¿Cómo alimentarse bien con la enfermedad de Parkinson?
Publicado el 24 mar. 2024 • Por Laury Sellem
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo que afecta a las células cerebrales que controlan el movimiento. Los síntomas más comunes son temblores, espasmos musculares y rigidez, que pueden dificultar enormemente las actividades cotidianas, como comer y digerir las comidas. Los síntomas motores graves pueden provocar desnutrición y pérdida de peso involuntaria, lo que también puede acelerar la progresión de la enfermedad de Parkinson.
¿Cómo es una dieta saludable para las personas con Parkinson? ¿Pueden las opciones dietéticas aliviar los síntomas?
¡Sigue leyendo para averiguarlo!
Alimentación sana con la enfermedad de Parkinson
Aunque no existe una dieta específica para la enfermedad de Parkinson, es importante mantener una alimentación equilibrada para preservar la salud física y mental de los pacientes. Por ejemplo, nuevas investigaciones sugieren que una dieta mediterránea puede ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad de Parkinson, gracias a su alto contenido en fruta, verdura, frutos secos y pescado.
Además, ciertos alimentos específicos pueden ayudar a mantener el bienestar de los pacientes de Parkinson:
- Grasas saludables: el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 o de suplementos de omega-3 se ha asociado a una mejora de la función cerebral en las personas mayores y en los pacientes con EP, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y a su papel en las señales de comunicación entre las neuronas del cerebro. Se encuentran en el pescado azul (salmón, caballa, sardinas, etc.), los frutos secos (nueces, pacanas, etc.) y las semillas (chía, lino, etc.).
- Polifenoles: Los polifenoles son compuestos bioactivos naturales que se encuentran en frutas y verduras, y son especialmente abundantes en arándanos, ciruelas, cerezas y aceitunas negras. Tienen potentes propiedades antioxidantes y se han asociado a una mejora de la función cerebral en pacientes de Parkinson gracias a su efecto regulador sobre el eje microbiota-intestino-cerebro.
- Alimentos ricos en micronutrientes: dado que la desnutrición es común en los pacientes con EP, puede ser útil aumentar la ingesta de vitaminas y minerales mediante una dieta variada y colorida. Los pacientes pueden trabajar con dietistas registrados para cubrir sus necesidades de hierro (carne roja, tofu, legumbres, etc.), vitamina B1 (cerdo, huevos, legumbres, etc.), zinc (pescado, cereales integrales, etc.) y calcio (productos lácteos, verduras de hoja verde, etc.).
Para aprovechar al máximo estos beneficios y ayudar a prevenir otras enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes y el cáncer, los pacientes también deben consumir azúcares añadidos y grasas saturadas con moderación. Esto significa reducir el consumo de mantequilla y alimentos industriales ricos en aceite de palma, y limitar la ingesta de carne roja y procesada (máximo 3 porciones a la semana).
Opciones alimentarias para reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson varían en naturaleza e intensidad de un paciente a otro, y algunos de ellos tienen un gran impacto en la independencia y la vida diaria de los pacientes. Aunque ninguna dieta puede hacer desaparecer los síntomas de la enfermedad de Parkinson, las opciones dietéticas pueden ayudar a aliviar algunos de ellos.
- Estreñimiento: beber mucho líquido (al menos 8 vasos de agua al día) y comer alimentos ricos en fibra puede ayudar a mantener un tránsito intestinal regular. La fibra se encuentra en las verduras, la fruta, los cereales integrales y las legumbres.
- Tensión arterial baja: los líquidos también ayudan a mantener estable la tensión arterial, sobre todo las bebidas con alto contenido en sal. Sin embargo, los pacientes deben consultar a su médico antes de aumentar el consumo de sal, sobre todo si tienen antecedentes de problemas cardíacos o renales.
- Problemas de deglución o masticación: ablandar los alimentos puede ayudar a reducir la estimulación de los músculos de la mandíbula y los problemas de masticación. Además, comer alimentos ácidos o gaseosos y añadir especias y condimentos a los platos puede estimular la producción de saliva y facilitar el proceso de deglución. Durante las comidas, también puede ser útil comer bocados más pequeños y a un ritmo más lento. Los pacientes también pueden pedir ayuda a un logopeda para encontrar la estrategia adecuada que les facilite las comidas.
- Calambres musculares: Mantenerse hidratado puede ayudar a reducir el riesgo de calambres. Además de beber mucho líquido, los pacientes deben limitar el consumo de cafeína o alcohol, ya que ambos favorecen la deshidratación. Algunas investigaciones limitadas también sugieren que los suplementos de cúrcuma y quinina pueden ayudar a prevenir los calambres, aunque sólo deben tomarse bajo la supervisión de un profesional sanitario.
Planificación de comidas y tratamientos para la enfermedad de Parkinson
Algunos tratamientos para la enfermedad de Parkinson tienen efectos secundarios desagradables e interacciones con los alimentos. Por lo tanto, es importante comentar siempre los cambios en la dieta con un profesional sanitario. Estos son algunos de los problemas más frecuentes a los que se enfrentan los pacientes de Parkinson en tratamiento y consejos para afrontarlos.
- Algunos fármacos, como la levodopa, no se absorben con la misma eficacia si se toman cerca de una comida rica en proteínas o con suplementos de hierro. Esto puede hacer que los síntomas de la EP fluctúen y dar la impresión de que el tratamiento no es eficaz. Del mismo modo, algunos tratamientos son más eficaces con el estómago vacío y deben tomarse fuera de las comidas. Los planes de comidas personalizados, elaborados por un dietista, pueden ayudar a alcanzar los objetivos nutricionales sin interferir con los tratamientos contra el Parkinson.
- Las náuseas son un efecto secundario frecuente de la medicación contra el Parkinson y pueden ser muy difíciles de superar. Para algunas personas, dividir los alimentos en varias comidas pequeñas a lo largo del día, empezar las comidas con galletas saladas o tostadas y limitar los líquidos durante las comidas puede ayudar a reducir esta desagradable sensación.
- Los inhibidores de la monoaminooxidasa tipo B (MAO-B), utilizados habitualmente en el tratamiento de la EP, reducen la capacidad del cuerpo para procesar el aminoácido tiramina. Si se consume en grandes cantidades, la tiramina puede acumularse en el torrente sanguíneo y provocar hipertensión o incluso una crisis hipertensiva. Por lo tanto, los pacientes en tratamiento con MAO-B deben consumir con moderación alimentos ricos en tiramina (por ejemplo, queso, embutidos, pepinillos fermentados, licores como el sheery o el vermut).
¡Recuerda!
Aunque puede resultar difícil para los pacientes cambiar toda su dieta, los pequeños cambios pueden adoptarse rápidamente y contribuir a su bienestar general a largo plazo. Además del médico, también es importante que los pacientes busquen el apoyo de profesionales sanitarios para mejorar su calidad de vida, como dietistas para planificar las comidas, terapeutas ocupacionales para investigar dispositivos de ayuda y logopedas para problemas de mandíbula y deglución.
Fuentes:
World Health Organization - Parkinson Disease Key Facts
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