El aspartamo y sus efectos sobre la salud

¿Qué es el aspartamo?  

El aspartamo es un edulcorante artificial intensamente dulce, unas 200 veces más dulce que la sacarosa. Sin embargo, aporta muy pocas calorías. Químicamente, es un dipéptido formado a partir de dos aminoácidos naturales: la L-fenilalanina (en forma de éster metílico) y el ácido L-aspártico.

Durante la digestión, el aspartamo se descompone en estos dos aminoácidos, así como en una pequeña cantidad de metanol, compuestos que también están presentes en mayores cantidades en alimentos comunes como la leche, la fruta y las verduras.

Gracias a su alto poder edulcorante, solo se necesita una pequeña cantidad de aspartamo para endulzar los productos, lo que lo convierte en una opción popular para reducir la ingesta de calorías sin sacrificar el dulzor. Se utiliza habitualmente en diversos productos denominados «dietéticos» o «sin azúcar», como refrescos, yogures desnatados, chicles e incluso algunos medicamentos.

El aspartamo está autorizado como aditivo alimentario en más de 90 países y figura en la lista de la Unión Europea con el código E 951.

Las ingestas diarias recomendadas de aspartamo son fijadas por diversos organismos sanitarios. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha fijado una Ingesta Diaria Admisible (IDA) de 40 mg por kilogramo de peso corporal y día. En Estados Unidos, la Food and Drug Administration (FDA) ha fijado una IDA ligeramente superior, de 50 mg/kg/día.

Sin embargo, no se recomienda a las personas con fenilcetonuria (PKU), un raro trastorno genético que impide el correcto metabolismo de la fenilalanina, uno de sus componentes.

¿Por qué y cómo debe utilizarse el aspartamo?

El aspartamo es un edulcorante artificial muy utilizado. Tiene una serie de beneficios para la salud, en particular para los diabéticos, las personas que intentan controlar su peso y para la salud bucodental.

1. Una alternativa al azúcar para los diabéticos  

El aspartamo es especialmente beneficioso para los diabéticos. A diferencia del azúcar, no provoca picos de azúcar en sangre, lo que permite a los diabéticos consumir alimentos dulces sin comprometer su equilibrio glucémico.   

2. Un aliado en el control del peso

Gracias a su alto poder edulcorante, el aspartamo contribuye a reducir la ingesta total de calorías. Al sustituir el azúcar por aspartamo, es posible reducir el consumo de calorías, lo que puede ayudar a mantener un peso saludable, un factor importante en la prevención de enfermedades crónicas. El aspartamo, combinado con una actividad física regular, puede ser beneficioso para el control del peso.

3. Reducción de la caries dental

A diferencia del azúcar, el aspartamo no favorece la aparición de caries. Las bacterias responsables de la caries no metabolizan el aspartamo, lo que lo convierte en una sabia elección para preservar la salud bucodental. El aspartamo debe consumirse como parte de una dieta equilibrada, y se deben respetar las dosis diarias recomendadas para sacarle el máximo partido.

¿Cuáles son los riesgos del aspartamo para la salud?  

Aunque el aspartamo se utiliza ampliamente como sustituto del azúcar, algunos estudios han suscitado preocupación por sus posibles efectos sobre la salud.

Efectos sobre el metabolismo y la microbiota intestinal

Algunas investigaciones sugieren que el aspartamo puede perturbar la regulación del azúcar en sangre y alterar la flora intestinal. A largo plazo, estas alteraciones podrían aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad.

Posible impacto sobre el sistema nervioso  

El aspartamo se metaboliza en ácido aspártico, fenilalanina y metanol, compuestos que pueden tener efectos sobre el sistema nervioso central. Los estudios han explorado una relación entre el aspartamo y los trastornos neurológicos, incluidas las migrañas, los problemas cognitivos y los trastornos del estado de ánimo.    

