Fibromialgia y trastornos del sueño, ¡lo que debes saber!

¿Qué es la fibromialgia?

La fibromialgia se define principalmente por un dolor crónico que afecta generalmente a todo el cuerpo. Las zonas más sensibles son las cercanas a la columna vertebral (cuello, hombros, omóplatos, zona lumbar, caderas, etc.).

Los pacientes que padecen fibromialgia tienden a manifestar un dolor máximo al despertarse, acompañado de rigidez matutina. Esta rigidez también se siente durante el día, tras mantener prolongadamente la misma posición.

El dolor asociado a la fibromialgia es:

• Difusas y migratorias - No siempre se localizan en el mismo lugar,
• Son permanentes, pero fluctúan en intensidad según la hora del día o el periodo,
• Sus síntomas varían. A veces se parecen a dolores articulares, musculares, tendinosos o neurológicos (entumecimiento, ardor, hormigueo, etc.).

El dolor puede agravarse por diversos factores como la humedad, las emociones, el esfuerzo, el frío, la falta de sueño, etc.

Hasta la fecha, no existe ninguna lesión orgánica ni ningún biomarcador biológico que permita diagnosticar la fibromialgia. Por lo tanto, los criterios utilizados se basan en los síntomas.

¿Qué relación existe entre la fibromialgia y los trastornos del sueño?

Aunque los trastornos del sueño en la fibromialgia se han pasado por alto durante mucho tiempo, son importantes y afectan a la gran mayoría de los pacientes.

Sin embargo, en 1976, el Dr. canadiense H. Moldofsky demostró que la privación de sueño en sujetos sanos provocaba síntomas similares a los de la fibromialgia.

Y, ya en 1991, se puso de manifiesto que los pacientes afectados de fibromialgia mostraban una elevada prevalencia de un patrón de ondas del sueño muy específico: las ondas alfa-delta. Mientras que estos pacientes deberían encontrarse en una fase de sueño profundo y reparador (ondas delta), las ondas alfa (que corresponden al sueño ligero) aparecen de forma muy significativa.

El resultado es una hiperfragmentación del sueño, con cantidades a veces ínfimas de sueño profundo. Mientras que una noche de sueño "clásico" consiste en un 25% de sueño profundo, los pacientes con fibromialgia a menudo duermen menos del 10%.

Las consecuencias de este patrón de sueño son fatiga permanente, sueño no reparador, agotamiento mental, aumento de la sensibilidad al dolor y fallo en la síntesis de numerosas moléculas antiinflamatorias.

Por lo tanto, es necesario tratar los trastornos del sueño en los pacientes con fibromialgia, ya que dormir mejor ayuda a reducir los síntomas, especialmente el dolor, y, por lo tanto, contribuye a mejorar la calidad de vida.

Sin embargo, la comunidad científica sigue teniendo dificultades para determinar si la privación de sueño es la causa o la consecuencia de la fibromialgia.

¿Qué se puede hacer para mejorar la calidad del sueño de los pacientes con fibromialgia? 

La falta de sueño reparador es un rasgo característico de la fibromialgia. A los pacientes que sufren trastornos graves del sueño se les puede recetar medicación.

Los medicamentos recomendados no son específicos para los trastornos del sueño. Entre ellos, la amitriptilina (LAROXYL, ALAVIL), un antidepresivo de la familia de los imipramínicos utilizado en este caso en dosis bajas. O la pregabalina (LYRICA), un antiepiléptico que debe tomarse por la noche.