Fibromialgia y trastornos digestivos: comprender el vínculo y aliviar los síntomas

Fibromialgia: ¿qué es?

La fibromialgia afecta a alrededor del 2% de la población española, principalmente a las mujeres (85% de los casos), con mayor incidencia entre los 45 y los 50 años. Aunque no es peligrosa, esta enfermedad provoca síntomas incapacitantes como dolor crónico, fatiga intensa y trastornos del sueño, limitando las actividades cotidianas en grados variables según las personas.

Altera la percepción del dolor, provocando hipersensibilidad: dolor excesivo ante estímulos normales (alodinia) o dolor amplificado (hiperalgesia). Factores como el estrés, los traumatismos o los antecedentes de depresión intervienen en el desencadenamiento y mantenimiento del dolor.

El diagnóstico es complejo y se basa en descartar otras enfermedades similares (por ejemplo, artritis reumatoide), una evaluación de los síntomas y un examen clínico. El médico busca dolores difusos que duren más de 3 meses, a menudo mediante pruebas en 18 puntos sensibles, y evalúa otros problemas asociados (fatiga, digestión, concentración). La evaluación puede completarse con cuestionarios.

Los tratamientos combinan fármacos para aliviar los síntomas y enfoques no farmacológicos como el ejercicio.

Los pacientes con fibromialgia suelen presentar otros trastornos como ansiedad, depresión, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), migraña, síndrome de piernas inquietas y síndrome de Gougerot-Sjögren.

También suelen padecer trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable, que agrava su estado y requiere un tratamiento integral.

¿Qué problemas digestivos son más frecuentes en las personas con fibromialgia? 

Los trastornos digestivos más frecuentes en los pacientes con fibromialgia son el estreñimiento, la diarrea, la distensión abdominal, el dolor abdominal y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Según varios estudios, estos síntomas están presentes en entre el 30% y el 70% de los casos de fibromialgia.

Uno de los trastornos más frecuentes es el síndrome del intestino irritable (SII), que se caracteriza por dolores abdominales recurrentes y cambios en los hábitos intestinales, como episodios de diarrea o estreñimiento. La ERGE, es decir, la acidez estomacal frecuente, también suele observarse en estos pacientes. Estos trastornos digestivos pueden ser molestos e interferir con el tratamiento de la fibromialgia, creando un círculo vicioso de síntomas.

¿Por qué las personas con fibromialgia sufren problemas digestivos?

Las razones por las que las personas con fibromialgia padecen problemas digestivos aún están siendo ampliamente estudiadas, pero parece que hay varios factores implicados. 

El vínculo entre el sistema nervioso y los intestinos

El sistema nervioso central y los intestinos están fuertemente conectados. Este fenómeno, conocido como «eje cerebro-intestino», explica por qué trastornos emocionales como el estrés o la ansiedad pueden afectar al funcionamiento del tubo digestivo. En las personas con fibromialgia, esta conexión parece ser especialmente sensible, exacerbando los síntomas digestivos.

La microbiota intestinal

La microbiota intestinal, compuesta por miles de millones de bacterias y otros microorganismos, desempeña un papel clave en la digestión y la salud en general. Los desequilibrios en esta microbiota pueden contribuir tanto a la fibromialgia como a trastornos digestivos como el SII. Los estudios demuestran que las personas con fibromialgia suelen tener una microbiota intestinal alterada, lo que podría explicar la aparición de síntomas digestivos.

Inflamación crónica

Aunque la fibromialgia no se considera una enfermedad inflamatoria, los estudios sugieren que la inflamación crónica presente en esta enfermedad puede tener repercusiones en el intestino. La inflamación crónica afecta a la motilidad intestinal y a la permeabilidad de la pared intestinal, provocando trastornos digestivos. Esta inflamación crónica también se conoce como inflamación de bajo grado, una inflamación leve y crónica que permanece silenciosa, sin causar síntomas visibles, pero que está presente todo el tiempo, incluso a baja intensidad, y puede afectar a todo el organismo.

¿Qué se puede hacer para aliviar los problemas digestivos asociados a la fibromialgia?

Varios enfoques pueden ayudar a aliviar los síntomas digestivos asociados a la fibromialgia.

La alimentación

Seguir una dieta equilibrada rica en fibra (avena, psilio) es beneficioso, sobre todo para luchar contra el estreñimiento. Los alimentos ricos en probióticos, como el yogur, el kéfir y las verduras fermentadas, ayudan a mejorar el equilibrio de la microbiota intestinal, al igual que los antiinflamatorios naturales (cúrcuma, pescado azul, huevos). Los frutos rojos, ricos en antioxidantes, también son beneficiosos. Evitar los alimentos irritantes, como los grasos, picantes o con gluten, también reduce los síntomas digestivos.

Es aconsejable evitar los alimentos ricos en FODMAP (Fermentable Oligo, Di, Monosaccharides And Polyols), hidratos de carbono difíciles de digerir y que fermentan en el intestino, provocando hinchazón, dolor y problemas de tránsito. Estos efectos agravan los síntomas digestivos comunes en los enfermos de fibromialgia, que a menudo padecen el síndrome del intestino irritable (SII).

Gestión del estrés

Le stress joue un rôle clé dans l’aggravation des troubles digestifs et de la fibromyalgie, en augmentant les douleurs et les inconforts. Il est donc important d’adopter des techniques de relaxation pour mieux gérer son impact. La méditation, la respiration profonde, le yoga ou la sophrologie aident à calmer le système nerveux, réduisant ainsi les tensions musculaires, les douleurs chroniques et les troubles digestifs associés. Ces pratiques favorisent également un meilleur sommeil, un bien-être mental accru, et une diminution globale des symptômes liés à la fibromyalgie. 

El estrés desempeña un papel clave en el agravamiento de los trastornos digestivos y la fibromialgia, al aumentar el dolor y el malestar. Por eso es importante adoptar técnicas de relajación para gestionar mejor su impacto. La meditación, la respiración profunda, el yoga y la sofrología ayudan a calmar el sistema nervioso, reduciendo la tensión muscular, el dolor crónico y los problemas digestivos asociados. Estas prácticas también favorecen un mejor sueño, un mayor bienestar mental y una reducción general de los síntomas relacionados con la fibromialgia.

Medicamentos con receta

Para aliviar los problemas digestivos asociados a la fibromialgia, pueden utilizarse medicamentos como antiespasmódicos o laxantes, según sea necesario. Además, ciertos tratamientos dirigidos a la fibromialgia, como los antidepresivos o los anticonvulsivantes, también pueden mejorar los síntomas digestivos. Estos fármacos actúan modulando la percepción del dolor y la función del sistema nervioso, ayudando a reducir las molestias digestivas.

¡Recuerda! 

La fibromialgia es una enfermedad crónica que provoca dolor generalizado, fatiga intensa y trastornos del sueño y del estado de ánimo. Suele ir asociada a trastornos digestivos, como el síndrome del intestino irritable (SII), que repercuten aún más en la calidad de vida.

Estos trastornos son el resultado de factores como la hipersensibilidad del «eje cerebro-intestino», un desequilibrio de la microbiota intestinal o una inflamación de bajo grado.

Para aliviar los síntomas digestivos, enfoques como una dieta adecuada (baja en FODMAP, rica en fibra y probióticos), el control del estrés y una posible prescripción de medicación son esenciales para el control general.