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La menopausia y sus síntomas, ¿cómo tratarlos para vivirla bien?

Publicado el 21 dic. 2021 • Por Claudia Lima

La menopausia no es una enfermedad. Sin embargo, este fenómeno natural afecta a la calidad de vida de las mujeres. Los síntomas varían en intensidad y duración y pueden ser temporales o duraderos.  

Para remediarlo, existen tratamientos, ¡pero no exentos de riesgos!  

¿En qué consisten estos tratamientos? ¿Podemos prescindir de ellos? ¿Existen alternativas naturales?  

¡Lee nuestro artículo para conocer todas las respuestas!

La menopausia y sus síntomas, ¿cómo tratarlos para vivirla bien?

¿Que es la menopausia? 

La menopausia es un proceso fisiológico natural que corresponde al cese de las funciones ováricas en la mujer. La ovulación y los ciclos menstruales se detienen permanentemente, debido al agotamiento de las reservas de ovocitos y a la interrupción de la secreción de hormonas sexuales por parte de los ovarios, es decir, los estrógenos y la progesterona.  

Para la mayoría de las mujeres, la menopausia se produce alrededor de los 50 años. Sin embargo, puede producirse de forma temprana, tardía o inducida.  

¿Cuáles son los síntomas de la menopausia?  

Estos síntomas que experimentan las mujeres también se denominan trastornos del climaterio (todos los síntomas relacionados con la menopausia). Cada mujer los experimenta de forma diferente y no todos los síntomas son obligatorios. Aquí están los más comunes: 

  • Sofocos o sofocos vasomotores, a veces acompañados de rubor facial, aumento del ritmo cardíaco, sudoración excesiva, escalofríos, temblores y mareos, 
  • Cambios en el ciclo menstrual, con períodos que se vuelven irregulares y más ligeros o abundantes, 
  • Trastornos del sueño, con insomnio y alteraciones de la atención y la memoria, 
  • Trastornos del estado de ánimo, los cambios hormonales y los problemas de sueño provocan cambios de humor, ansiedad e irritabilidad, a veces con episodios depresivos
  • Sequedad vaginal, debida al cese de la producción de estrógenos por parte de los ovarios, provoca una disminución de la lubricación vaginal, una modificación de las paredes vaginales, con un impacto en la vida sexual y una disminución del deseo,  
  • Problemas urinarios, el periné puede verse afectado si hay una pérdida de tono, lo que provoca incontinencia urinaria. 

Existen muchos otros síntomas como la fatiga, los dolores de cabeza, los dolores musculares y articulares, el aumento de peso, la sequedad de la piel y del cabello, etc. 

Una de las complicaciones graves de la menopausia es la osteoporosis. En efecto, el riesgo de desmineralización ósea es mayor.  

Además, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.  

Se utilizan diversos tratamientos para aliviar estos síntomas hasta que desaparecen y el cuerpo se acostumbra a esta transición. 

¿Cómo tratar la menopausia?  

Al inicio de la menopausia, los síntomas varían y para algunas mujeres no es necesario un tratamiento. Cada mujer debe recibir una atención integral. Además, antes de prescribir el tratamiento debe descartarse cualquier condición médica subyacente. 

En primer lugar, hay que dar consejos higiénico dietéticos, como dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol, llevar una dieta equilibrada evitando las especias y las bebidas calientes, enriquecer la dieta con calcio (leche y productos lácteos, agua mineral rica en calcio, etc.), dormir bien y realizar una actividad física regular. 

Luego existen diferentes tipos de tratamiento para situaciones específicas:  

Contra los sofocos

El tratamiento hormonal de la menopausia o THM, está destinado a mujeres cuya menopausia afecta a su calidad de vida y para prevenir el riesgo de osteoporosis.  

La terapia hormonal sustitutiva en la menopausia o THS, se prescribe específicamente a las mujeres con una insuficiencia ovárica prematura. 

Estos tratamientos de hormonoterapia son prescritos por el ginecólogo o el médico de cabecera si no existen contraindicaciones relacionadas con los antecedentes de cáncer de mama y de accidente cerebrovascular. Consisten en la combinación de un estrógeno por vía cutánea u oral (Estraderm®, Evopad®) y un progestágeno (Utrogestan®, Progeffik®). 

Estos tratamientos conllevan riesgos que no deben ser ignorados. El seguimiento médico se incrementa en las mujeres que los toman debido al alto riesgo de desarrollar cáncer de mama, de endometrio o de ovario, infarto cerebral y trombosis. 

A pesar de los posibles efectos muy nefastos para la salud, estos dos tratamientos siguen siendo la mejor opción para tratar los trastornos graves del climaterio y prevenir la osteoporosis. Sin embargo, ya no son sistemáticos, cada mujer puede elegir y muchas se ven tentadas por soluciones alternativas.  

