Las personas con linfoma no Hodgkin y VIH tienen la misma probabilidad de curarse que los que no tienen el sida
Publicado el 20 sept. 2016
Los pacientes con linfoma no Hodgkin infectados por el VIH tienen la misma probabilidad de curarse de esta enfermedad que los VIH negativos, tal y como ha comprobado un equipo dirigido por la investigadora del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC), María Joao Baptista.
Asimismo, los investigadores están trabajando en la búsqueda de moléculas presentes en la sangre que puedan detectar la presencia de un linfoma de manera temprana para poder iniciar el tratamiento cuanto antes.
Y es que, las células tumorales se distinguen de las normales por la expresión de enzimas, proteínas y otras moléculas, por lo que si se conocen mejor todas estas moléculas se podrán diferenciar mejor los diferentes tipos de linfomas. Además, a juicio de los expertos, conociendo mejor las características de cada célula tumoral se podrán identificar nuevas dianas terapéuticas para conseguir tratamientos más personalizados.
Concretamente, el linfoma, que este jueves, 15 de septiembre, celebra su Día Mundial, es una enfermedad de la sangre que aparece cuando los linfocitos T o B, en diversos estados de maduración y fuera de la médula ósea (normalmente en los ganglios linfáticos o en un órgano), manifiestan algún tipo de defecto que, o bien prolonga su vida de manera anormal, o bien hace que se reproduzca de forma descontrolada.
LINFOMAS, MÁS FRECUENTES EN HOMBRES QUE EN MUJERES
En general, los linfomas, que se clasifican en linfoma de Hodgkin (LH) y linfoma no Hodgkin (LNH), son más frecuentes en los hombres que en las mujeres y la mayoría de ellos suelen diagnosticar en la edad adulta.
Los linfomas agresivos se desarrollan muy rápido, pero son más sensibles a los tratamientos y se pueden curar aproximadamente en tres cuartas partes de los casos. Sin embargo, los indolentes son mucho más lentos, progresan más despacio y son menos curables de forma definitiva, aunque los pacientes pueden vivir muchos años sin síntomas gracias a los nuevos tratamientos.
Ahora bien, como existe gran variedad de tipos de linfomas, los síntomas son de varias clases y los tratamientos son muy diversos dependiendo del tipo específico de linfoma. "Es fundamental conocer el mecanismo de la enfermedad para poder luchar contra ella de una manera más eficaz", ha aseverado el hematólogo del ICO-Germans Trias i Pujol e investigador del IJC, Tomás Navarro.
Finalmente, el Grupo de Neoplasias Linfoides del IJC, liderado por Navarro, está estudiando el papel de los virus en el desarrollo de determinados tipos de linfomas, especialmente los que se presentan en personas con inmunodepresión como, por ejemplo, los relacionados con la infección por el VIH.
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