La enfermedad de Parkinson: ¿Es posible ralentizar su progresión?
Publicado el 31 ago. 2024 • Por Somya Pokharna
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo progresivo que afecta principalmente al movimiento. A medida que la enfermedad avanza, los síntomas empeoran, lo que afecta gravemente a la calidad de vida. Sin embargo, investigaciones recientes han permitido albergar esperanzas de que sea posible ralentizar la progresión de la enfermedad de Parkinson mediante una combinación de terapias, cambios en el estilo de vida y tratamientos emergentes.
Entonces, ¿cómo progresa la enfermedad de Parkinson y cuáles son los hábitos cotidianos, las terapias y los tratamientos que pueden ayudar a ralentizarla?
¡En este artículo te contamos todos los detalles!
¿Cuáles son las causas de la progresión de la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson se caracteriza por la degeneración de las neuronas productoras de dopamina (dopaminérgicas) en una región específica del cerebro denominada sustancia negra. Esta pérdida de dopamina, un neurotransmisor esencial para coordinar el movimiento, provoca los síntomas característicos de la enfermedad de Parkinson: temblores, rigidez, bradicinesia (lentitud de movimientos) e inestabilidad postural.
La causa exacta de la muerte neuronal en la enfermedad de Parkinson sigue sin estar clara, pero se cree que contribuyen varios factores, entre ellos las mutaciones genéticas, las toxinas ambientales y la acumulación de proteínas mal plegadas, en particular una proteína dañina llamada alfa-sinucleína. Recientes investigaciones del Johns Hopkins han descubierto que la alfa-sinucleína desencadena procesos que matan las células cerebrales, lo que indica que atacar esta proteína podría ser la clave para ralentizar la enfermedad de Parkinson.
¿Cómo ralentizan los cambios en el estilo de vida la progresión de la enfermedad de Parkinson?
Los cambios en el estilo de vida desempeñan un papel importante a la hora de ralentizar la progresión de la enfermedad de Parkinson:
Ejercicio
Uno de los enfoques más prometedores para ralentizar la progresión de la enfermedad de Parkinson es el ejercicio. Múltiples estudios muestran que la actividad física regular puede mejorar significativamente la función motora e incluso modificar el curso de la enfermedad. Puede aumentar la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para reorganizarse formando nuevas conexiones neuronales. Este proceso puede ayudar a compensar la pérdida de neuronas dopaminérgicas y mejorar el control motor. Además, se ha demostrado que el ejercicio aumenta la producción del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una proteína que favorece la supervivencia y el crecimiento de las neuronas, lo que podría ralentizar la progresión de la enfermedad.
Los ejercicios de alta intensidad, como caminar a paso ligero, montar en bicicleta y el entrenamiento de fuerza, son especialmente beneficiosos. Estas actividades no sólo mejoran los síntomas físicos, sino que también tienen el potencial de estabilizar o reducir la cantidad de medicación necesaria para controlar la enfermedad. No obstante, es muy importante consultar siempre al médico antes de modificar la medicación.
Los beneficios del ejercicio no se limitan a quienes pueden realizar entrenamientos de alta intensidad. Incluso las actividades de baja intensidad, como caminar o trabajar en el jardín, han demostrado ofrecer beneficios significativos para las personas con enfermedad de Parkinson. La clave está en la constancia y en adaptar el régimen de ejercicio a las capacidades y necesidades del paciente, idealmente bajo la orientación de profesionales sanitarios.
Dieta
También se ha demostrado que la dieta influye en la evolución de la enfermedad. La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables, se ha asociado a un deterioro cognitivo más lento en los pacientes con enfermedad de Parkinson. Se cree que esta dieta reduce la inflamación y el estrés oxidativo, factores ambos que contribuyen a la neurodegeneración.
Compromiso cognitivo
Se ha demostrado que participar en actividades mentalmente estimulantes, como la lectura, los rompecabezas y la interacción social, mejora la función cognitiva y puede ayudar a retrasar la aparición de la demencia, una complicación frecuente en las últimas fases de la enfermedad de Parkinson.
¿Cuál es el papel de los agonistas del receptor GLP-1 (medicamentos para la diabetes) en la ralentización de la progresión de la enfermedad de Parkinson?