Los antidepresivos, de la clase de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (Sertralina®, Fluoxetina®) y de los inhibidores selectivos de la recaptación de noradrenalina (Venlafaxina®, Duloxetina®). 

Los antihipertensivos centrales, como Moxon®

Contra la sequedad vaginal 

Los geles lubricantes, para tratar la sequedad local vulvovaginal y mejorar el confort sexual, también eficaces contra la cistitis, la vaginitis y la urgencia urinaria. 

Los humectantes vaginales, para calmar las sensaciones desagradables fuera del coito. 

Los estrógenos vaginales, en forma de anillo, pastilla o crema para actuar sobre los tejidos de la vagina y la vulva para hidratar y lubricar. 

Contra los problemas urinarios 

Las sesiones de fisioterapia, para reentrenar el suelo pélvico, mejorar el control de la vejiga y tratar los problemas de incontinencia. 

Contra los episodios depresivos

Los ansiolíticos, para aliviar la ansiedad, como Stesolid®

Los antidepresivos, para tratar la depresión a largo plazo, como Cipralex®

También existen tratamientos sin receta médica para estos síntomas:  

La beta alanina, un aminoácido puro, que puede utilizarse para aliviar los sofocos.

Los medicamentos fitoterapéuticos, cuyos principios activos proceden de diversas plantas (salvia, espino blanco, sauzgatillo, lúpulo, cimicifuga, trébol rojo, etc.). Están disponibles en cápsulas, infusiones y aceites esenciales y ayudan a algunas mujeres a reducir sus sofocos o incluso a hacerlos desaparecer. 

La homeopatía, para los sofocos y otros problemas de la menopausia, el acteane, el aconitum napellus, la sepia officinalis y el lachesis mutus en gránulos se encuentran entre los más eficaces. 

Las vitaminas y oligoelementos, los estudios sugieren que el magnesio, el zinc, la vitamina E y las vitaminas B9 y B6 podrían limitar los sofocos y la sudoración. 

Los complementos alimenticios pueden proponerse para aliviar los síntomas de la menopausia, hay fitoestrógenos como las isoflavonas de soja, que son eficaces contra los sofocos, y también la DHEA, una hormona natural que, si se toma en forma de pastillas o cápsulas, podría estimular la producción de estrógenos del organismo y, por tanto, aliviar los síntomas de la menopausia. Sin embargo, las autoridades sanitarias tienen reservas sobre el consumo de estos dos suplementos. Podrían entrañar riesgos similares a los estrógenos de la THS, pero son menos eficaces. Las recomendaciones oficiales desaconsejan el consumo de estos productos a las mujeres con antecedentes de cáncer de mama o de útero. 

¿Existen técnicas no farmacológicas para tratar la menopausia?  

Algunas mujeres pueden controlar los síntomas del climaterio con terapias alternativas como la acupuntura, la hipnosis, la meditación, el yoga y los tratamientos ayurvédicos. Estos métodos ayudan a reducir la ansiedad y el estrés, siendo este último un desencadenante de los sofocos en muchas mujeres. 

Algunas mujeres hacen cambios en su estilo de vida y adoptan una dieta específica para la menopausia, rica en fibra, proteínas buenas y micronutrientes, para controlar el peso y prevenir los síntomas de la menopausia. En efecto, la mayoría de las mujeres se ven afectadas por un cambio en la forma del cuerpo, la zona abdominal se engrosa. 

Algunos consejos para limitar las molestias serían dormir en una habitación fresca, con menos calefacción en invierno y con un ventilador en verano, llevar varias capas de ropa para poder quitárselas o añadírselas según la hora del día, cambiar el tipo de ropa de cama. 

También se sugiere tener una actividad sexual regular, que serviría como termorregulador del cuerpo.  

Este difícil periodo para las mujeres se vive a menudo como una fatalidad, y los trastornos hormonales ligados a la menopausia son incluso más tabú que la menstruación, porque se asocia a la noción de envejecimiento, a la pérdida de la feminidad y de la fertilidad. Desde el punto de vista médico, el reto consiste en descubrir tratamientos con riesgo cero para que todas las mujeres puedan aprehender esta fase de transición, que es sinónimo de libertad futura, ya que se acabaron las menstruaciones, los anticonceptivos y las limitaciones, con total serenidad. 


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avatar Claudia Lima

Autor: Claudia Lima, Redactora de salud

Claudia es creadora de contenidos en Carenity, especializada en la redacción de artículos sobre salud.

Claudia tiene un máster en iniciativa empresarial y un Executive MBA en gestión de ventas y marketing. Está... >> Saber más

¿Quién hizo la revisión?: Charlotte Avril, Farmacéutica, Data Scientist

Charlotte es doctora en Farmacia y graduada del Máster en Gestión Farmacéutica y Biotecnológica de la ESCP. Lee interesan especialmente la e-sanidad, la Health Tech, las enfermedades raras y la neurociencia.

Su... >> Saber más

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