¿Qué tratamientos pueden dañar el hígado?

¿Qué es una sobredosis?  

La sobredosis se define como el uso de una dosis inadecuada, una cantidad excesiva por dosis o por día, o el incumplimiento de un intervalo mínimo entre dosis.  

Una sobredosis, si se trata rápidamente, puede no dejar secuelas, pero también puede tener efectos nocivos o incluso peligrosos. Algunos tratamientos pueden causar daños hepáticos. 

¿Cuáles son los síntomas de las lesiones hepáticas? 

Cuando el hígado está dañado, pueden aparecer varios síntomas: 

• Coloración amarillenta del blanco de los ojos o de la piel, 
• Cansancio,  
• Dolor en el abdomen e hinchazón del hígado,  
• Náuseas, vómitos y pérdida de apetito, 
• Heces y orina de color inusual. 

Estos síntomas hepáticos no son exhaustivos y pueden variar de un paciente a otro. Por lo tanto, si notas algún síntoma, consulta a un médico inmediatamente. 

¿Qué fármacos se sabe que afectan a la salud del hígado? 

El paracetamol 

El paracetamol es el medicamento más frecuentemente recetado para el dolor y la fiebre, tanto en niños como en adultos.  

En los niños, la dosis depende de su peso. La dosis recomendada es de 15mg/kg por dosis. Y los menores de 15 años no deben tomar más de 500mg de paracetamol por dosis, aunque la dosis calculada sea superior. Además, los niños deben esperar al menos 6 horas entre dosis. 

En adultos, la dosis recomendada es de 1g de paracetamol como máximo por toma y no debe tomarse más de 3 veces al día. Los adultos deben tomarlo entre 4 y 6 horas. 

Una sobredosis de paracetamol puede causar daños irreversibles en el hígado, encargado de eliminar el paracetamol. 

El paracetamol se metaboliza, es decir, se elimina, en condiciones normales (a dosis terapéuticas) principalmente por glucuronoconjugación o sulfoconjugación. Se trata de reacciones químicas a partir de las cuales se forma una nueva molécula que puede eliminarse por la orina. 

Sin embargo, se trata de una vía de eliminación que tiene un límite en términos de cantidad. Cuando se toma demasiado paracetamol, se pone en marcha otra vía de eliminación: la eliminación por el hígado. Una enzima llamada citocromo P450 transforma el paracetamol en un compuesto tóxico, que no se elimina y provoca la muerte por necrosis de las células hepáticas, causando daños irreversibles. 

En caso de sobredosis grave de paracetamol no tratada, puede producirse una hepatitis fulminante y ser mortal. Una de las causas más comunes de transplantes de hígados inducidos por fármacos se debe al uso indebido de paracetamol. 

Los AINE  

Otros fármacos también utilizados como analgésicos, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). El diclofenaco y el ibuprofeno también pueden suponer un riesgo para el hígado en caso de sobredosis. Están contraindicados en pacientes con insuficiencia hepática grave. 

Los antifúngicos  

Los antifúngicos son tratamientos destinados a eliminar los hongos responsables de las infecciones denominadas micosis. El itraconazol y el voriconazol son dos antifúngicos que se metabolizan en el hígado. Por lo tanto, debe tomar las dosis prescritas para evitar dañar su hígado. Además, existen casos raros pero graves de hepatitis tras el uso de estos medicamentos. Por tanto, ten cuidado al tomarlos.  

La quimioterapia  

Se sabe que los tratamientos quimioterápicos contra el cáncer dañan el hígado. Las quimioterapias más conocidas, como el metotrexato, el cisplatino y la ciclofosfamida, pueden presentar riesgos para el hígado incluso a las dosis recomendadas, aunque el balance beneficio/riesgo es favorable. 

En algunas personas con determinados factores de riesgo, como un hígado ya debilitado por otras enfermedades como la obesidad o la diabetes, el metotrexato puede favorecer el daño hepático. Además, el consumo de alcohol mientras se toma metotrexato aumenta considerablemente el riesgo de daño hepático. 

Por lo tanto, no debes consumir alcohol cuando tomes quimioterapia. Además, debes estar alerta a los más mínimos efectos secundarios generales y síntomas hepáticos cuando tomes estos tratamientos y, si experimentas algún síntoma, habla con tu médico o farmacéutico inmediatamente.