estas situaciones, tomar un antibiótico no acelera la curación, no previene las complicaciones y expone innecesariamente a efectos adversos.

¿En qué casos puede ser útil un antiviral?

Los antivirales se reservan para situaciones específicas. Se pueden utilizar en la gripe cuando se administran muy pronto después de la aparición de los síntomas, en la COVID-19 en pacientes con riesgo de padecer una forma grave, en el tratamiento del herpes, el herpes zóster o la hepatitis viral. Su eficacia depende en gran medida del momento en que se toman y del perfil del paciente. Por lo tanto, no se prescriben sistemáticamente para todas las infecciones virales.

¿Por qué hay que evitar el uso abusivo de antibióticos?

La resistencia a los antibióticos: un problema mundial

El uso excesivo o inadecuado de antibióticos favorece la aparición de bacterias resistentes. Estas bacterias se vuelven cada vez más difíciles de tratar. La resistencia a los antibióticos se considera hoy en día una de las mayores amenazas para la salud mundial, ya que compromete la eficacia de muchos tratamientos.

Efectos secundarios innecesarios

Incluso cuando se recetan correctamente, los antibióticos pueden provocar efectos indeseados como trastornos digestivos, desequilibrios en la microbiota intestinal, micosis o reacciones alérgicas. Cuando se recetan innecesariamente, se asumen estos riesgos sin ningún beneficio médico.

Automedicación: por qué es una mala idea

Tomar antibióticos sin receta médica es una práctica peligrosa. Sin un diagnóstico médico, el riesgo de equivocarse de tratamiento es elevado. Una mala elección de la molécula, una dosis inadecuada o una interrupción prematura del tratamiento favorecen la resistencia de las bacterias y pueden agravar la infección. La automedicación contribuye directamente al problema de salud pública que supone la resistencia a los antibióticos.

¿Se pueden tomar antibióticos y antivirales al mismo tiempo?

En raras ocasiones, es posible combinar un antibiótico y un antiviral en caso de coinfección, cuando hay una infección viral y una infección bacteriana simultáneas. Este tipo de situación es excepcional y siempre requiere una opinión médica y una supervisión atenta de las interacciones medicamentosas.

Niños, mujeres embarazadas, personas mayores: casos especiales

En niños, mujeres embarazadas y personas mayores, el uso de antibióticos y antivirales requiere precauciones específicas. Las dosis deben adaptarse, algunas moléculas están contraindicadas y la vigilancia debe reforzarse. En estas poblaciones, cada prescripción debe evaluarse cuidadosamente en función de la relación beneficio-riesgo.

Comment aider son corps à guérir sans antibiotique inutile ? 

Dans la majorité des infections virales, le traitement repose avant tout sur le repos, une bonne hydratation, un soulagement des symptômes et une surveillance attentive de l’évolution. Le corps possède de nombreux moyens naturels pour éliminer un virus. En cas de persistance, d’aggravation des symptômes ou de doute, une consultation médicale est essentielle pour réévaluer la situation. 

¿Cómo ayudar al cuerpo a curarse sin antibióticos innecesarios?

En la mayoría de las infecciones virales, el tratamiento se basa principalmente en el reposo, una buena hidratación, el alivio de los síntomas y una estrecha vigilancia de la evolución. El cuerpo dispone de numerosos medios naturales para eliminar un virus. En caso de persistencia, agravamiento de los síntomas o duda, es esencial consultar al médico para reevaluar la situación.

¡A guardar en la memoria!  

• Los antibióticos solo actúan contra las bacterias, mientras que los antivirales solo son eficaces contra los virus.
• Una infección viral no requiere antibióticos, aunque los síntomas sean impresionantes.
• El médico se basa en el examen clínico y, en ocasiones, en pruebas para distinguir una infección viral de una infección bacteriana.
• Los antibióticos son ineficaces contra el resfriado, la gripe, la COVID-19 en la mayoría de los casos y las gastroenteritis virales.
• Los antivirales solo son útiles en determinadas situaciones y cuando se toman lo suficientemente pronto.
• El uso abusivo de antibióticos favorece la resistencia a los antibióticos, un problema importante de salud pública.
• La automedicación con antibióticos es peligrosa y aumenta el riesgo de complicaciones y resistencias.
• En casos muy raros, se pueden recetar conjuntamente un antibiótico y un antiviral bajo estricto control médico.
• En el caso de los niños, las mujeres embarazadas y las personas mayores, las prescripciones requieren precauciones específicas.
• En la mayoría de las infecciones virales, el reposo, la hidratación y la vigilancia son suficientes para favorecer la curación.

¿Te ha gustado este artículo? 

¡Haz clic en Me gusta o comparte tus opiniones y preguntas con la comunidad en los comentarios a continuación! 

¡Cuídate!