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Salud mental: ¿cómo prepararse para la primera sesión de terapia?

Publicado el 24 nov. 2023 • Por Somya Pokharna

La decisión de iniciar una terapia o asesoramiento es el primer paso en un viaje de descubrimiento, crecimiento y curación. Dar este paso hacia la autocomprensión puede ser difícil pero importante. Si has planeado tu primera sesión de terapia, es natural que sientas una mezcla de emociones: nerviosismo, miedo e incluso un poco de excitación. Estos sentimientos son completamente normales, y la primera sesión de terapia puede poner nervioso a cualquiera.

¿Qué puedes esperar de tu primera sesión de terapia y cómo puedes prepararte adecuadamente? ¿Cómo puedes establecer tus objetivos terapéuticos y prepararte emocionalmente para el proceso?

¡Descubre más en este artículo!

Salud mental: ¿cómo prepararse para la primera sesión de terapia?

¿Cómo establecer tus objetivos terapéuticos?

Es esencial fijar objetivos para la terapia, ya que esto da una dirección y un propósito claros al viaje terapéutico. En primer lugar, el establecimiento de objetivos específicos te ayuda a ti y a tus terapeutas a alinear los resultados deseados y las áreas de intervención. Esto permite un enfoque estructurado para abordar los problemas o preocupaciones que te llevaron a consultar a un terapeuta en primer lugar. Con unos objetivos definidos, los terapeutas pueden adaptar las sesiones de forma más eficaz, asegurándose de que se centran y orientan hacia la consecución de resultados tangibles. Ya se trate de controlar la ansiedad, mejorar las habilidades de comunicación, hacer frente a un trauma o mejorar la autoestima, tener un objetivo claro aumenta la motivación y proporciona un punto de referencia para evaluar los progresos.

Además, establecer objetivos terapéuticos puede permitirte desempeñar un papel activo en el proceso de curación. Esto fomenta un sentimiento de propiedad y compromiso con el viaje terapéutico. Esta implicación fomenta una relación de colaboración entre el paciente y el terapeuta, en la que ambas partes trabajan juntas para alcanzar los objetivos fijados. Además, a medida que se avanza en la consecución de estos objetivos, se puede tener una sensación de logro y estímulo, lo que puede aumentar la confianza y la motivación para continuar con la terapia. En definitiva, establecer objetivos terapéuticos claros y alcanzables contribuye significativamente a la eficacia y el éxito del proceso terapéutico.

Reserva entre 10 y 15 minutos de tiempo ininterrumpido para pensar en tus intenciones terapéuticas, en un entorno tranquilo y cómodo. Dedica un cuaderno a tus pensamientos sobre la terapia, eligiendo un cuaderno y un bolígrafo que te convengan. Para fomentar un ambiente positivo y reducir el estrés, disfruta de una bebida calmante como el té y elige entre música relajante y escribir en silencio para facilitar tu reflexión. Empieza por centrarte en tu objetivo final: imagina cómo quieres sentirte, pensar y comportarte después de tus sesiones con el terapeuta. Haz una lluvia de ideas o escribe libremente para captar todas las ideas que te vengan a la cabeza y luego organízalas. Por último, anota algunas ideas sobre los factores que impiden que tu estado actual se ajuste a los resultados emocionales, cognitivos y conductuales deseados.

¿Cómo elegir a tu terapeuta?

Encontrar al terapeuta adecuado implica un proceso reflexivo que tiene en cuenta varios factores cruciales. Empieza por identificar tus necesidades y preferencias específicas en cuanto a terapeuta. Investiga distintos tipos de terapia (por ejemplo, terapia cognitivo-conductual, psicoanálisis) para determinar cuál se adapta mejor a tus inquietudes. Ten en cuenta la especialización del terapeuta; por ejemplo, si sufres ansiedad, busca terapeutas con experiencia en el tratamiento de trastornos de ansiedad.

