¿Qué es la zooterapia?

¿Qué es la zooterapia?

La terapia asistida por animales es un programa de atención o intervención que un terapeuta proporciona a un paciente con la ayuda de un animal.

La zooterapia tiene como objetivo mejorar (o mantener, en algunos casos) la salud de las personas que sufren trastornos psicológicos, sociales, físicos o cognitivos. 

Este método es diferente de lo que se denomina actividades asistidas por animales (AAA). Estos últimos están destinados a motivar, educar o entretener a las personas en diversos contextos -escuela, prisión u otros- y no tienen objetivos específicamente terapéuticos.

En España, es actualmente en las residencias de ancianos donde más se practica la terapia con animales.

¿Cuáles son los beneficios de la zooterapia?

El poder terapéutico de la zooterapia proviene de la relación humano-animal que ayuda a mejorar la autoestima y a satisfacer las necesidades emocionales y psicológicas. Por ejemplo, sentirse amado incondicionalmente, sentirse útil o tener un vínculo y una conexión con la naturaleza.

En general, el principio fundamental de la zooterapia es que la relación entre un ser humano y un animal contribuye a mejorar la salud mental, física o psicológica. La terapia asistida con animales puede ayudar a :

• percibir la vida de una manera más optimista,
• reducir el estrés,
• superar un momento difícil tras un choque psicológico o emocional,
• reducir la presión arterial relacionada con un estado de estrés,
• interactuar más fácilmente con otras personas,
• salir del aislamiento,
• promover la relajación...

La presencia de un animal también permite modificar el comportamiento de un individuo y servir como herramienta de proyección. En el contexto de la psicoterapia, un paciente que percibe tristeza o ira en los ojos del animal puede proyectar sus propios sentimientos internos en el mismo.

¿Qué animales pueden ayudar en la zooterapia?

No todos los animales son adecuados para la terapia asistida con animales. Se utilizan principalmente animales de compañía. 

El gato, por ejemplo, es conocido por ser muy tranquilizador. De hecho, cuando ronronea, el grado de estrés disminuye. Al ser un animal sedentario y autónomo, es muy demandado en las residencias de ancianos.

El perro se elige por el aspecto emocional que representa y el fuerte apego que los humanos pueden tener con él. Además, su capacidad para compartir actividades con los humanos (paseos, lanzamiento de pelotas...) lo convierte en un verdadero activo para la terapia con mascotas.

El caballo se utiliza para la rehabilitación física, las habilidades motoras, las funciones neuromusculares o el equilibrio y la coordinación. Montar a caballo requiere un gran trabajo postural, por lo que hay que ser consciente del cuerpo. Esto se llama equinoterapia.

¿Cómo se desarrollla una sesión de zooterapia?

Las sesiones de zooterapia duran una media de 1 hora. Pueden ser individuales o en grupo reducido (de 4 a 5 personas como máximo) para conseguir la atención y la concentración de cada participante y poder establecer un programa adaptado.

Cada sesión es diferente. Los objetivos de cada participante se establecerán previamente en colaboración con los miembros del equipo de atención (o con la familia) en el marco de un proyecto de acompañamiento personalizado.

Es complicado describir con precisión el contenido de una sesión de zooterapia ya que varía en función de los participantes (voluntad, estados de ánimo, personalidad y problemas de cada persona).

Las posibilidades son enormes: cepillado, juegos, relajación, educación, paseos, agilidad... 

Las situaciones encontradas se pondrán en palabras, en presencia de los participantes, para expresar sus sentimientos y emociones, ofreciéndoles así un lugar de escucha y atención.

¿Quién es el zooterapeuta?

El título de zooterapeuta no está protegido ni reconocido legalmente. Actualmente, sólo existe un máster oficial de IAA/terapias asistidas con animales, reconocido por el Ministerio de Educación, que corresponde a la Universidad Internacional de Andalucía. Por lo general, el terapeuta de animales tiene una formación sanitaria o de ayuda a las personas (fisioterapia, enfermería, terapia ocupacional, medicina, psicología...).

Al no existir ley que regule la formación, cada entidad emite un TITULO PROPIO.

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