Depresión: "No te avergüences de vivir con depresión, ¡puedes pedir ayuda!"
Publicado el 9 mar. 2022 • Por Courtney Johnson
charding8290, miembro de Carenity EEUU, vive con depresión desde que era una niña. Aunque sigue siendo una batalla que libra cada día, ¡nos cuenta cómo trabaja para acabar con el estigma asociado a las enfermedades mentales y para que la gente sepa que no está sola!
¡Descubre su historia a continuación!
Hola charding8290, ¡gracias por aceptar compartir tu historia con nosotros en Carenity!
En primer lugar, ¿podrías hablarnos un poco más sobre ti?
Tengo 60 años y vivo en Bowie, Maryland. Tengo tres hijos mayores: dos hijos de 39 y 37 años y una hija de 31 años.
Ya no trabajo; tengo una discapacidad total, pero antes era profesora de infantil. Mis aficiones son la lectura y los juegos de ordenador. Me encanta ayudar a los demás, por lo que soy voluntaria y sirvo en varios ministerios de mi iglesia.
¿Podrías contarnos cómo llegó la depresión a tu vida? ¿Cuáles fueron los primeros signos o síntomas que experimentaste? ¿Qué la desencadenó?
Sinceramente, no sé con certeza cuándo llegó la depresión a mi vida, pero creo que he estado lidiando con ella desde que tenía unos 10 años.
El desencadenante fue y ha sido los comentarios negativos de mi madre y mis hermanos: "No soy buena, nunca llegaré a nada, no valgo nada, no me quieren", etc.
Recuerdo que nunca fui feliz, era muy reservada, empecé a beber a los 11 años y tenía muchos pensamientos de suicidio.
¿Cómo te diagnosticaron? ¿A qué médico o médicos acudiste? ¿Qué diagnóstico o diagnósticos te dieron?
En 1986, mi vecina me encontró acurrucada en el sofá llorando incontroladamente, sin poder hablar, llamó a su médico y éste le dijo que me llevara a urgencias inmediatamente.
En urgencias, el médico dijo que había que ingresarme en psiquiatría. A la mañana siguiente, me hicieron un MMPI (Minnesota Multiphasic Personality Inventory), y el psicólogo me dio el diagnóstico de depresión clínica (conocida hoy como depresión mayor o trastorno depresivo mayor, TDM).
¿Podrías hablarnos del impacto que la depresión ha tenido en tu vida personal o profesional?
Como he dicho antes, empecé a beber a los 11 años y pronto descubrí que era una forma de adormecer el dolor, así que rápidamente se convirtió en una forma de vida para mí.
La escuela fue bastante borrosa hasta el instituto, que era cuando estaba en el recinto escolar pero no iba a mis clases. Llevaba ron por las mañanas, compraba una lata de coca y luego iba al baño y me preparaba un ron con coca porque me dolía mucho.
A los 18 años, conocí a un hombre en un bar y me fui a vivir con él para alejarme de mi madre. Un año después nos casamos. Unos 5 años más tarde, decidió que ya no quería estar casado y me abandonó, dejándome con 2 hijos menores de 5 años, sin dinero, sin transporte (a 8 kilómetros de la tienda más cercana) y con los armarios casi vacíos.
He sido indigente y víctima de una violación que me dejó embarazada de mi hija. Mi madre afirmaba que no me habían violado porque aparentemente "ningún hombre va y viola a una mujer".
Perdí la custodia de mi hijo menor a manos de mi hermana, que empezó a llevárselo para ayudarme tras el nacimiento de mi hija. Después de varios meses, me denunció como madre no apta y quiso que el juzgado me quitara a mi hijo y a mi hija. Afortunadamente el juez no le dio la razón.
Todavía tengo mucho dolor, un dolor muy profundo, que ha sido empujado hacia abajo durante muchos años y todavía tengo pensamientos de suicidio. Cada día es una lucha para mí para salir de la cama. Lucho con todo, debo levantarme y salir de casa porque si no lo hago, caeré en espiral.
¿Tu depresión afecta a tus relaciones con la familia y los amigos? ¿Comprenden tu depresión? ¿Te sientes apoyada?
Mi familia (mi madre, antes de que falleciera, y mis hermanos) no entienden mi depresión en absoluto. No podían aceptarla cuando me diagnosticaron oficialmente, pues pensaban que debía "recuperarme rápido" porque estaba avergonzando a la familia.
Mi hijo y mi hija lo entienden y me apoyan mucho, de hecho, son mi roca, y me ayudan a seguir adelante cada día.
Me siento algo apoyada por mis amigos, pero he experimentado el estigma y he oído comentarios de que si rezara no estaría deprimida o que si realmente creyera en Jesús no tendría nada por lo que estar deprimida.
