Epilepsia y vida cotidiana: nuestros consejos
Publicado el 2 jul. 2019 • Por Louise Bollecker
Sufrir de epilepsia tiene un impacto en la vida diaria. La enfermedad condiciona aspectos importantes de la vida, como las relaciones sociales, la actividad física, el trabajo y las actividades recreativas.
¿Por qué es necesario tomar ciertas precauciones?
Algunos pacientes pueden sentir el inicio de una crisis epiléptica (irritabilidad, dolores de cabeza, sensaciones estomacales extrañas...). Estos síntomas que indican una crisis epiléptica se denominan "aura". Sin embargo, en muchos pacientes, este inicio es totalmente inesperado. Para algunos individuos, la convulsión es casi imperceptible, mientras que para otros puede ser necesario recurrir a la hospitalización.
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Gestionar los riesgos para vivir normalmente
Algunos pacientes, especialmente aquellos con convulsiones no controladas, tienen un riesgo significativo de lesiones. Sin embargo, aunque sea esencial evitar las actividades de riesgo, la vida diaria del paciente epiléptico no debe ser demasiado limitada.
Los estudios demuestran que sólo el 1% de las crisis epilépticas causan lesiones. Al ser conscientes de los riesgos potenciales, todas las actividades pueden ser seguras y las personas con epilepsia pueden tener una vida plena y activa. El diagnóstico de la epilepsia no significa tener que limitarse a entornos seguros. Es muy posible llevar una vida normal con epilepsia.
Equiparse en casa
Algunas acomodaciones y hábitos se pueden poner en práctica para vivir con seguridad en casa. Por ejemplo, ducharse es menos arriesgado que bañarse; sin embargo, si deseas bañarte, es aconsejable no llenar demasiado la bañera, no cierres la puerta con llave y avisa a alguien. Para las personas que sufren crisis frecuentes con caídas, es aconsejable el uso de un casco protector. Para aquellos que viven solos, puede ser útil instalar alarmas de caída.
Epilepsia y alcohol
El consumo moderado de alcohol no aumenta el número de crisis ni causa su desarrollo. No es incompatible con la mayoría de los medicamentos antiepilépticos. Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol y la consiguiente abstinencia pueden causar convulsiones e incluso estado de epilepsia, que es una complicación grave.
El alcoholismo o el abuso crónico de alcohol pueden estar asociados con el desarrollo de la epilepsia en algunas personas. Por ejemplo, las personas que tienen convulsiones epilépticas causadas por el consumo excesivo de alcohol pueden comenzar a tener convulsiones epilépticas independientemente de su consumo de alcohol.
Alcohol y medicamentos antiepilépticas
Los medicamentos antiepilépticos pueden reducir seriamente el nivel de tolerancia al alcohol, por lo que los efectos inmediatos del consumo de alcohol son mayores. De manera similar, la tasa de intoxicación es mucho más alta entre las personas que toman medicamentos antiepilépticos. Mareos, somnolencia, dolores de cabeza son posibles efectos secundarios de algunos tratamientos para la epilepsia. Combinado con los síntomas del alcohol, que son similares, el resultado puede ser muy peligroso y doloroso para la salud de la persona con epilepsia. Por eso está fuertemente contraindicado consumir mucho alcohol (más de dos vasos) cuando se toman ciertos tratamientos farmacológicos para la epilepsia.
¡Pídele consejo a tu médico!
Practicar deporte cuando se tiene epilepsia
El deporte es beneficioso para quienes sufren ataques de epilepsia, ya que las actividades deportivas colectivas ayudan a socializar y a mejorar las capacidades cognitivas, a la hora de reconocer las propias capacidades y limitaciones. Las actividades deportivas como la gimnasia son igual de beneficiosas porque mejoran la coordinación de los movimientos; así, cuando el paciente ha adquirido un buen nivel de coordinación, las crisis epilépticas serán menos frecuentes, pero sobre todo menos violentas.
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Pide consejo antes de lanzarte
El neurólogo y un médico deportivo pueden aconsejar al paciente epiléptico sobre las actividades deportivas adecuadas. Además del examen médico, y antes de iniciar cualquier actividad deportiva, es necesario ser consciente de:
- - Las funciones cardíacas, pulmonares y renales aumentan, por lo que el equilibrio hidrosalino puede verse alterado como consecuencia de la transpiración, el alto consumo de calorías, grasas y proteínas. Dicho equilibrio de concentración plasmática debe mantenerse lo más estable posible para no alterar la concentración plasmática de los principios activos absorbidos durante el tratamiento.
- - La concentración de azúcares también debe mantenerse bajo control; con la actividad deportiva, el riesgo de ataques de hipoglucemia es mayor.
- - El desplazamiento de fase del equilibrio del síndrome epiléptico también se produce a través de las acciones mecánicas ejercidas por los músculos y sobre los músculos a través del ejercicio físico.
Deportes no recomendados:
- - Correr, carrera de obstáculos, salto de altura, etc. Todas estas actividades deportivas bastante bruscas hacen que muchos músculos se dilaten y luego se contraigan rápidamente (esto puede llevar a crisis epilépticas).
- - Tenis y squash: Las vibraciones de la pelota en las manos y pies no son recomendables para pacientes epilépticos.
- - Natación: además de la dilatación y contracción sucesivas de los músculos, hay que tener en cuenta el factor de la diferencia de temperatura entre el aire y el agua. Por lo tanto, el paciente epiléptico debe tener cuidado de entrar en el agua gradualmente para no crear un choque térmico.
- - Los deportes que requieren rotación de la cabeza (lanzamiento de disco, jabalina, lanzamiento de peso, etc.) tampoco se recomiendan para pacientes con epilepsia.
Trabajar cuando se tiene epilepsia
El trabajo ayuda a socializar, coordinar movimientos y aumentar las capacidades cognitivas. Sin embargo, no es posible imponer el trabajo a una persona con epilepsia, y corresponde al paciente elegir el trabajo que corresponda a sus capacidades.
Precauciones a tomar al elegir el trabajo
Es mejor evitar la presencia de ruido, la presencia de iluminación, la iluminación variable e intermitente. En algunas personas con epilepsia, también es necesario tener en cuenta los movimientos involuntarios (relacionados con el tratamiento farmacológico) que pueden poner en peligro a la persona en determinadas actividades profesionales: no se recomienda trabajar en altura, solo o conducir un vehículo.
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Los trabajos que implican algún esfuerzo físico también deben hacerse con precaución. Se aplican las mismas precauciones que para el deporte.
¿Qué hacer en caso de una crisis inminente en el trabajo?
El trabajo debe detenerse cuando aparece un aura (señal de advertencia), ya que esto indica que el cerebro se está "sobrecalentando" y anuncia una crisis epiléptica inminente. Si el paciente es capaz de hacer disminuir el aura, el trabajo se puede reanudar al día siguiente. En el caso de que el mismo tipo de aura se represente haciendo el mismo trabajo, la actividad profesional seguramente tendrá que ser modificada.
¿Deberías hablar con tu empleador al respecto?
Aunque la persona con epilepsia no tenga que hablar con su empleador sobre su enfermedad, a veces es mejor prevenirla, al igual que a sus colegas cercanos, para anticiparse a una posible convulsión y para que sepan qué hacer.
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Fuentes: Epilepsia Francia, ANABIBLE, Laboratorio de anatomía patológica, Asociación EPI