¿Cómo controlar la progresión de la artritis reumatoide?
Publicado el 19 jun. 2019 • Actualizado el 20 jun. 2019 • Por Louise Bollecker
La artritis reumatoide es una enfermedad que progresa mediante brotes de manera impredecible. Gradualmente, si la enfermedad no se trata, tiende a afectar a otras articulaciones. Por eso, es esencial vigilar la evolución de la enfermedad para limitar las complicaciones. Sigue nuestra guía explicativa.
El primer año después del diagnóstico de la enfermedad, se realiza una evaluación mensual (en cada consulta). Cuando la enfermedad está controlada (remisión o baja actividad) la evaluación se realiza cada 3 meses.
Evaluar la progresión de la enfermedad: la puntuación DAS
DAS, la medida de la actividad de la enfermedad
La actividad de la enfermedad se evalúa en función de determinados parámetros clínicos y biológicos. Estos parámetros permiten el cálculo de la puntuación DAS28, DAS significa Disease Activity Score (puntuación de la actividad de la enfermedad).
Se trata de un índice de actividad de la artritis reumatoide que combina varios aspectos de la enfermedad en un solo conjunto de datos, expresado como un número. Hablamos de DAS28 porque esta puntuación se calcula en 28 articulaciones distintas.
Cuatro valores para calcular la DAS
1 & 2. Las articulaciones
El número de articulaciones con inflamación y el número de articulaciones dolorosas son los dos primeros criterios a tener en cuenta.
3. Evaluación del paciente
También se le pide al paciente que evalúe la actividad de su artritis reumatoide de forma global. Se mide utilizando una escala analógica visual graduada de 0 a 10. El principio es el mismo que para la evaluación del dolor: 0 = ninguna manifestación de la enfermedad; 10 = gravedad máxima que el paciente puede imaginar.
4. Medir la inflamación: el valor PCR y el valor VSG
Cuando el cuerpo detecta sustancias que le parecen extrañas, establece una estrategia de defensa para reconocerlas, destruirlas y eliminarlas: ésta es la reacción inflamatoria. Las causas de la inflamación son múltiples: pueden ser de origen externo (bacterias, virus, lesiones cutáneas, golpes...) o interno (enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, cánceres....).
- La proteína C-Reactiva (PCR) es una proteína inflamatoria, sintetizada por el hígado, que aumenta su concentración en la sangre en pocas horas en caso de inflamación. La PCR desempeña un papel importante en la movilización y activación de las defensas inmunitarias (glóbulos blancos) y en la estimulación del proceso de destrucción de las células consideradas extrañas (fagocitosis). Cuanto más alto es el valor de la PCR, más importante es la respuesta inflamatoria.
- Para determinar la velocidad de sedimentación (VSG), un técnico coloca los glóbulos rojos en un tubo de ensayo y determina la distancia a la que caen dentro de un tiempo determinado (generalmente una hora). En caso de una reacción inflamatoria, el nivel en sangre de las proteínas de la inflamación (incluido el fibrinógeno) aumenta y conduce a la formación de grupos de glóbulos rojos. Cuanto más alto es el valor de la VSG, más pesados son los áridos y más rápido caen al fondo del tubo. Por lo tanto, la inflamación es más importante.
Controlar las reacciones al tratamiento
Los exámenes de seguimiento también miden la respuesta al tratamiento, es decir, su eficacia, pero también el seguimiento de la tolerancia del tratamiento prescrito, de acuerdo con los resúmenes de las características del producto y el contexto clínico del paciente (incluidas otras patologías del paciente).
Prevenir posibles complicaciones
El seguimiento de la artritis reumatoide también implica la búsqueda de síntomas extraarticulares de la enfermedad. Estos síntomas pueden ser causados por la progresión de la enfermedad. Estos síntomas incluyen la tenosinovitis, los nódulos reumatoides, la vasculitis, el síndrome seco o el síndrome de Raynaud.
La progresión radiológica de la enfermedad
La evaluación por imágenes nos permitirá buscar signos de erosión o peunzadas en las articulaciones, que son signos característicos de la artritis reumatoide. Se efectuarán radiografías de todas las articulaciones sintomáticas. Al principio de la enfermedad, las radiografías serán normales.
A partir de entonces, cuando aparezcan los signos, estos exámenes radiológicos tendrán una doble ventaja: confirmarán el diagnóstico y servirán de base para la comparación con los exámenes radiológicos posteriores (por lo tanto, se hará un mejor seguimiento de la evolución de la enfermedad). El ultrasonido o la resonancia magnética también se pueden utilizar como parte de una evaluación por imágenes.
En el marco del seguimiento de la evolución de la artritis reumatoide, el examen médico por imágenes se realiza cada 6 meses durante el primer año y al menos cada año durante los primeros 3 a 5 años y en caso de cambio de estrategia terapéutica. Los exámenes radiológicos se separan una vez que la enfermedad es más estable.
¿Tienes alguna pregunta sobre el seguimiento de la artritis reumatoide? ¿Cómo te explicó tu médico estas pruebas? ¿Cómo progresa la enfermedad?
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