¿El asma es hereditaria?

¿Cuáles son las causas del asma?

El asma es el resultado de la combinación de una predisposición genética a la alergia (también llamada "atopía") y de ciertos factores ambientales que la favorecen. Los factores externos, como los alérgenos domésticos (polvo de la casa, pelo de animales domésticos, ácaros del polvo, moho), el polen, etc., pueden provocar una reacción alérgica en las personas con predisposición al asma.  

Otros factores ambientales pueden desencadenar los síntomas del asma: 

• El humo del tabaco, incluido el tabaquismo pasivo, 
• La contaminación atmosférica,
• Los irritantes químicos como ciertos productos de limpieza y cosméticos, 
• Los cambios climáticos rápidos (aire frío y seco), 
• Las infecciones respiratorias, especialmente virales, 
• Las emociones fuertes como el estrés, 
• El ejercicio físico, 
• O incluso el contexto hormonal, hablamos de asma premenstrual.  

También se observa que el asma se desestabiliza en pacientes con rinitis alérgica (también conocida como fiebre del heno). Esto se debe a la continuidad entre las membranas mucosas de la nariz y de los bronquios. Así, cuando un alérgeno entra en contacto con una de estas mucosas, provoca el mismo tipo de inflamación en la otra.  

¿El asma puede ser hereditaria? 

Aunque la herencia es un factor en el desarrollo del asma, la enfermedad no se transmite sistemáticamente de padres a hijos. 

Los antecedentes alérgicos (también llamados atopia), que son el principal factor de riesgo del asma infantil, son hereditarios. Es posible evaluar el riesgo de que el niño sea alérgico. Por ejemplo, si sólo uno de los dos cónyuges es alérgico, el riesgo de que el niño desarrolle alergias es del 20 al 30%. Si ambos cónyuges son alérgicos, el riesgo aumenta al 40-60%. 

Con el fin de eliminar una serie de factores de riesgo para el desarrollo de una condición atópica en el niño, se pueden tomar ciertas medidas preventivas en la mujer embarazada y luego en el niño. Estas medidas son las siguientes: 

• No fumar durante el embarazo. 
• En mujeres embarazadas con asma o alergias, no se recomienda el consumo de alimentos alergénicos, como los cacahuetes. 
• Se recomienda la lactancia materna durante el mayor tiempo posible. Según los investigadores, una lactancia materna prolongada durante más de tres meses evitaría el desarrollo de un cuadro alérgico. Si esto no es posible, se recomienda el uso de leches hipoalergénicas (sin proteínas de leche de vaca). 
• La dieta del bebé no debe diversificarse demasiado rápido. 
• Por último, para reducir el riesgo de que el asma se desarrolle en los niños, es aconsejable no fumar en su presencia, tomar medidas contra los ácaros del polvo y evitar tener una mascota. 

¿Qué relación existe entre la herencia y el asma? 

Los estudios demuestran que existe una influencia genética en el asma. Tener un padre con asma duplica el riesgo de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, es difícil decir que se trata de una enfermedad hereditaria porque no hay un solo gen responsable. 

Desde que se publicó el primer estudio sobre la genética de la alergia y el asma en 1916, se han realizado muchos trabajos. Esto ha llevado a la identificación de muchos de los llamados "genes de susceptibilidad al asma y la atopía". 

Se han identificado varios genes que controlan tanto el asma como las manifestaciones alérgicas y de hiperactividad bronquial asociadas. Los genes se han localizado en los cromosomas 5, 6, 11 y 14. Sin embargo, su localización más precisa sigue siendo el objetivo de muchos equipos de investigación. 

¿Cuáles podrían ser las perspectivas futuras de esta investigación? 

La investigación de la influencia genética en la transmisión del asma puede tener varios beneficios. Por un lado, nos permitirá comprender mejor las causas del asma, pero por otro lado, también nos permitirá identificar nuevas opciones terapéuticas como la terapia génica. 

Además, en el futuro, las pruebas de detección podrían servir para evaluar el riesgo de desarrollar asma en un individuo predispuesto incluso antes de que aparezcan los primeros síntomas.  

Otra ventaja que permite esta investigación es que los investigadores dispondrán de un modelo animal de asma y, por lo tanto, facilitarán la investigación de nuevos fármacos. 

Todas estas nuevas perspectivas podrían revolucionar el tratamiento de esta enfermedad, que afecta a más de 3 millones de españoles. 

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