Cigarrillos VS e-cigarrillos: actualización del consumo y riesgos a evitar

Cigarrillos, en declive gracias a la lucha de las autoridades

Los cigarrillos, una plaga responsable de muchas muertes

Los cigarrillos siguen siendo la causa principal de enfermedades prevenibles y de muerte en los Estados Unidos. Mata a unos 480.000 estadounidenses cada año y 16 millones sufren de enfermedades relacionadas con el tabaco. En el Reino Unido, 100.000 personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con el tabaco. En Francia, 73.000 muertes prematuras están relacionadas con el tabaquismo.

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Frente a estas cifras, las autoridades de muchos países han puesto en marcha medidas para combatir el consumo de tabaco. En Francia, por ejemplo, las ventas de cigarrillos disminuyeron un 9,32% en volumen en 2018, como consecuencia de la subida de precios a principios de año y, más en general, de la política pública antitabaco. El hecho de ofrecer un paquete neutro (negro, ocupado principalmente por una foto que denuncia las consecuencias del tabaquismo) ha desanimado a algunos jóvenes preocupados por el aspecto estético de su paquete de cigarrillos.

Los jóvenes, una nueva generación de fumadores a evitar

De hecho, las políticas antitabaco están dirigidas principalmente a evitar que los jóvenes empiecen a fumar. La FDA (Food and Drug Administration de los Estados Unidos) recordó recientemente que casi todos los fumadores adultos comenzaron cuando eran menores de edad. Casi el 90% de ellos comenzaron antes de los 18 años y el 95% antes de los 21. Sólo el 1% de los fumadores de cigarrillos comenzó a los 26 años o más.

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La misma FDA también tiene la intención de imponer una prohibición de venta de cigarrillos y cigarros mentolados, haciendo hincapié en que el mentol se utiliza para enmascarar los aspectos repulsivos del humo que disuaden a los niños de fumar. Un diputado hawaiano incluso presentó un proyecto de ley al parlamento local para elevar la edad mínima para comprar tabaco a... ¡100 años en 2024!

Medidas que hasta ahora han dado sus frutos en el país del Tío Sam: en noviembre, las autoridades sanitarias anunciaron que el número de fumadores había alcanzado el 14% de la población, el nivel más bajo jamás registrado en el país. El número de fumadores ha bajado al 67% en comparación con 1965.

El cigarrillo electrónico, ¿una buena o mala idea para dejar de fumar?

Beneficios probados

Un estudio inglés en el que participaron casi 900 personas sugiere que los cigarrillos electrónicos son dos veces más efectivos que los parches de nicotina o el chicle para dejar de fumar. El 18% de los fumadores que se pasaron a los cigarrillos electrónicos lograron dejar de fumar durante un año, en comparación con el 9,9% de los que se pasaron a los parches y otros derivados de la nicotina.

Los cigarrillos electrónicos tienen todas las razones, concluye el estudio, para estar más integrados en el proceso de dejar de fumar.

Reemplazar una adicción por otra

Sin embargo, los investigadores británicos señalaron un inconveniente: el 80% de los fumadores que cambiaron a los e-cigarrillos y dejaron de fumar el cigarrillo "clásico" continuaron fumando el vapor, sin haberse liberado de su adicción a la nicotina. Esta cifra es mucho más alta que la de las personas que utilizaron parches y equivalentes: sólo el 9% de ellos seguía utilizando estos productos un año después.

Aunque los cigarrillos electrónicos son menos peligrosos que los convencionales, no están exentos de riesgos. Por lo tanto, dejar de fumar para vaporizar no es un fin en sí mismo. Este consumo a largo plazo plantea la cuestión de las toxinas contenidas en el e-cigarrillo. Además, mientras que muchos carcinógenos de los cigarrillos, como el alquitrán, no se encuentran en los cigarrillos electrónicos, los cigarrillos electrónicos contienen nicotina, un producto que no está relacionado con el cáncer pero que causa adicción.

El riesgo de adicción a la nicotina

En los Estados Unidos, fumar el vapor está incluido en el consumo de tabaco, ya que la nicotina de los cigarrillos electrónicos proviene del tabaco, pero otros países no lo clasifican como un producto del tabaco. Es de temer que su uso exponga a muchas personas, especialmente a los jóvenes, a la adicción a la nicotina y que este producto ya no se dedique simplemente a dejar de fumar más fácilmente.

De hecho, el número de jóvenes estadounidenses que usan cigarrillos electrónicos aumentó en un millón y medio en 2018. Desde 2014, hay más "fumadores de vapor o vaporizadores" jóvenes que fumadores. Se estima que 3'6 millones de estudiantes de secundaria fuman regularmente un cigarrillo electrónico. Seducidos por los sabores afrutados y el consumo juguetón, estos jóvenes estadounidenses están expuestos a una adicción a la nicotina.

¿Cómo podemos limitar el uso de los cigarrillos electrónicos por parte de los jóvenes?

En la actualidad, la agencia federal estadounidense que regula los productos del tabaco está tomando medidas para limitar el consumo de cigarrillos electrónicos. Por ejemplo, se ha restringido la venta de determinados sabores, como la fresa o el chicle. Otra propuesta es prohibir la venta de cigarrillos electrónicos aromatizados en Internet. Disponibles sólo en las tiendas, éstas los harían fácilmente inaccesibles para los menores.

Varios grupos tabacaleros estadounidenses también han anunciado que detendrán parte de la venta de cigarrillos electrónicos y de sus recambios aromatizados. El grupo Juul anunció que dejaría de anunciar estos productos en las redes sociales, explicando que quería centrarse en el público objetivo de los fumadores adultos que querían dejar de fumar. ¿Medidas a aplicar en todos los países?

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