En Chile, son cerca de 80 mil las personas que sufren y conviven a diario con la Artritis, enfermedad crónica, degenerativa y altamente invalidante, que afecta principalmente las articulaciones, aunque también puede comprometer otros órganos del cuerpo. Si no es tratada a tiempo puede provocar destrucción articular, discapacidad física y alteraciones en la calidad de vida.
Durante mucho tiempo esta patología se asoció al envejecimiento, pero con el tiempo y el avance de la ciencia médica se ha ido demostrando que la artritis se puede presentar a cualquier edad. Por ello es esencial entregar un tratamiento oportuno que le permita a cada paciente poder realizar sus actividades cotidianas sin inconvenientes.
“Esta enfermedad puede llegar a ser muy agresiva, pero si se toman las medidas pertinentes y se lleva a cabo un tratamiento multidisciplinario, es posible que quienes padecen artritis puedan tener una mejora significativa en su calidad de vida”, sostiene la kinesióloga de Clínica Ciudad del Mar, María José Gálvez.
Señales de alerta y tratamiento
La presencia conjunta de dolor articular, rigidez articular prolongada y fatigabilidad, son indicios que deben tenerse muy presentes, pues son síntomas que se instalan progresivamente y que van aumentando en intensidad, por lo que requieren ser atendidos lo antes posible, de modo que se pueda retrasar el avance de esta enfermedad.
De esta manera, el tratamiento por medio de la fisioterapia ofrece una alternativa terapéutica no farmacológica que, en muchos casos, ayuda a disminuir los síntomas de múltiples dolencias, tanto agudas como crónicas.
“El tratamiento interdisciplinario es vital y hace la diferencia. Hablamos de una ventana de oportunidad para poder frenar el avance de la patología a los pocos meses de partir con terapia, con una estrategia dirigida a objetivos cuyo fin es mejorar el pronóstico en su calidad de vida a largo plazo” indica la kinesióloga.
En este sentido, la profesional de Clínica Ciudad del Mar sostiene que para tratar esta patología desde la kinesiología, se deben trabajar mediante la combinación de ejercicios isométricos ?donde se tensa y se mantiene el músculo en una posición estacionaria?, con el fin de ir recuperando movilidad en las zonas afectadas; ejercicios acuáticos durante los periodos de agudización de los dolores, y también los aeróbicos para aumentar la capacidad funcional.
Así, estos procedimientos pueden aliviar los síntomas mediante agentes físicos como masajes (relajación y drenaje), termoterapia, compresas ?húmedas o calientes?, electro estimulación nerviosa trans cutánea (TENS), y ultrasonidos.