¿Cómo revertir el proceso de la EHNA?
Publicado el 18 ene. 2022 • Por Candice Salomé
La EHNA, o esteatosis hepática no alcohólica, es una enfermedad del hígado, a menudo relacionada con la obesidad, la diabetes o la hipertensión. Esta grave patología puede evolucionar hacia la cirrosis. Pero la buena noticia es que es reversible.
¿Qué es la EHNA? ¿Cuáles son sus manifestaciones? ¿Cómo revertir el proceso?
¡Te lo contamos todo en nuestro artículo!
La esteatosis hepática no alcohólica (EHNA) se caracteriza por la acumulación de grasa en las células del hígado y en el 20% de los casos, puede provocar una inflamación hepática, que puede desembocar en una cirrosis o un cáncer de hígado.
¿Qué es la EHNA y cuáles son los síntomas?
La enfermedad del hígado graso es cada vez más frecuente, ya que está directamente relacionada con el sobrepeso. Así, entre el 20% y el 30% de los españoles están afectados, sin siquiera saberlo. En este terreno favorable, el 20% desarrollará una inflamación del hígado, la famosa EHNA. EHNA significa "esteatohepatitis no alcohólica" o "esteatosis hepática no alcohólica", y también es conocida por sus siglas en inglés, NASH.
Esta patología puede definirse como la manifestación hepática de una disfunción metabólica y puede evolucionar hacia la fibrosis: el hígado se endurece y se vuelve disfuncional. Luego, en un estadio alto de fibrosis (entre el 2 y el 5% de los pacientes con EHNA), aparece la cirrosis, sobre todo si se añaden otros factores, como el consumo de alcohol, incluso moderado. Y la cirrosis puede convertirse más tarde en cáncer de hígado.
La EHNA se relaciona muy a menudo con la triple epidemia de obesidad, prediabetes y diabetes.
Los síntomas de la EHNA son en su mayoría silenciosos e inespecíficos de la enfermedad, lo que dificulta el diagnóstico. Así, los pacientes afectados por la EHNA pueden no conocer su estado hasta fases muy avanzadas de la enfermedad.
La EHNA está vinculada a una dieta poco saludable a base de alimentos grasos y azucarados y a un estilo de vida sedentario, lo que conduce a una sobrecarga del hígado. Ante un exceso de reservas, transforma el exceso de azúcar en grasa, que acumula. Entonces se cansa y engorda. El hígado puede llegar a pesar hasta el 5% del peso del cuerpo cuando normalmente sólo pesa el 2%.
El deterioro del hígado es gradual y silencioso y los pacientes no experimentan ningún síntoma específico. Sólo una evaluación hepática puede alertar: un análisis de sangre para la gamma GT, las transaminasas y las fosfatasas alcalinas, que reflejan el estado de salud de las células del hígado.
Hasta la fecha, no existe ningún fármaco que pueda curar la EHNA, también conocida como enfermedad de la soda. Sólo un estilo de vida saludable puede prevenir y revertir las primeras etapas de la EHNA.
¿Cómo revertir el proceso de la EHNA?
Todas las etapas de la enfermedad, desde el hígado graso hasta la cirrosis, llevan tiempo y es posible interrumpir el proceso de forma natural.
Aunque algunos factores de riesgo no pueden modificarse, como la edad o el sexo, otros factores, que determinan nuestro estilo de vida, pueden corregirse.
Es posible mejorar la situación y revertir el proceso de EHNA siguiendo estos consejos:
Perder peso
El primer objetivo que hay que alcanzar cuando se padece EHNA es perder peso, ya que los beneficios son realmente importantes.
Una pérdida del 3 al 5% del peso inicial reducirá la cantidad de grasa en el hígado. Sin embargo, esta pérdida de peso debe ser más sustancial para revertir el daño visible en el hígado.
En un estudio realizado en Cuba, 293 pacientes con EHNA recibieron asesoramiento nutricional y trataron de perder peso durante 52 semanas.
Los signos de EHNA se redujeron en todos los participantes que pudieron perder peso. Sin embargo, los mejores resultados se observaron cuando los pacientes consiguieron reducir su peso inicial en un 10%. En el 90% de los pacientes, las pruebas revelaron una resolución de la EHNA.
Las anomalías de los hepatocitos habían desaparecido y la inflamación del órgano había remitido. En el 45% de estos participantes, los fenómenos de fibrosis habían incluso retrocedido.
Practicar una actividad física
La actividad física es el segundo elemento importante para revertir el proceso de EHNA. La actividad cardiovascular combinada con el entrenamiento de resistencia, a razón de 3 sesiones de 40 a 45 minutos por semana, son eficaces para frenar la acumulación de grasa en el hígado.
Además, la actividad física ayuda a combatir la EHNA aunque no se pierda peso. En efecto, la actividad física tiene un impacto directo sobre el hígado, ya que quema una mayor cantidad de ácidos grasos, reduce su producción y previene la aparición de daños en las células del órgano.
Revisar su alimentación
Las grasas alimentarias
Las grasas alimentarias sólo representan el 10% de las reservas de ácidos grasos libres presentes en el hígado. Sin embargo, la naturaleza de las grasas consumidas podría desempeñar un papel decisivo en el desarrollo de la EHNA.
Se ha demostrado que las personas con EHNA tienden a tener una ingesta desequilibrada de grasas, caracterizada por:
- Un exceso de grasas saturadas, presentes en los productos de origen animal, y de omega-6, presentes en los aceites de girasol y maíz y en los alimentos industriales,
- Una deficiencia de omega-3 que se encuentra en el pescado azul o en el aceite de colza.
Los ácidos grasos saturados son más tóxicos para el hígado porque son más difíciles de transformar en triglicéridos (una forma menos peligrosa de almacenamiento). Por lo tanto, se recomienda reequilibrar su ingesta y también complementar con omega-3.
La fructosa
A veces llamada la "enfermedad de la soda", el consumo de bebidas azucaradas parece ser un factor determinante en el desarrollo de la EHNA.
La gran cantidad de fructosa que contienen los refrescos azucarados favorece la producción de grasa en el hígado. Aumenta la concentración de ácido úrico en la sangre, un factor de riesgo de la enfermedad.
En un estudio llevado a cabo en 271 niños y adolescentes obesos de Estados Unidos con hígado graso, se descubrió que los que desarrollaron EHNA consumían mayores cantidades de refrescos que los demás participantes en el estudio.
Pero los refrescos no son la única fuente de fructosa en la dieta. De hecho, muchos productos industriales también son ricos en fructosa porque están endulzados con jarabe de maíz o glucosa, por ejemplo.
Aunque no existen tratamientos para la EHNA, el proceso es reversible. Una pérdida de peso superior al 10% del peso original, combinada con la actividad física y el control de la dieta, puede frenar el fenómeno.
Fuentes:
Qu’est-ce que la NASH et comment l’éviter ?, Julien Venesson
Nash : comment éviter la maladie du foie gras ?, DH Net
La NASH ou maladie du soda, l’épidémie dont on ne parle pas assez, Marie Claire
Stéatose hépatique non alcoolique (NAFLD/NASH), SNFGE
Qu'est-ce que la NASH ?, The NASH Education Program
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