Fibromialgia: ¿cuáles son los 18 puntos de presión que ayudan en el diagnóstico?
Publicado el 23 may. 2023 • Por Polina Kochetkova
La fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta a más de 900.000 personas en España. En este artículo hablamos de la definición, los síntomas, los puntos dolorosos, el diagnóstico y los tratamientos de la fibromialgia.
¿Te preocupa padecer fibromialgia? ¿Cómo identificar los síntomas de la fibromialgia? ¿Y cómo encontrar los puntos dolorosos de la enfermedad en tu cuerpo? ¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?
¡Sigue leyendo y para descubrirlo!
¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta a más de 900.000 personas en España. Sin embargo, aún no se conoce del todo porque, antes, los médicos no estaban seguros de que fuera una enfermedad real. La fibromialgia, o síndrome fibromiálgico, provoca dolor generalizado en todo el cuerpo, fatiga, niebla cerebral, problemas de sueño, depresión y otros síntomas. A menudo se diagnostica erróneamente y se confunde con la enfermedad de Lyme o la depresión. Aún no se conoce la causa de la fibromialgia, pero entre los posibles factores desencadenantes figuran los siguientes:
- Traumatismos físicos,
- Trauma emocional,
- Una reacción anormal al dolor.
El dolor asociado a la fibromialgia puede ser muy intenso, sobre todo durante los brotes. El dolor puede agravarse con el ejercicio, el frío y el estrés.
¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?
Normalmente, cuando uno siente dolor puede identificar rápidamente la causa, ya sea una distensión muscular en el gimnasio o un corte mientras cocina, pero para las personas con fibromialgia el proceso de identificación de la causa del dolor puede ser mucho más complejo. Cuando se experimenta dolor a diario sin conocer el motivo, puede resultar muy frustrante. Una de las razones por las que se tarda tanto en diagnosticar la fibromialgia es que esta enfermedad es muy poco conocida y sus síntomas a menudo se pasan por alto o se ignoran. Muchos pacientes de fibromialgia describen un largo proceso de diagnóstico, que puede resultar confuso incluso para los médicos. Otra razón por la que el diagnóstico puede ser lento es que simplemente no existe una prueba específica para la fibromialgia. Los profesionales sanitarios suelen basarse en los síntomas que relata el paciente y en una exploración física para hacer un diagnóstico.
Las pruebas diagnósticas de la fibromialgia son:
- Observaciones físicas en al menos 11 de 18 puntos sensibles,
- La eliminación de otra enfermedad que pueda ser responsable de los síntomas relacionados, en particular el dolor crónico,
- Un cuestionario especializado, el cuestionario FIRST, que permite evaluar el dolor y orientar el diagnóstico.
Otros síntomas de la fibromialgia son: dolores de cabeza, depresión, ansiedad, síndrome del intestino irritable y síndrome de las piernas inquietas. Aunque la fibromialgia no tiene cura, con un tratamiento y control adecuados, los pacientes pueden experimentar una reducción significativa de los síntomas y una mejora de su calidad de vida. Es importante que las personas con fibromialgia colaboren estrechamente con su profesional sanitario para desarrollar un plan de tratamiento personalizado que satisfaga sus necesidades específicas. La fibromialgia puede diagnosticarse si los síntomas han estado presentes durante al menos tres meses y no hay otra causa posible.
¿Cuáles son los 18 puntos clave del dolor de la fibromialgia?
Hugh Smythe y Harvey Moldofsky, dos médicos canadienses, presentaron por primera vez los criterios de la fibromialgia basándose en el descubrimiento de estos puntos sensibles en 1977, cuando apareció por primera vez el nombre de "puntos dolorosos".
Aunque se sabe que la fibromialgia es una enfermedad que causa dolor generalizado, los médicos suelen notar zonas específicas del cuerpo en los pacientes con fibromialgia que parecen más sensibles al tacto que las personas que no padecen la enfermedad. Estas zonas se denominan "puntos sensibles".