También me han preguntado qué puede hacer alguien para ayudarme, a lo que he respondido que "me llamen para ver cómo estoy, que me inviten a tomar un café o a comer, etc", pero nunca lo han hecho. Creo que esto se debe a que la gente no entiende del todo la depresión, así que siempre intento encontrar formas de ayudarles a entenderlo mejor.
¿Te han recetado algún medicamento? Si es así, ¿estás satisfecha con ellos? ¿Cuánto tiempo llevas tomándolos?
Sí, actualmente tomo 300 mg de bupropión (Zyntabac®) cada mañana y 50 mg de quetiapina (Seroquel®) cada noche. Llevo unos dos años tomándolos, la dosis se ha aumentado varias veces, pero como sigo teniendo tantas dificultades, me pregunto si hay que volver a aumentarla o cambiarla por otro antidepresivo.
Con la Quetiapina, si no la tomo, no consigo dormir nada. Hicieron falta muchos medicamentos diferentes para encontrar uno que me ayudara a dormir. Y aunque me despierto durante la noche, soy capaz de volver a dormir, así que ahora duermo al menos 5-6 horas en lugar de unas 2 horas.
Antes de estos he tomado otros antidepresivos, el primero fue la imipramina cuando estaba en el hospital, el único otro que recuerdo fue la fluoxetina (Prozac®).
¿Ves a un médico o a un profesional de la salud mental? ¿Qué opinas de sus cuidados?
Hasta hace poco, veía a una enfermera de salud mental psiquiátrica (PMHNP) para mis medicamentos y a un psicoterapeuta.
Estoy intentando encontrar a alguien nuevo porque mi terapeuta primero se fue de baja por maternidad durante 6 meses, volvió durante un mes y luego su madre falleció. Me dijo que se estaba tomando un tiempo para sí misma, lo cual entiendo perfectamente, pero me prometió que volvería y que no iba a dejar la clínica.
Había establecido una muy buena relación con ella, así que esperé a saber algo. Cuando pasó bastante tiempo, hablé con mi enfermera psiquiátrica al respecto y me aseguró que mi terapeuta iba a volver. La última sesión con mi terapeuta fue en julio y a día de hoy no he sabido nada.
Esto ha sido muy difícil para mí porque, como muchos de vosotros sabéis, puede ser muy difícil encontrar un buen terapeuta, el que tuve antes de éste me dijo que sólo tenía que "pensar en magdalenas y arco iris". Pero esta fue increíble; construí una muy buena relación con ella y luego, así como así, se acabó sin informarme o dar una explicación.
Mi enfermera me organizó una cita con otro terapeuta en la clínica, pero después de dos sesiones supe que nunca funcionaría. El dolor que siento por todo esto sigue creciendo, que me dejen caer así y que luego me mientan ha hecho que encontrar un nuevo terapeuta sea muy difícil.
¿Cómo te va hoy en día? ¿Qué planes tienes para el futuro?
Sigo luchando cada día; por eso soy tan voluntaria en mi iglesia, me ayuda a salir adelante.
Actualmente me hospedo en una habitación en casa de un amigo, pero realmente quiero tener un lugar propio, así que estoy trabajando en eso y en encontrar un nuevo terapeuta.
¿Qué opinas de las comunidades de pacientes en línea como Carenity? ¿Puedes encontrar consejo y apoyo?
Me gusta mucho formar parte de comunidades como Carenity porque puedes entablar relaciones y recibir apoyo de otras personas que entienden perfectamente lo que tienes que afrontar cada día.
Por último, ¿qué consejo darías a otros miembros de Carenity que viven con depresión?
Mi principal consejo es que no se avergüencen de vivir con depresión. Es una enfermedad que no elegimos tener, pero no es contagiosa. Y sí, puedes hacer cosas cotidianas, puedes reírte y pasarlo bien y seguir estando deprimido, así que no dejes que los demás te digan lo contrario.
¿Te gustaría añadir algo más?
Hace unos 8 años, compartí mi historia por primera vez en público en una conferencia en la que sólo conocía a dos personas. Desde entonces, comparto mi historia cada vez que me lo piden, no sólo porque me ayuda (lo hace), sino porque nunca se sabe quién está sentado en la audiencia que necesita escuchar que está bien admitir que se vive con depresión y que está bien pedir ayuda. Y lo que es más importante, nunca se sabe quién puede descubrir que no está solo.
¡La única forma de eliminar el estigma es hablar, así que sal ahí fuera y comparte tu historia!!
¡Muchas gracias a charding8290 por compartir su historia con nosotros en Carenity!
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¡Cuidate!
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