La conmoción identitaria: construir una vida que incluya la enfermedad, sin reducirse a ella.
Publicado el 7 may. 2025 • Por Somya Pokharna
¿Qué pasa cuando una sola palabra, un diagnóstico, pone en duda todo lo que creías ser?
Por fin tienes un nombre para tus síntomas. Pero ese nombre puede desencadenar una verdadera crisis de identidad, obligándote a replantear tus objetivos de vida, tus hábitos, tu día a día. Puede generar tristeza, estigmatización, claridad, e incluso una sensación de empoderamiento, todo al mismo tiempo.
Sin embargo, la identidad no es algo fijo. Evoluciona. Comprender cómo una enfermedad crónica interactúa con la imagen que tienes de ti mismo es un paso esencial hacia la sanación, no solo física, sino también emocional y mental.
Entonces, ¿cuál es la compleja relación entre diagnóstico e identidad? ¿Qué etapas psicológicas se atraviesan? ¿Y cómo avanzar con una sensación de coherencia y control sobre tu vida?
Exploremos todo esto juntos en este artículo, porque eres, y siempre serás, mucho más que un diagnóstico.

¿Cómo puede un diagnóstico redefinir tu identidad?
Nuestra identidad se construye a partir de los roles que desempeñamos, las historias que nos contamos y las esperanzas que albergamos para el futuro. Un diagnóstico de enfermedad crónica o de trastorno de salud mental puede poner todo esto en tela de juicio al mismo tiempo.
Sociólogos como Kathy Charmaz y psicólogos como Philip Yanos han estudiado este proceso en profundidad. Hablan de la formación de una identidad como paciente, o de una redefinición del yo en relación con una condición de salud. Para algunas personas, el diagnóstico se vuelve abrumador: esto se conoce como “engullimiento”, cuando la enfermedad eclipsa todos los demás aspectos de su identidad.
La vida cotidiana cambia: tal vez ahora dependas de medicamentos, ayudas para la movilidad o sesiones de terapia. Tu papel en el trabajo puede transformarse, tus relaciones pueden ponerse a prueba y quizás necesites reevaluar tus metas. Estos cambios pueden provocar una sensación de ruptura entre el “yo de antes” y el “yo de ahora”.
Pero hay una verdad fundamental: la identidad no es algo fijo. Es una parte viva y en constante evolución de ti. Y un diagnóstico, por muy impactante que sea, no borra quién eres. Es una invitación a integrar algo nuevo en tu historia.
¿Qué emociones son normales después de un diagnóstico?
El torbellino emocional que sigue a un diagnóstico puede sentirse como una montaña rusa. Puedes pasar por la negación, la ira, la tristeza, e incluso el alivio, a veces en cuestión de días. Estas reacciones son naturales y recuerdan las etapas clásicas del duelo.
Puedes lamentar la pérdida de esa versión de ti mismo que se sentía sin límites, ya sea física o emocionalmente. Puedes temer ser percibido de manera diferente o sentir vergüenza debido al estigma, especialmente en los trastornos psicológicos, que a menudo se asocian con estereotipos culturales dañinos. Y, sin embargo, también puedes sentir un cierto alivio: finalmente una explicación para lo que estás viviendo.
Esta complejidad emocional es normal. Aceptar un diagnóstico no ocurre de un día para otro; es un proceso de varios pasos. Reconocer y validar tus emociones, sean cuales sean, es un primer paso esencial hacia la integración psicológica y la sanación.
¿Cómo reconstruir un sentimiento de uno mismo, e incluso evolucionar, después de un diagnóstico?
Recuperar la posesión de tu identidad después de un diagnóstico no significa volver a lo que eras antes. Significa reconstruir a partir de lo que eres hoy. Este proceso es profundamente personal y a menudo transformador. Al atravesar las emociones difíciles y al recibir nuevas perspectivas, muchos encuentran un nuevo sentido, mayor claridad y una fuerza renovada.
Aquí hay algunas pautas para comenzar este proceso:
Distinguir tu condición de tu identidad
Plutôt que de vous définir uniquement par votre maladie, utilisez un langage qui introduit une distance. Dire “je vis avec une dépression” plutôt que “je suis dépressif” permet de rappeler que cette condition fait partie de votre vie, mais ne la définit pas entièrement.
En lugar de definirte únicamente por tu enfermedad, utiliza un lenguaje que introduzca distancia. Decir "vivo con depresión" en lugar de "soy depresivo" ayuda a recordar que esta condición forma parte de tu vida, pero no la define completamente.
Explora quién eres más allá del diagnóstico
Piensa en tus valores fundamentales, tus pasiones, tus rasgos de carácter duraderos. ¿Sigues siendo creativo, curioso, empático? Reconectarte con estos elementos constantes puede ayudarte a sentirte anclado y completo, incluso en medio de la transformación.
Crea una nueva narrativa personal
Escribir o hablar sobre tu experiencia te ayuda a redefinir la historia que te cuentas a ti mismo. La terapia narrativa o el diario íntimo pueden facilitar esta reconstrucción, ayudándote a pasar de "estoy roto" a "he sobrevivido, me he adaptado, he crecido".
Deja que tu experiencia dé forma a tu propósito de vida
Muchos descubren que la enfermedad da un nuevo sentido a su existencia. Podrías convertirte en portavoz, mentor, artista, paciente-partícipe o simplemente en un amigo más atento. Tu condición te pone a prueba, pero también puede revelar tu resiliencia y tu claridad.
Redéfinissez la réussite selon vos propres critères
Vivir plenamente puede tomar una forma diferente, sin ser menos válido. El éxito puede significar gestionar tu energía de manera inteligente, darte descanso, o poner la alegría por encima de la productividad.
Con el tiempo, podrías descubrir que tu diagnóstico se convierte en un componente de una versión más fuerte y auténtica de ti mismo. El camino no siempre será fácil, pero reconstruir tu identidad puede conducir a un crecimiento personal, a una aceptación más profunda de ti mismo e incluso a un nuevo rumbo.
¿Por qué el vínculo con los demás es esencial para reconstruirse ?
La enfermedad puede aislar. Pero no estás solo/a. Uno de los pasos más poderosos para redefinirte es conectarte con otras personas que entienden por lo que estás pasando.
Los grupos de apoyo, ya sean en línea o presenciales, no solo ofrecen consejos prácticos. Aportan validación emocional y permiten compartir tu experiencia sin juicio. Ver a otras personas llevar una vida plena y con sentido a pesar de tener el mismo diagnóstico puede devolver la esperanza y ampliar el abanico de posibilidades.
La comunidad te recuerda que tu historia no termina con el diagnóstico. De cierta manera, apenas está comenzando.
¿Te ha gustado este artículo?
Haz clic en Me gusta o comparte tus impresiones y tus preguntas con la comunidad en los comentarios más abajo.
¡Cuídate!