Los puntos sensibles son localizaciones del dolor que están cerca de las articulaciones, pero no en las articulaciones mismas. Cuando se presionan estos puntos, duelen. Incluso una ligera presión con el dedo, como un pinchazo, puede provocar un escalofrío o un estremecimiento. Los médicos utilizan 18 puntos concretos del cuerpo para diagnosticar la fibromialgia. Los puntos sensibles se sitúan esencialmente en la nuca, el cuello, los hombros, el pecho, las caderas, las rodillas y los codos. Cuando se ejerce presión sobre los puntos sensibles, éstos pueden doler. Un paciente con fibromialgia debe experimentar dolor en al menos 11 de estos 18 puntos para que se diagnostique la enfermedad.
Los niveles de dolor pueden variar de un paciente a otro. Sin embargo, las molestias en zonas sensibles pueden identificarse con un poco de presión.
Aunque los expertos no están seguros de la causa exacta de estas sensibilidades en determinadas partes del cuerpo, el Dr. John Dombrowski, anestesista y especialista en tratamiento del dolor del Washington Pain Centre de Washington D.C., afirma que están asociadas a espasmos musculares.
Según el Dr. John Dombrowski: "Cuando los músculos sufren espasmos [contracciones involuntarias], tienden a carecer de oxígeno y de sangre. Esta falta de oxígeno y la acumulación de ácido y dióxido de carbono provocan un aumento del dolor en los músculos, lo que incrementa los espasmos, y es un círculo vicioso." ¿Por qué se producen los espasmos musculares? "Todavía no sabemos la razón de los espasmos y el aumento de la sensibilidad. Pero lo que causa el dolor es un hecho cíclico", declara el Dr. Dombrowski.
Entre las 18 zonas sensibles a la fibromialgia, se encuentra:
- La parte delantera de la parte inferior del cuello,
- El borde superior del pecho,
- La zona del codo,
- Las rodillas,
- Los huesos de la cadera,
- La base del cráneo, cerca de la parte inferior de la cabeza,
- La parte superior de la nalga,
- La nuca,
- La parte posterior de los hombros.
¿Qué hacer si se sospecha de una fibromialgia?
Si crees que padeces fibromialgia, es esencial que acudas inmediatamente al médico para que te dé un diagnóstico correcto lo antes posible. El primer paso para saber si tienes o no fibromialgia es acudir a tu médico de cabecera. Te hará un examen físico completo y te preguntará por tus síntomas. También puede pedirte análisis de sangre para descartar otras enfermedades como el lupus o la artritis reumatoide, que pueden presentar síntomas similares.
Si tu médico de cabecera sospecha que padeces fibromialgia, es posible que te remita a un reumatólogo o a un especialista en tratamiento del dolor para una evaluación más exhaustiva. Estos especialistas están capacitados para diagnosticar y tratar la fibromialgia y otros dolores crónicos. Pueden realizar pruebas adicionales, como un examen de puntos sensibles, que consiste en presionar puntos específicos del cuerpo para ver si son sensibles o dolorosos.
Por último, es importante cuidar la salud general durmiendo lo suficiente, comiendo bien y haciendo ejercicio con regularidad. El ejercicio puede ser especialmente beneficioso para las personas con fibromialgia, ya que puede ayudar a reducir el dolor y la rigidez, mejorar la calidad del sueño y mejorar el estado de ánimo y los niveles de energía.
¿Cuáles son los tratamientos de la fibromialgia?
Aunque la fibromialgia no pone directamente en peligro la vida, puede ser extremadamente difícil de manejar y causar reacciones incapacitantes en la vida cotidiana. El tratamiento de la fibromialgia suele basarse en una combinación de medicación, ejercicio y cambios en el estilo de vida. Medicamentos como la duloxetina, el milnaciprán y la pregabalina pueden ser eficaces para reducir el dolor y mejorar el sueño. La fisioterapia y el ejercicio también pueden ayudar a mejorar la fuerza muscular y la flexibilidad y a reducir el dolor. Los cambios en el estilo de vida, como la reducción del estrés, una alimentación sana y un sueño reparador, también pueden ayudar a controlar los síntomas de la fibromialgia.
Algunas de las formas no médicas de aliviar los síntomas de la fibromialgia son:
- Programa de ejercicios diseñado para pacientes con fibromialgia,
- Acupuntura
- Tai Chi
- Yoga
Hablar con un terapeuta también puede ayudar a controlar mejor la enfermedad y hacer frente a los posibles signos de depresión causados por el dolor crónico. Unirse a una organización de pacientes de fibromialgia puede ser beneficioso para sentirse mejor apoyado en la lucha contra esta enfermedad crónica.
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