EHNA, o enfermedad de hígado graso: entender el tratamiento
Publicado el 24 ene. 2020 • Por Camille Dauvergne
Ante el diagnóstico de esteatosis hepática no alcohólica o EHNA/NASH (esteatohepatitis no alcohólica, una complicación de la esteatosis), los pacientes a menudo se encuentran desamparados: ¡esta "enfermedad de la soda" o "enfermedad del hígado graso" no tendría tratamiento! Aunque no existan medicamentos dedicados, el tratamiento de los pacientes es muy real. Lee nuestras explicaciones para comprender mejor lo anterior y sus objetivos.
Entender la esteatohepatitis no alcohólica, una enfermedad compleja
La esteatohepatitis no alcohólica, también conocida como EHNA (o NASH, su acrónimo en inglés), es una enfermedad causada por varios factores y que presenta varias características, como la resistencia a la insulina, la inflamación, el estrés oxidativo, el aumento de la grasa en el hígado y la dislipidemia (concerntración demasiado elevada de lípidos en la sangre). Los pacientes presentan con mucha frecuencia comorbilidades como la obesidad, la diabetes tipo 2, la hiperglucemia, los altos niveles de triglicéridos, los altos niveles de LDL-C (el colesterol "malo") y los bajos niveles de HDL-C (el colesterol "bueno"), que aumentan significativamente el riesgo cardiovascular.
El mtrataamiento médico de la EHNA consistirá tanto en el tratamiento de la enfermedad como, sobre todo, en la reducción del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en estos pacientes.
Los tratamientos de la NASH
Aunque los factores de riesgo para desarrollar la EHNA así como los componentes de esta enfermedad están bien identificados, actualmente no hay medicamentos con autorización de comercialización para esta indicación y por lo tanto no hay medicamentos específicamente indicados para esta enfermedad. Sin embargo, existen soluciones: el tratamiento consiste principalmente en la modificación del estilo de vida (dieta, actividad física). En cuanto a los medicamentos que se pueden prescribir, son sobre todo tratamientos que tratan los síntomas de la EHNA y no la EHNA en sí misma: se dirigen a la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial o la dislipidemia.
Cambiar la alimentación
La modificación de la dieta alimentaria es esencial y consiste en :
- Una restricción de la ingesta calórica para perder peso
- Reducción del consumo de ácidos grasos saturados (carne, mantequilla, productos lácteos, etc.) a favor de los ácidos grasos mono y poliinsaturados (aceites vegetales, pescados grasos, oleaginosas, etc.)
- Aumento del consumo de fibra, especialmente de fibra soluble (frutas y verduras, cereales integrales, etc.)
- Consumo muy limitado o nulo de refrescos, alimentos altamente procesados, alimentos glucido lipidicos y alcohol (que se debe detener si se produce una fibrosis grave o cirrosis)
- El consumo de café parece tener un impacto bastante positivo en la esteatosis hepática y no debería limitarse (sin embargo, se recomienda no superar las 6 tazas de café al día)
- No se recomiendan las dietas no personalizadas ni los productos de adelgazamiento ya que tienen una baja relación beneficio/riesgo y se acompañan de una recuperación de peso cuando se interrumpe el tratamiento
Practicar una actividad física
La actividad física regular y adaptada es esencial y complementaria a la modificación de la dieta. Se anima a los pacientes a practicar de 2 a 4 horas de ejercicio a la semana, divididas en 3 a 5 sesiones (caminata rápida, ciclismo, natación...). Es muy importante practicar una actividad que le guste al paciente, para fomentar la adherencia al cambio.
Adoptar un enfoque conductual
Por lo general, además de las medidas y tratamientos higiénicos y dietéticos, se proporciona terapia conductual o apoyo psicológico. Se ha demostrado que esta combinación mejora la pérdida de peso en los pacientes obesos. Si el paciente tiene trastornos de la alimentación (adicción al azúcar, a la sal, bulimia, compensación por falta o estrés en la comida, etc.), se debe llevar a cabo un tratamiento especializado de la adicción y/o una terapia de conducta.