Utiliza recursos fiables como directorios en línea, asociaciones profesionales o sitios web de búsqueda de terapeutas que te permitan filtrar por ubicación, especialidad, precio y enfoque terapéutico preferido. Lee los perfiles y opiniones de los terapeutas para hacerte una idea de su experiencia y enfoque. Considera la posibilidad de concertar una cita para una consulta inicial o una llamada telefónica con posibles terapeutas para establecer una buena relación y asegurarte de que te sientes cómodo y comprendido.

Pide recomendaciones a fuentes de confianza, como amigos, familiares o profesionales sanitarios. Busca a alguien que no sólo tenga cualificaciones profesionales y experiencia, sino que además fomente un entorno seguro, empático y sin prejuicios. Evalúa factores como el estilo de comunicación del terapeuta, su competencia cultural y su disposición a colaborar en el establecimiento y la consecución de tus objetivos terapéuticos.

Recuerda que encontrar al terapeuta adecuado es un proceso personalizado y que es esencial confiar en tus instintos y favorecer una alianza terapéutica que te apoye y favorezca tu desarrollo personal y tu curación. La terapia es individual y es aceptable buscar lo que mejor funcione para ti.

¿Cómo prepararse emocionalmente?

Prepararse emocionalmente para la primera sesión de terapia implica varios pasos clave que te ayudarán a sentirte más cómodo y preparado para participar eficazmente. En primer lugar, hay que reconocer la importancia de la honestidad en el proceso terapéutico. Hay que tener en cuenta que los terapeutas son profesionales formados y obligados a mantener la confidencialidad, lo que crea un espacio seguro en el que se puede confiar abiertamente sin miedo a ser juzgado. Acepta que la honestidad y la franqueza, incluso sobre sentimientos de vergüenza o incertidumbre, pueden ser muy beneficiosas para tu viaje terapéutico.

La primera sesión de terapia debe afrontarse con la mente abierta, comprendiendo que es normal no tener todas las respuestas o no estar seguro de qué decir. El terapeuta está ahí para guiarte y apoyarte en este proceso. Acuérdate de escribir tus pensamientos o sentimientos de antemano para ayudarte a estructurar tus ideas, pero no te preocupes si no estás seguro; el terapeuta te ayudará a guiarte en la conversación. Aprovecha la oportunidad de explorar y expresarte libremente, sabiendo que el terapeuta está ahí para facilitar tu crecimiento y bienestar sin juzgarte. En última instancia, la preparación emocional consiste en ser amable con uno mismo, aceptar la vulnerabilidad y confiar en que el proceso terapéutico se desarrolle de forma natural.

¿Qué preparativos prácticos debo hacer antes de la sesión?

Antes de la sesión de terapia, hay que tener en cuenta una serie de preparativos prácticos para garantizar que la experiencia se desarrolle de forma fluida y productiva. Empieza por elegir un atuendo adecuado que te haga sentir cómodo y relajado. Aunque no existe un código de vestimenta estricto para la terapia, elegir ropa que te haga sentir cómodo y que refleje tu estilo personal puede influir positivamente en tu estado de ánimo durante la sesión.

Ten en cuenta la duración y el horario de la sesión. Asegúrate de que tienes tiempo suficiente para desplazarte si la sesión es presencial, o para instalar la tecnología necesaria si es telefónica o por vídeo. La puntualidad es respetuosa tanto contigo mismo como con el terapeuta y permite una sesión completa y sin interrupciones.

Confirma de antemano con tu terapeuta las franjas horarias y cualquier detalle estructural específico. Si no estás seguro de la estructura o de lo que puedes esperar, no dudes en ponerte en contacto con tu terapeuta para obtener más información. Algunos terapeutas pueden tener directrices específicas o exigir documentación inicial, por lo que es esencial informarse sobre estos requisitos con antelación para garantizar un comienzo sin contratiempos.