Un riesgo cancerígeno   

En 2023, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) clasificó el aspartamo como «posiblemente cancerígeno para los seres humanos», destacando la necesidad de realizar más investigaciones para aclarar este riesgo. 

En conclusión, aunque el aspartamo está aprobado por muchas autoridades sanitarias, se recomienda consumirlo con moderación y estar al tanto de las investigaciones en curso sobre sus efectos en la salud.  

Aspartamo y enfermedades crónicas: ¿debemos desconfiar?  

Si se consume en exceso, el aspartamo podría tener consecuencias para la salud metabólica, inflamatoria y neurológica.   

Aspartamo y diabetes

Aunque el aspartamo no provoca picos inmediatos de azúcar en sangre, algunos estudios indican que su consumo regular podría alterar la sensibilidad a la insulina. El aspartamo podría provocar un aumento de los niveles de insulina, alterando así la regulación del azúcar en el organismo. También podría provocar una reacción hipoglucémica en las personas diabéticas.

Aspartamo y enfermedades inflamatorias

El aspartamo podría causar inflamación de los vasos sanguíneos, un factor importante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. El aspartamo también podría provocar la formación de placas de grasa en las arterias, aumentando el riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.

Aspartamo y trastornos neurológicos 

Aunque las pruebas científicas son limitadas, algunos informes sugieren que el aspartamo puede tener efectos sobre el sistema nervioso central. Pacientes que padecen migrañas, epilepsia o esclerosis múltiple han informado de un empeoramiento de sus síntomas tras consumir aspartamo. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para establecer una relación clara.   

¿Cuáles son las alternativas al aspartamo?  

Para reducir tu consumo de aspartamo, puedes optar por alternativas naturales y saludables que satisfacen tus antojos de dulce protegiendo al mismo tiempo tu salud.   

Stevia, el edulcorante vegetal sin calorías  

Extraída de las hojas de la planta Stevia rebaudiana, la stevia es un edulcorante natural que no influye en los niveles de azúcar en sangre. Es ideal para los diabéticos o para quienes desean reducir su consumo de azúcar. Su poder edulcorante es entre 200 y 300 veces superior al del azúcar, por lo que puede utilizarse en cantidades muy pequeñas. La estevia se utiliza ampliamente en muchos países y es famosa por su seguridad.   

El eritritol, un poliol de buena tolerancia 

El eritritol es un poliol, un edulcorante derivado de azúcares modificados presentes de forma natural en ciertas frutas y verduras, que proporciona un sabor dulce con un bajo impacto glucémico y una mejor tolerancia dental. Aunque en general se tolera bien, un consumo excesivo puede provocar problemas gastrointestinales en algunas personas sensibles.   

Xilitol, para una salud bucodental óptima  

El xilitol, extraído de fuentes vegetales como el abedul, es otro poliol apreciado por su sabor similar al azúcar. Es especialmente beneficioso para la salud dental, ya que ayuda a prevenir las caries al inhibir el crecimiento de las bacterias responsables. Sin embargo, al igual que otros polioles, su consumo excesivo puede provocar problemas digestivos.   

Elegir una dieta más natural

Además de elegir el edulcorante adecuado, es importante seguir una dieta rica en alimentos naturales. Optar por frutas frescas, verduras, cereales integrales y fuentes de proteínas de calidad contribuye a mejorar la salud en general.

¡Importante recordarlo!

El aspartamo es un edulcorante artificial utilizado habitualmente para reducir el consumo de azúcar, pero genera mucha controversia.

Aunque puede ser beneficioso para personas con diabetes o que buscan controlar su peso, algunos estudios advierten sobre posibles efectos negativos en el metabolismo, la microbiota intestinal y el sistema nervioso. También se han planteado riesgos relacionados con la inflamación y las enfermedades crónicas.

Para reducir estas incertidumbres, conviene optar por alternativas naturales como la estevia, el eritritol o el xilitol. La clave está en mantener una alimentación equilibrada y un consumo moderado de edulcorantes.

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