Alexitimia, incapacidad para identificar y expresar emociones

¿Qué es la alexitimia?

El término "alexitimia" fue introducido en la medicina en 1972 por el psiquiatra Peter E. Sifneos. En aquella época, la alexitimia se refería principalmente a las personas que tenían dificultades para expresar con palabras el sentimiento amoroso. No fue hasta más tarde cuando el término "alexitimia" se extendió a las personas que tenían dificultades con las emociones en general.

La alexitimia es un trastorno de la regulación emocional, ampliamente observado en las enfermedades psicosomáticas. Afecta a alrededor del 10% de la población mundial, y con mayor frecuencia a hombres que a mujeres. Refleja la dificultad del individuo para reconocer sus emociones y expresarlas verbalmente.

Una persona afectada de alexitimia se encuentra a diario con numerosas complicaciones relacionadas con la falta de percepción de lo que siente. Por ejemplo, una falta de empatía o sensibilidad que, con el tiempo, puede conducir a una baja autoestima y al aislamiento.

¿Cuáles son los síntomas de la alexitimia?

Dificultad para reconocer las emociones

Las personas que padecen alexitimia tienen dificultades para identificar sus emociones, ya sean agradables o desagradables. Emociones como tristeza, alegría, ira o miedo son términos bien conocidos por su definición y los contextos en los que se asocian, pero a los afectados les resulta difícil establecer una conexión entre su propio estado y la emoción asociada.

Un enfoque en el exterior 

Aumento del ritmo cardíaco, sudoración excesiva, tensión muscular... Estos signos suelen reflejar un estado interior específico: ira, miedo, ansiedad, entre otros. La atención de las personas alexitímicas se centra únicamente en estos signos externos, que se convierten en los únicos indicadores de su estado interior. Como resultado, estos individuos consiguen desarrollar un sentido más fino de todos los estímulos externos, ya sean causados por su propio cuerpo o por su entorno.

Los individuos afectados por alexitimia también son más vulnerables a desarrollar trastornos somáticos como eccemas, hipertensión arterial, trastornos alimentarios o digestivos, ya que la conexión con sus sentimientos está alterada.

Falta de empatía emocional

Las personas con alexitimia tienen una importante falta de empatía. A menudo, ésta puede ser una de las críticas más frecuentes hacia quienes les rodean. No obstante, es posible percibir la carga emocional del interlocutor a través de su lenguaje corporal y las palabras que utiliza. Pero es difícil descifrar la emoción implicada.

Comunicación verbal limitada

Las personas con alexitimia suelen ser percibidas como personas que hablan poco, son demasiado serias y tienden a limitar sus interacciones con los demás.

Sin embargo, esto se debe principalmente a una limitación de la comunicación verbal. Una persona afectada a menudo carece de palabras para describir una situación o relatar un acontecimiento, lo que dificulta la expresión completa de sus pensamientos a sus seres queridos. Como resultado, puede surgir una barrera entre el individuo y sus allegados, causada por la falta de habilidades comunicativas, que a veces conduce al aislamiento.

Baja capacidad de introspección 

Analizar los sentimientos es extremadamente difícil para los alexitímicos, ya que son incapaces de identificar y describir sus emociones, lo que complica la introspección. Estos individuos están desconectados de sus necesidades más arraigadas y de sus deseos reales.

Otros aspectos destacados:

• Dificultad para establecer vínculos con los demás; 
• Máxima evitación del conflicto pero, si la situación se deteriora, tendencia a reaccionar de forma exagerada; 
• Falta de imaginación, creatividad, humor y flexibilidad.

¿Cuáles son las causas de la alexitimia?

La alexitimia es el resultado de una combinación de deficiencias neuropsicológicas y psicológicas. Las causas son multifactoriales, pero sus orígenes se sitúan principalmente en la infancia y en deficiencias tempranas del desarrollo.

Existen dos tipos de alexitimia: primaria y secundaria. Por lo tanto:

• La alexitimia primaria es el resultado de un trauma infantil o de interacciones negativas con los cuidadores del niño. También se considera un rasgo de la personalidad determinado genéticamente, que se cree que afecta a la estructura y función de determinadas regiones cerebrales.
• La alexitimia secundaria está vinculada a un acontecimiento traumático pasado. Es un mecanismo de defensa en el que el individuo intenta protegerse aislándose de sus emociones, evitando así sufrir y enfrentarse a lo que ha vivido.

¿Cómo se diagnostica la alexitimia?

La alexitimia aún no está reconocida por las clasificaciones oficiales de enfermedades. Sin embargo, puede diagnosticarse utilizando diversas medidas y escalas:

• Existe la Escala de Alexitimia de Toronto 20, un cuestionario que debe cumplimentar el paciente y que evalúa las dificultades para identificar y describir los sentimientos y la capacidad de volverse hacia los demás.
• También existe el Cuestionario de Alexitimia de Bermond-Vorst, que añade dos facetas afectivas para medir la falta de capacidad imaginativa y la falta de emocionalidad.
• En segundo lugar, entrevistas clínicas semiestructuradas basadas en el mismo principio que los cuestionarios.

El objetivo de estas herramientas es determinar en qué medida un individuo presenta o no rasgos alexitímicos, y si supera un determinado umbral que lo califica como alexitímico. A partir de estos resultados, se puede utilizar una resonancia magnética para identificar posibles alteraciones en los sustratos neuronales implicados en la alexitimia.

¿Cómo se trata la alexitimia?

Se trata de una afección neuropsicológica y psicológica que requiere psicoterapia.

Sin embargo, los clínicos creen que tratar la alexitimia no es fácil. Dado que el éxito de la psicoterapia depende de la capacidad de introspección del paciente, del interés por su propio funcionamiento psicológico y del conocimiento de sus estados emocionales, es difícil trabajar eficazmente con individuos alexitímicos porque carecen de estas habilidades.

De hecho, el objetivo principal del psicoterapeuta será sacar al paciente de su silencio emocional. Se tratará de reasignar progresivamente un lenguaje que asocie las emociones a las sensaciones físicas del paciente y a las situaciones vividas.

Poco a poco, el paciente aprenderá a expresar todas sus emociones, a representarlas y a escuchar su cuerpo.

El psicoterapeuta ayuda en esta reconstrucción y en la gestión de estas nuevas sensaciones.