Investigaciones recientes también han explorado el potencial de ciertos medicamentos para la diabetes, específicamente los agonistas del receptor GLP-1, para ralentizar la progresión de la enfermedad de Parkinson. Estos fármacos, diseñados originalmente para controlar los niveles de azúcar en sangre en la diabetes, han mostrado efectos neuroprotectores en estudios preclínicos. Actúan reduciendo la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro, dos factores que se cree que contribuyen a la neurodegeneración observada en la enfermedad de Parkinson. Algunos ejemplos de estos agonistas del receptor GLP-1 son:
- Exenatida (Byetta, Bydureon)
- Liraglutida (Victoza)
- Dulaglutida (Trulicity)
- Semaglutida (Ozempic, Rybelsus)
- Lixisenatida (Adlyxin)
La exenatida ha sido objeto de ensayos clínicos para la enfermedad de Parkinson con algunos resultados iniciales prometedores, mostrando que los pacientes tratados con ella experimentaban una progresión más lenta de los síntomas motores en comparación con los que no recibían el fármaco.
Sin embargo, aunque estos hallazgos son alentadores, se necesitan ensayos más amplios para confirmar estos beneficios y determinar los efectos a largo plazo de los medicamentos GLP-1 en pacientes con enfermedad de Parkinson. Asegúrate de consultar a tu médico antes de añadir cualquier medicamento nuevo a tu régimen.
¿Puede el tratamiento de la alfa-sinucleína ralentizar la progresión de la enfermedad de Parkinson?
La proteína alfa-sinucleína se agrega de forma anormal en el cerebro de los enfermos de Parkinson. Estos agregados, conocidos como cuerpos de Lewy, son tóxicos para las neuronas y se cree que desempeñan un papel clave en la progresión de la enfermedad de Parkinson.
Investigaciones recientes han descubierto nuevas formas de atacar la alfa-sinucleína. Por ejemplo, investigadores del Johns Hopkins han descubierto que la alfa-sinucleína patológica puede desencadenar una síntesis excesiva de proteínas en las neuronas, lo que conduce al estrés celular y, finalmente, a la muerte celular. Dirigiéndose a las vías moleculares implicadas en este proceso, los investigadores esperan desarrollar tratamientos que puedan ralentizar o incluso detener la progresión de la enfermedad de Parkinson.
Un enfoque prometedor consiste en utilizar infusiones de anticuerpos para neutralizar la alfa-sinucleína. Los ensayos clínicos en fase inicial han demostrado que este método podría ralentizar la acumulación de la proteína y retrasar la progresión de los síntomas motores. Aunque todavía experimental, este enfoque es una nueva dirección prometedora en la investigación de la enfermedad de Parkinson.
Dado que la enfermedad de Parkinson es muy compleja y varía mucho de un individuo a otro, la atención personalizada es fundamental. Lo que funciona para un paciente puede no funcionar para otro. Por lo tanto, los planes de tratamiento deben adaptarse a cada persona, con una combinación de medicación, ejercicio, dieta y otras terapias. Es esencial realizar un seguimiento periódico con los profesionales sanitarios para controlar la progresión de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.
In the future, advanced biomarkers and genetic testing may help doctors predict how Parkinson's disease will progress in each patient, allowing for more precise treatments. Until then, combining standard medical care with lifestyle changes is the best way to slow down the disease and improve quality of life.
En el futuro, los biomarcadores avanzados y las pruebas genéticas podrán ayudar a los médicos a predecir cómo evolucionará la enfermedad de Parkinson en cada paciente, lo que permitirá tratamientos más precisos. Hasta entonces, combinar la atención médica estándar con cambios en el estilo de vida es la mejor manera de ralentizar la enfermedad y mejorar la calidad de vida.
Fuentes:
A treatment for diabetes may slow the progression of Parkinson's disease — Bordeaux Neurocampus
Can Exercise Slow Parkinson's Disease Progression? with Daniel Corcos, PhD: Research — Feinberg School of Medicine
Can Progression of Parkinson Disease Be Slowed? — American Journal of Managed Care
Can We Put the Brakes on Parkinson’s Progression? — Parkinson's Foundation
Deep brain stimulation in early-stage Parkinson disease — NIH
Early-stage Parkinson’s: Regular exercise may slow progression — Medical News Today
Fighting Parkinson's Disease with Exercise and Diet — Johns Hopkins Medicine
Five exercises that may help slow the progression of Parkinson’s disease — St Josephs/Candler
GLP—1 medications may slow progression of Parkinson’s symptoms — UCLA Health
Newly Diagnosed with Parkinson’s Disease? Here’s What You Need to Know — Temple Health
Parkinson's disease progression slowed by antibody infusions — New Scientist
Parkinson's Disease: Study Finds Intense Exercise May Ease Symptoms — Healthline
Therapies to Slow, Stop, or Reverse Parkinson’s Disease — NIH
Comentarios
También te gustará
Enfermedad de Parkinson: "Soy una persona sana con Parkinson y ese señor no me va a vencer."
24 abr. 2024 • 6 comentarios