Depresión grave: ¿qué es la sismoterapia?

¿Qué es la sismoterapia?

La sismoterapia o terapia electroconvulsiva (TEC) es un tratamiento por choques eléctricos administrado bajo anestesia. Este tratamiento consiste en hacer pasar una corriente alterna entre dos electrodos colocados en las sienes del paciente para crear una crisis epiléptica (o crisis convulsiva generalizada) con efectos terapéuticos.

Fuente: Los Andes

Hoy en día, la TEC se administra principalmente a las personas que sufren de depresión grave, ciertas formas de trastorno bipolar, catatonia (inhibición motora) o esquizofrenia, cuando estas condiciones son resistentes a los tratamientos habituales (medicación y psicoterapia).

Esta terapia no está ampliamente disponible en España y rara vez se prescribe como tratamiento de primera línea. Según Raphaëlle-Marie Richieri, psiquiatra hospitalaria del Departamento de Psiquiatría, Adicciones y Psiquiatría Infantil del Hospital Sainte-Marguerite de Marsella: "En general, es mejor probar tres o cuatro antidepresivos (uno después del otro) en diferentes dosis y durante el tiempo suficiente antes de considerar la sismoterapia".

En España, alrededor de 3000 personas se tratan anualmente con este tipo de terapias, según cifras de 2012, las más recientes. Las desigualdades territoriales son fuertes aunque según los autores de un análisis publicado en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental, el problema no es la falta de recursos: el 84% utiliza la TEC, sino del médico que te toque. Existe una marcada heterogeneidad en el criterio de los psiquiatras en cuanto al lugar que ocupa la TEC frente al resto de los tratamientos disponibles en psiquiatría. 

¿Cómo se lleva a cabo una sesión?

Una sesión de terapia electroconvulsiva tiene lugar en el hospital de forma ambulatoria y la imparte el psiquiatra acompañado por el anestesista. 

El paciente, en ayunas, está bajo perfusión y monitorización para seguir su ritmo cardíaco. Un electroencefalograma también informa sobre el estado del cerebro y permite evaluar el ataque epiléptico. 

El paciente es entonces pre-oxigenado. Según Raphaëlle-Marie Richieri: "El paciente respira en un globo lleno de oxígeno para acumular una reserva. Durante la sesión, estará en apnea pero tolerará muy bien este estado, gracias al suministro inicial de oxígeno". 

Se le pone bajo anestesia general. 

También se le administra una inyección de curare* para evitar convulsiones musculares demasiado importantes.

El psiquiatra administra entonces los electroshocks gracias a los electrodos implantados a ambos lados del cerebro (en las sienes). La convulsión no dura más de 30 segundos.

El paciente se despierta entre 10 y 30 minutos después de aplicar el electroshock. Puede volver a casa después de un período de descanso de unas 3 horas o volver al servicio donde está hospitalizado.

* Los curares sólo actúan sobre los músculos estriados del esqueleto y por lo tanto no tienen acción sedante. Actúan competitivamente bloqueando los receptores nicotínicos de acetilcolina, lo que impide que los músculos se contraigan.

Un paciente listo para recibir una sesión de sismoterapia. Fuente: BSIP

¿Cuántas sesiones de TEC son necesarias?

Por lo general, es necesario que el paciente realice una serie de 6 a 12 sesiones para que el tratamiento funcione, a razón de 2 a 3 sesiones por semana. Sin embargo, el número de sesiones puede variar de un paciente a otro dependiendo de la gravedad de su condición. Por eso la condición médica del paciente es evaluada periódicamente por su médico durante el curso del tratamiento de TEC.

¿Cuál es su eficacia?

La terapia electroconvulsiva ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de los síntomas asociados con ciertos trastornos psiquiátricos, especialmente en pacientes con depresión grave.

Según el Prof. Emmanuel Poulet (Psiquiatra de Urgencias, Hospices civils de Lyon): "Sabemos por experiencia que si la depresión grave es resistente a dos tratamientos antidepresivos diferentes, hay muy pocas posibilidades (sólo un 10% aproximadamente) de que un tercer tratamiento funcione mejor que los dos anteriores, mientras que la terapia electroconvulsiva dará una mejora del 80%".

Así pues, el nivel de eficacia de la TEC varía según el paciente, la naturaleza y la gravedad de la afección. La mayoría de los pacientes responden rápidamente a la sismoterapia. Ven que su condición mejora, pero la mayoría recae después de un tiempo y necesitan más sesiones. Raros son los pacientes que no ven ninguna mejora.

Por lo tanto, se ofrecen otras sesiones de TEC llamadas de "mantenimiento" para mantener la mejora de la condición médica. Por lo general se combinan con medicación y/o psicoterapia. Estas sesiones de mantenimiento se espacian gradualmente de una sesión por semana a una sesión cada varias semanas.

¿Cuáles son los efectos secundarios?

La sismoterapia suele ser bien tolerada por los pacientes. El efecto secundario más común reportado es la pérdida de memoria: la persona ya no puede recordar lo que hizo antes de la sesión. Según Raphaëlle-Marie Richieri: "Este efecto es reversible y suele desaparecer gradualmente después de la sesión. Por lo general, el paciente puede compensarlo anotando más cosas y las condiciones de tratamiento pueden adaptarse en caso de molestias".

Inmediatamente después de la sesión, algunos pacientes pueden sufrir dolores de cabeza, a veces severos pero transitorios, que se alivian fácilmente con analgésicos de primera clase (paracetamol).

¿Existe alguna contraindicación?

La hipertensión intracraneal es una contraindicación absoluta para la sismoterapia. En efecto, la administración de electroshocks aumenta la tensión en el interior del cráneo.

Antes de cualquier administración de TEC, se realiza un escáner para comprobar la presión normal del cerebro.

Existen otras contraindicaciones relativas que llevan a la profesión médica a evaluar la relación beneficio/riesgo para cada paciente: existencia de lesiones intracraneales, hemorragia cerebral reciente o infarto de miocardio, desprendimiento de la retina, toma de ciertos tratamientos (por ejemplo, anticoagulante)...

La sismoterapia entraña ciertos riesgos: la mortalidad es comparable a la asociada a la anestesia general en los procedimientos quirúrgicos menores (1 por cada 10.000 pacientes tratados o 2 por cada 100.000 sesiones).

¿Qué opinas de la sismoterapia? ¿Has usado este tratamiento antes?

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