¿Cómo vivir bien con epilepsia?

La epilepsia es una enfermedad crónica que afecta al cerebro y provoca crisis recurrentes. 

Los ataques epilépticos pueden definirse como episodios de movimientos involuntarios que afectan a una parte del cuerpo o a todo el cuerpo. Estes están causados por ráfagas excesivas de actividad eléctrica en el cerebro, que lo aturden temporalmente, afectando negativamente a su funcionamiento. Esto provoca fallos en las señales que envía el cerebro al cuerpo, lo que da lugar a estos movimientos llamados convulsiones.

Se calcula que afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo, lo que la convierte en una de las enfermedades neurológicas más comunes del mundo.

¿Cuáles son las causas de la epilepsia? 

Aunque la epilepsia no es una enfermedad contagiosa, sigue siendo muy frecuente en todo el mundo. El 50% de los casos de epilepsia en el mundo no tienen causas claras, pero algunas de las causas conocidas más importantes son: 

• Daño cerebral o traumatismo craneal 
• Tumores cerebrales
• Factores genéticos 
• Infecciones cerebrales como meningitis o neurocisticecosis 
• Accidentes cerebrovasculares que interrumpen el transporte de oxígeno al cerebro 
• Abuso de sustancias 
• Afecciones asociadas a malformaciones cerebrales

¿Cuáles son los tratamientos para la epilepsia?

La epilepsia es una enfermedad que puede tratarse para controlar mejor los ataques en algunas situaciones, dependiendo de la medicación recomendada por el médico tras el diagnóstico. Aunque la epilepsia no tiene cura, existen tratamientos que pueden ayudar a controlar la enfermedad. Algunos de los métodos más comunes de tratamiento de la epilepsia son: 

• Los medicamentos anticonvulsivos o antiepilépticos son el principal tratamiento de la epilepsia. Ayudan a reducir la frecuencia e intensidad de las crisis en determinadas personas. 
• Cirugía en caso de que la medicación no funcione eficazmente, para extirpar una pequeña parte del cerebro, desde donde se origina el ataque. 
• Una dieta cetogénica especial (dieta baja en grasas y rica en carbohidratos) para ayudar a controlar las convulsiones. 
• Estimulación del nervio vago, en la que un dispositivo envía ondas eléctricas al nervio vago (que conecta el cerebro y el abdomen) para reducir la frecuencia de las convulsiones. 
• Terapia cognitivo-conductual.

¿Cómo vivir bien con epilepsia? 

Vivir con epilepsia puede ser una experiencia difícil y a veces aislante. Se trata de un trastorno neurológico que provoca crisis y a menudo puede ser imprevisible. Aprender a vivir con epilepsia requiere una combinación de ajustes en el estilo de vida, un tratamiento eficaz y un fuerte apoyo de la familia y los amigos. 

Encontrar un plan de tratamiento eficaz

• Tomar la medicación según las indicaciones del médico tras el diagnóstico es crucial para controlar y prevenir las convulsiones. 
• Llevar siempre un registro de la cantidad de medicación que queda, para intentar ser lo más preciso posible. Es útil anotar los patrones de uso de la medicación para mantenerse al día y, en esta era moderna, existen multitud de aplicaciones móviles para llevar un registro de los hábitos de uso. 
• Asegurarse de que la medicación se guarda en un lugar fácil de localizar, tanto en casa como de viaje. 
• Los medicamentos más comunes para tratar la epilepsia son los anticonvulsivos y los antiepilépticos. 
• En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para reducir la frecuencia y gravedad de las crisis.   

Hacer cambios saludables en el estilo de vida

• Cambiar el estilo de vida también puede ser útil para controlar la epilepsia. 
• Seguir una dieta sana, dormir lo suficiente y evitar el alcohol y las drogas pueden ayudar a reducir el riesgo de crisis epilépticas.  
• Es importante practicar técnicas de relajación, como la meditación, para reducir el estrés y la ansiedad. El estrés y la ansiedad pueden desencadenar convulsiones, por lo que es importante encontrar formas de reducir el estrés.  
• También es importante conocer los factores desencadenantes que pueden provocar una convulsión y evitarlos si es posible. Ser consciente a la hora de elegir la actividad, ya que actividades como la escalada o la natación pueden ser problemáticas. 
• Intentar que la casa sea a prueba de epilepsia utilizando cubiertos inastillables, grifos de cierre automático, sillas con brazos altos para evitar caídas, etc. 

Buscar el apoyo de amigos y familiares

• Contar con un sistema de apoyo sólido también es muy importante cuando se vive con epilepsia. 
• Puede ser beneficioso contar con familiares y amigos que entiendan la enfermedad y puedan proporcionar apoyo emocional. Tenerlos cerca también proporciona una salida para buscar atención médica inmediata en caso de situaciones de emergencia. 
• Aprender a afrontar los episodios de crisis es importante para que el familiar o amigo pueda administrar los cuidados adecuados, ya sea haciéndote sentir cómodo/a durante la crisis, llamando a las autoridades médicas, anotando los patrones de las crisis o acudiendo a las citas médicas. 
• Unirse a grupos de apoyo o hablar con un consejero también puede ser útil para gestionar las emociones asociadas. 

Gestionar la epilepsia en el lugar de trabajo

• Un empleado con epilepsia requiere más cuidados y atención que otros y es necesario que una organización vele por su salud. 
• Es importante informar a la organización sobre la enfermedad para que la empresa se haga una idea del tipo de epilepsia, las señales de advertencia antes de un ataque, el tiempo de recuperación de un ataque, las medidas a tomar en caso de ataque, etc. 
• La contratación de empleados con epilepsia también depende de las características del puesto de trabajo, y una función que ponga al empleado en situaciones de mucho estrés sería menos ideal. 
• Un empleado epiléptico debe informar debidamente al empresario sobre los posibles factores desencadenantes de las crisis, para que los trabajadores puedan actuar con precaución en torno al empleado. 
• Unos aseos accesibles y un espacio amplio pueden aliviar el estrés de un epiléptico. 
• Recuerda que tener epilepsia no tiene por qué impedirte tener una carrera profesional de éxito. Con la actitud y el entorno adecuados, puede controlar su enfermedad y prosperar en el lugar de trabajo.

Conclusión

Con el diagnóstico correcto, el tratamiento y los cambios de estilo de vida adecuados, es posible llevar una vida plena y activa con epilepsia. Recuerda mantenerte informado/a, ser proactivo/a y estar en contacto con tu equipo sanitario y otras personas con epilepsia. Sacúdete las crisis siguiendo los pasos recomendados, y ayuda a un epiléptico a hacer de la epilepsia, algo menos agitado.

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