Si tu terapeuta ofrece sesiones a distancia por teléfono o vídeo, asegúrate de tener una conexión a Internet o señal telefónica fiables. Prueba la tecnología con antelación para evitar problemas técnicos de última hora. Elige un espacio tranquilo y privado donde no te interrumpan, para poder mantener una conversación confidencial y centrada.

¿Qué debo hacer después de la primera sesión de terapia?

Después de la primera sesión, es esencial:

Reflexionar

Asegúrate de reservar algo de tiempo personal después de las sesiones de terapia. Evita los compromisos inmediatos después de las citas. Considera la posibilidad de tomarte un descanso, como un paseo al aire libre o un café, para darte tiempo a reflexionar. La terapia puede ser emocionalmente agotadora, igual que un masaje profundo, que puede dejarte dolorido al principio pero aliviado gradualmente. Reflexiona sobre lo que ha sido útil o desagradable y qué pensamientos o emociones han surgido durante o después de la sesión. Trátate con amabilidad, deja que afloren las emociones sin autocrítica y date el espacio necesario para procesar lo que necesites.

Establecer expectativas realistas

Hay que entender que los progresos pueden no ser inmediatos. A menudo hacen falta unas cuantas sesiones para establecer un ritmo y empezar a ver cambios o mejoras.

Tener en cuenta tu nivel de comodidad

Evalúa si te sientes cómodo con el terapeuta y el enfoque terapéutico. La confianza y la comodidad en la relación terapéutica son esenciales para un resultado positivo. Si no te sientes a gusto con un terapeuta, puedes explorar otras opciones. No todo el mundo satisfará tus necesidades, y tienes la libertad de buscar un terapeuta que sea adecuado para ti y comprenda tus necesidades, en lugar de insistir con alguien que no es adecuado para ti.

Plan de seguimiento

Si es necesario, programa más sesiones o seguimientos en función de las recomendaciones del terapeuta o de tus preferencias personales.

No olvides que la experiencia de la terapia es única para cada persona y que es normal sentir una serie de emociones después de la primera sesión. Comunicarte con tu terapeuta sobre tus pensamientos y sentimientos puede ayudarte a recorrer este nuevo camino hacia una mejor salud mental.

¡Recuerda!

Al iniciarse en la terapia, es esencial estar preparado tanto desde el punto de vista emocional como práctico. Elegir al terapeuta adecuado implica identificar las necesidades y objetivos personales, investigar los tipos de terapia y considerar la especialización y el enfoque del terapeuta. Prepararse emocionalmente implica ser honesto y vulnerable y mantener la mente abierta. Antes de la sesión, asegúrate de que aspectos prácticos como la vestimenta, el horario y la tecnología están en su sitio. Después de la sesión, deja tiempo para reflexionar, gestionar tus expectativas, evaluar tu nivel de comodidad con el terapeuta y organizar un seguimiento si es necesario.

No olvides que la terapia es un viaje personal y que encontrar a la persona adecuada es esencial para el éxito de la experiencia terapéutica.



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1 comentario


rubenbip
el 27/11/23

Hola a tod@s, para mí y mi mujer nuestra psicóloga ha sido un pieza CLAVE y lo continúa siendo. Hay muchos enferm@s reacios a acudir a un psicólog@ por que piensan que no vale para nada, que no lo necesitan ó quizás por vergüenza a que alguien los vea en la consulta. El primer consejo que os doy antes de acudir SOLO a tu psicólogo, es que seas un LIBRO ABIERTO en cualquier aspecto de tu vida, ya sea adicciones, sexo, manías, etc, cualquier aspecto de nuestra vida que nos tiene atrapados, con sentimientos de culpabilidad y en definitiva atormentados. El resumen de la relación con mi psicóloga es que TODOS tenemos "problemas" y necesitamos ser ESCUCHAD@S para poder RESOLVER estos PROBLEMAS y LIBERARNOS de la "esclavitud" de dichos TRAUMAS!!

La elección de psicólog@ es muy importante y no pares hasta encontrar el profesional que se adapte a tí.

Feliz semana y os deseo una pronta mejoría a todos!!

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