Trastornos sensoriales en la esclerosis múltiple (entumecimiento, hormigueo...)
Publicado el 30 jul. 2023 • Por Candice Salomé
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). Afecta a la mielina -la vaina que rodea y protege las fibras nerviosas-, cuya destrucción progresiva ralentiza la transmisión de los impulsos nerviosos. La esclerosis múltiple se asocia a una serie de síntomas. Entre ellos, problemas sensoriales como hormigueo, quemazón, picor, entumecimiento, etc.
¿Qué problemas sensoriales se asocian a la esclerosis múltiple? ¿Cuándo aparecen? ¿Cómo se desarrollan? ¿Cómo deben tratarse?
¡Te lo contamos todo en nuestro artículo!
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune crónica del cerebro y la médula espinal. En la EM, el sistema inmunitario del paciente ataca una proteína esencial para la propagación de los impulsos nerviosos -la mielina- y las células que la producen.
Como consecuencia, la EM afecta al movimiento, los sentidos y el equilibrio, entre otras cosas. Los síntomas aparecen en forma de ataques. Existen aproximadamente unos 55.000 pacientes con esclerosis múltiple en España.
¿Qué problemas sensoriales se asocian a la esclerosis múltiple?
Los problemas sensoriales se manifiestan como sensaciones anormales, que pueden ser más o menos desagradables y/o más o menos dolorosas. Están causados por daños en las vías sensoriales que viajan por los nervios y luego por la médula espinal hasta el cerebro.
Los nervios forman una gran red en el cuerpo y están conectados a la médula espinal, a través de la cual se comunican con el cerebro. Por ejemplo, sirven para transmitir mensajes sensoriales al cerebro, como calor o frío.
La EM puede provocar alteraciones en la comunicación de la información sensorial, por lo que los mensajes sensoriales pueden verse alterados. Un trastorno sensorial también puede corresponder a un mensaje sensorial anormal.
En la esclerosis múltiple existen diversos trastornos sensoriales:
La parestesia
La parestesia es un trastorno del sentido del tacto que combina una serie de síntomas desagradables pero no dolorosos: hormigueo, pinchazos, entumecimiento, etc.
La parestesia puede afectar a distintas zonas del cuerpo: una o dos extremidades, por ejemplo, o incluso un lado entero del cuerpo.
La disestesia
La disestesia se produce cuando se altera la sensibilidad de una parte del cuerpo. Corresponde a una reducción o, por el contrario, a una exageración de la sensibilidad. La disestesia se produce, por ejemplo, cuando hay contacto con la piel (roce con una sábana o una prenda de vestir). El contacto puede resultar desagradable o incluso doloroso.
La disestesia incluye hormigueo, pinchazos, ardor y/o irritación, dolor y entumecimiento.
La hiperpatía
La hiperpatía se manifiesta por una sensación anormalmente dolorosa experimentada ante un estímulo repetitivo que persiste cuando se interrumpe el estímulo: contacto frío, palpación, movilización articular, roce de la ropa, etc. El dolor suele afectar a una zona más amplia que la estimulada inicialmente.
El signo del Lhermite
El signo de Lhermitte, o fenómeno de silla del barbero, es una sensación dolorosa que provoca una descarga eléctrica que recorre el cuerpo de arriba abajo cuando se flexionan la cabeza y el cuello.
Los daños a la sensibilidad profunda
La propiocepción -o sensibilidad profunda- se refiere a todos los mecanismos de percepción de las distintas partes del cuerpo. En particular, esta sensibilidad nos permite caminar. Cuando los nervios implicados en la sensibilidad profunda están alterados, pueden producirse problemas de equilibrio y movimiento.
¿Cómo se desarrollan los problemas sensoriales en la esclerosis múltiple?
Los problemas sensoriales pueden aparecer en cualquier momento de la evolución de la esclerosis múltiple (EM). Pueden estar presentes desde los primeros síntomas o aparecer más tarde. Dado que los problemas sensoriales están relacionados con el daño de los nervios sensoriales, su llegada depende de cómo progrese la esclerosis múltiple. Esto difiere de un paciente a otro, y es difícil de predecir.
Su desarrollo también depende del curso de la propia enfermedad. Pueden aparecer durante una recaída y, cuando ésta termina, pueden desaparecer por completo o dejar secuelas. Si hay secuelas, los problemas persisten, en mayor o menor medida.
En el caso de la EM progresiva, estos problemas sensoriales pueden llegar a ser constantes y empeorar a medida que avanza la enfermedad.
¿Cómo deben tratarse los problemas sensoriales relacionados con la esclerosis múltiple?
Si los problemas sensoriales están asociados a un ataque de esclerosis múltiple
Si los problemas sensoriales aparecen durante una recaída de la EM, su manejo depende únicamente del tratamiento de la recaída. El tratamiento durante las recaídas puede limitar o incluso eliminar los síntomas asociados a ellas.
Además, tomar un tratamiento modificador de la enfermedad ayuda a prevenir la aparición de recaídas de esclerosis múltiple y, por lo tanto, también ayuda a limitar los síntomas y trastornos sensoriales asociados.
Si los problemas sensoriales son crónicos
El tratamiento de los trastornos sensoriales relacionados con la EM dependerá de su intensidad y de su repercusión en la calidad de vida de los pacientes.
Cuando los problemas sensoriales no son dolorosos, o causan poca o ninguna molestia, no se propone sistemáticamente un tratamiento. Sin embargo, si los trastornos sensoriales causan un dolor importante y frecuente, pueden considerarse varios enfoques terapéuticos, como el tratamiento farmacológico (neurolépticos, antidepresivos), la estimulación eléctrica transcutánea (TENS), la relajación, la terapia de relajación, la hipnosis y la psicoterapia.
Si tienes uno o varios problemas sensoriales, no tardes en hablar con tu neurólogo. Tras una evaluación, podrá sugerirte el tratamiento más adecuado para ti.
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