La psoriasis como estigma social
Publicado el 21 ago. 2017

La gente estigmatizada es diferenciada, subvalorada, aislada, y ese rechazo limita sus posibilidades de vida en términos de trabajo, vivienda, relaciones interpersonales y acceso a la salud.
Efectivamente, existen ciertas enfermedades que causan rechazo en la sociedad moderna, no porque sean contagiosas, sino por el aspecto que ofrecen. La psoriasis es ejemplo de una enfermedad inflamatoria de la piel que también afecta a otras partes del organismo y, muy especialmente, a la salud emocional por esta sensación de aislamiento que produce.
Clasificación de la Psoriasis
Esta enfermedad tiene su origen en un trastorno del sistema inmune, por lo que es considerada como una enfermedad autoinmune. Una enfermedad autoinmune es cualquier trastorno provocado por el ataque del sistema inmunitario al propio organismo.
La mayoría de las células de la piel se dividen y sustituyen aproximadamente una vez al mes (entre cada 1.58 y 30 días). A medida que aparecen nuevas células, las antiguas de la superficie se mueren y se desprenden. En la mayoría de las personas, el proceso apenas se nota.
En las personas con psoriasis, este proceso no funciona correctamente. En lugar de reproducirse cada mes, las células de la piel de las zonas afectadas se reproducen entre cada 3 y 6 días. Como resultado, el número de células aumenta enormemente.
Esta rapidez provoca la acumulación de células muertas sobre la piel, lo que da lugar a una lesión o mancha engrosada y escamosa de feo aspecto. Comúnmente se presenta en placas, las escamas de la superficie de la piel se caen con facilidad, dando lugar a una escama blanca o plateada. Las células de debajo de la superficie se unen y forman lesiones sensibles y rojas que pueden sangrar.
La presentación y el tipo morfológicos de psoriasis se pueden utilizar para clasificar la condición en varias categorías histológicas bien diferenciadas; Psoriasis de la Placa (psoriasis vulgaris), Psoriasis pustuluso Generalizado, Series continuas de Acrodermatitis, Pustulosispalmaris/plantaris, Psoriasis de Guttate, Artritis Psoriática, Spondylitis Psoriático y Psoriasis Inverso.
El estado de inflamación de la piel también se debe al aumento de células inflamatorias (leucocitos). No se ha identificado ningún “gen de la psoriasis” como tal, pero esta enfermedad puede compartir partes de genes relacionados con otras enfermedades autoinmunes e inflamatorias. Eso podría explicar por qué los enfermos de psoriasis también pueden padecer otras enfermedades, como artritis psoriásica, enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes de tipo 1 o esclerosis múltiple.
La psoriasis se produce debido a una combinación de factores genéticos y ambientales. Alguien con psoriasis puede haber heredado la tendencia a padecer enfermedades autoinmunes o inflamatorias.
Tratamiento para la Psoriasis
Como enfermedad crónica que es, el objetivo del tratamiento es principalmente la disminución de los síntomas y la prevención de infecciones secundarias. Para ello existen cuatro opciones para su tratamiento: sustancias de uso tópico, fármacos sistémicos, fototerapia y el uso de remedios naturales.
Si quieres saber como curar la psoriasis de forma natural entra en este enlace, pero empiece desde ya a cuidar la alimentación, paso fundamental para que cualquier método que se utilice para eliminar este mal de la piel sea efectivo. Coma mucha fruta y verduras, sobre todo aquellas que tengan propiedades depurativas.
Existen muchas páginas webs que aportan información sobre como curar la psoriasis, tantas que a veces se contradicen mutuamente. La web que se recomienda en este artículo viene avalada por casos reales y en ningún caso producirá, con alguno de los tratamientos naturales que ofrece, contraindicación alguna.
El tratamiento para la psoriasis depende de cada paciente y del tipo de la enfermedad que tenga, según la gravedad (leve, moderada o grave), así como la forma y patrón de las escamas. A pesar de que no existe cura para esta enfermedad, sí se puede mantener totalmente controlada y en algunos casos los síntomas (inflamación, enrojecimiento, descamación y picor) no tienen por qué volver a aparecer.
Como hemos apuntado, las soluciones para su tratamiento pueden ser aplicando sustancias de uso tópico, es decir, con cremas, lociones, pomadas y geles que se aplican directamente sobre la zona afectada, con la aplicación de fototerapia (luz ultravioleta artificial o una combinación de luz ultravioleta y medicaciones, denominada PUVA) o los tradicionales fármacos sistémicos recetados por un profesional.
Por último, al igual que aconsejábamos una alimentación sana, natural y equilibrada, independientemente del camino que se escoja como tratamiento, la higiene también es fundamental para acompañar a la optimización de la medicación o el uso de geles y cremas. Los pacientes con psoriasis deben mantener obligatoriamente y de forma constante una higiene adecuada en la piel para evitar que se produzcan infecciones que puedan originar lesiones y un nuevo brote de la enfermedad.
Estrella Digital
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