Eutanasia y muerte asistida legalizadas en España: ¿Cuál es la situación actual de estas leyes?
Publicado el 25 mar. 2021 • Por Courtney Johnson
La eutanasia y la muerte asistida, muy debatidas tanto en la comunidad médica como en general, han sido durante mucho tiempo un tema controvertido y emotivo. Tras décadas de debate nacional y legislativo, España ha legalizado la eutanasia y el suicidio asistido, abriendo la puerta a que los enfermos terminales tomen sus propias decisiones del final de la vida.
¿Qué es exactamente lo que se ha legislado? ¿Cuáles son las condiciones que deben cumplirse para la muerte asistida en España?
¡Te lo explicamos todo a continuación!
España legaliza la eutanasia y el suicidio asistido tras años de debate
Tras la votación del 17 de diciembre en el Congreso de los Diputados y la ratificación del Senado el 18 de marzo, la eutanasia y el suicidio asistido ya son legales en España. Tras décadas de debate y anteriores intentos fallidos, la ley fue aprobada y España se ha convertido en uno de los pocos países que permite a los enfermos terminales o con lesiones graves poner fin a su propio sufrimiento.
En concreto, la nueva legislación española permitirá la eutanasia activa - cuando el personal médico acaba deliberadamente con una vida para aliviar el sufrimiento - y el suicidio asistido - cuando el paciente acaba con su propia vida, guiado por un tercero que previamente le ha proporcionado la información y/o los medios para llevarlo a cabo -. El procedimiento estará disponible a través de Sanidad.
Cuando la legislación entre en vigor en junio de 2021, España se unirá a otros tres países de Europa que han despenalizado el suicidio asistido - Bélgica, Luxemburgo y Holanda -, así como a Canadá y Nueva Zelanda, convirtiéndose en el sexto país del mundo en reconocer el derecho del paciente a una muerte asistida.
>>> Para saber más sobre las diferentes formas de muerte asistida y lo que piensan los miembros de Carenity sobre el tema, lee nuestro artículo: "Fin de vida asistido: lo que los pacientes y sus familias realmente quieren" <<<
Criterios estrictos de aprobación
Aunque la histórica legislación recibió el apoyo de todos los partidos, tanto de la derecha como de la izquierda, se aprobó con la condición de que se establecieran una serie de criterios estrictos.
Cualquier persona con una enfermedad "grave o incurable" o con una afección "crónica o debilitante" podrá ser elegible, pero el paciente deberá tener la nacionalidad española o residencia legal en España o certificado de empadronamiento que acredite un tiempo de permanencia en territorio español superior a 12 meses y deberá ser "plenamente capaz y consciente" en el momento de la solicitud, lo que deberá hacer dos veces por escrito, con 15 días de diferencia.
La solicitud del paciente debe ser aprobada primero por su médico, y luego por una comisión de evaluación y puede ser rechazada si se considera que no se cumple alguno de los requisitos anteriores. Además, cualquier profesional sanitario puede negarse a participar en el procedimiento por motivos de conciencia.
Respeto a la libertad del individuo al final de su vida, ¿quién inspiró este movimiento?
En 1984 se fundó la federación española Derecho a Morir Dignamente, legalizando así un movimiento ciudadano de respeto a la libertad del individuo al final de su vida. Esta asociación considera a Carlos Gómez, paciente con leucemia, como el pionero de la lucha en España para el reconocimiento de la eutanasia. Este publicó ese mismo año una Carta al Director en el diario El País titulada Osar morir da la vida. En ella decía: «No cabe duda ya de que ha comenzado a resquebrajarse un tabú social tanto más represor que el que funcionó sobre el sexo. Me refiero al tabú de la muerte, o mejor, de la forma de morir». Murió al año siguiente sin que se hubiera hecho caso a su testamento vital.
Pero los casos que tuvieron más repercusión y llevaron al primer plano de la actualidad la cuestión de la eutanasia son los de Ramón Sampedro, tetrapléjico desde los años 60, y el de María José Carrasco, enferma de ELA desde hacía 30 años.
En 1969, Sampedro hizo público su deseo de que le ayudaran a morir. Ante la denegación del permiso legal para este suicidio asistido, pidió la colaboración de once personas para que cada una de ellas hiciera, indirectamente, una parte del proceso que le llevaría a quitarse la vida y protegerlas así de ser procesadas. Se suicidó en 1998.
En abril de 2019, María José Carrasco, puso fin a su vida con ayuda de su marido. Grabaron el suicido y en él este le preguntaba si quería que le ayudara a poner fin a su largo sufrimiento, a lo que ella contestaba que sí, pudiéndose observar a continuación como ella misma bebía una solución tóxica con una pajita, utilizando la poca movilidad que le quedaba. Su marido fue acusado por violencia contra la mujer, y el caso sigue a la espera de resolución.
Estes son solamente algunos casos que han hecho germinar el mayor seguimiento y la movilización popular a favor de una ley de eutanasia en España, que llevaba años reclamándose sin éxito.
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