Medicamentos para tratar los síntomas
Si los cambios en la dieta y la actividad física no son suficientes para corregir los factores metabólicos (diabetes, hiperlipidemia e hipertensión arterial), se deben utilizar medicamentos con baja hepatotoxicidad (con poco peligro para el hígado).
El arsenal terapéutico disponible para la EHNA incluye tratamientos sintomáticos como:
- Las estatinas como la ATORVASTATINA para reducir el colesterol y los triglicéridos
- Los fibratos como el FENOFIBRATO para reducir los triglicéridos
- La METFORMINA para reducir los niveles de azúcar en la sangre
- Los medicamentos antihipertensivos como LOSARTAN
- Los anti-TNFα para reducir la inflamación
- La ADIPONECTINA que tiene una acción anti-lipogénica.
Existen igualmente tratamientos con un objetivo más preciso como:
- El ARAMCHOL (Galmed) o el VICTOZA que tienen como objetivo la estehatosis hepática
- El ELAFIBRANOR (Genfit), que es un nuevo tratamiento dirigido a la inflamación y al "ballooning hepatocelular", que espera recibir una indicación para la EHNA en 2020
- GILEAD, TOBIRA, GALECTINA o CONATUS que se dirigen a la fibrosis y cirrosis avanzada
La cirugía bariátrica
La cirugía bariátrica está considerada como el tratamiento más radical pero más eficaz para lograr una pérdida de peso significativa y duradera (40-71%) en pacientes con obesidad mórbida y aquellos con diabetes además de obesidad. Sin embargo, aunque se ha demostrado su efecto en la pérdida de peso, su impacto directo en la EHNA aún no está probado.
Otros tratamientos
Otras alternativas no farmacológicas han sido presentadas como útiles en el manejo de la NASH, tales como:
- El Rice Bran Arabinoxylan Compound ou RBAC, que es un suplemento dietético, compuesto de fibra soluble de salvado de arroz parcialmente hidrolizado por la acción de una enzima natural compleja extraída de la seta Shiitake. Es una importante fuente de fibra soluble para la acción laxante, reductora del colesterol y antioxidante.
- Los probióticos también podrían utilizarse como complemento de una dieta adaptada y controlada en pacientes que sufren de EHNA.
Estas sustancias no reemplazan la dieta del paciente, simplemente la complementan.
El tratamiento de la EHNA en resumen
- Ante una esteatosis y una sospecha de la aparición de EHNA, se inicia una modificación del estilo de vida y un tratamiento específico para reducir la esteatosis.
- En el caso de EHNA leve o avanzada sin fibrosis o con fibrosis mínima, se deben iniciar medidas de salud dietéticas, un tratamiento crónico para reducir o eliminar la EHNA y un tratamiento específico para reducir la esteatosis.
- En el caso de fibrosis o cirrosis avanzada, se debe iniciar un tratamiento de emergencia para detener la fibrosis, un tratamiento crónico para reducir o eliminar la EHNA y un tratamiento dirigido a la esteatosis para reducirla, todo ello en paralelo con medidas higiénicas y dietéticas.
Luchar contra la EHNA es, ante todo, luchar contra los malos hábitos alimenticios, adoptados por demasiadas personas en todo el mundo, contra los alimentos altamente procesados, el sedentarismo y el estrés. Esta lucha implica un enfoque global e individualizado para corresponder a cada paciente.
Atención, este artículo es general y no reemplaza una receta médica. No menciona ningún caso especial que pueda existir. Cada paciente es diferente, ¡así que habla con tu médico!
Fuentes: https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-higado/esteatohepatitis-no-alcoholica/tratamiento ; https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0375090618300405 ; https://aasldpubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1002/cld.596 ; https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28132890 ; https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15239085 ; https://www.rug.nl/research/portal/files/14630672/03_c3.pdf ; https://ichgcp.net/clinical-trials-registry/NCT02568787
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