Cáncer y alimentación: los consejos de una dietista (1/2)
Publicado el 4 jul. 2019 • Actualizado el 23 jul. 2019 • Por Léa Blaszczynski
Lee nuestra entrevista con Elisa Cloteau, dietista y nutricionista del Espace Mieux Manger (Comer Mejor) en Pornichet, Francia, para entender mejor las interacciones entre el cáncer y la comida.
Hola Elisa, ¿es posible prevenir el cáncer con una dieta determinada?
Aunque las personas que comen mal a menudo desarrollan cáncer, el cáncer puede afectar tanto a las personas que comen alimentos muy saludables como a las que consumen principalmente comida basura. Además de la dieta, muchos otros factores juegan un papel en el desarrollo del cáncer, como la capacidad de hacer frente al estrés, el estilo de vida (sueño, tabaco, alcohol, contaminación...) y la predisposición genética.
Sin embargo, es importante tener una dieta equilibrada y consumir la menor cantidad posible de alimentos procesados. El sobrepeso y la obesidad también son factores de riesgo, particularmente para el cáncer de páncreas, el cáncer de mama posmenopáusico y el cáncer de esófago.
¿Existen alimentos que promuevan directamente el desarrollo del cáncer?
Creo que está claro que el consumo de alcohol está involucrado en el desarrollo del cáncer, pero repetirlo no puede hacer daño.
Según la OMS, existe una relación entre el cáncer intestinal y el consumo de carne. Varios estudios también sugieren que puede haber una relación entre el desarrollo de cáncer de próstata y de páncreas y el consumo de carne.
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El consumo de azúcar y de productos lácteos también juega un papel en el desarrollo del cáncer. El consumo excesivo de grasa animal está asociado con el cáncer de colon y el cáncer de recto. Es probable que la sal y los alimentos ricos en sal estén involucrados en el desarrollo del cáncer de estómago. El riesgo de desarrollar cáncer de pulmón aumenta, especialmente entre los fumadores y las personas expuestas al amianto, con el consumo de suplementos dietéticos ricos en betacaroteno. Lo mismo ocurre con el cáncer de estómago.
¿Qué significa esto en la práctica para nosotros?
Por un lado, sólo debemos comer una pequeña cantidad de grasa y/o carne roja. También deberíamos comer carne procesada y salsas con moderación. En octubre de 2015, el CIIC (Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer) clasificó el consumo de productos cárnicos como carcinógenos y el consumo de carne roja como posible carcinógeno.
La sal, los productos fritos, las salchichas, el pescado ahumado y los alimentos enlatados deben consumirse con precaución.
Tomar suplementos dietéticos a base de betacaroteno para prevenir el cáncer no tiene sentido. ¡Todo lo contrario! Para los fumadores, estos suplementos dietéticos están incluso asociados con un riesgo de cáncer. Los complementos alimentarios sólo deben tomarse con el asesoramiento de un médico o farmacéutico.
¿Cómo debe ser nuestra dieta?
Nuestra dieta debe ser sana y equilibrada, con suficientes frutas, verduras y alimentos de origen vegetal. Un estudio suizo de 13 años de duración con más de 70.000 personas demostró claramente que es posible aumentar la esperanza de vida comiendo cinco porciones de verduras y frutas al día. Cabe señalar que los complementos alimenticios no pueden sustituir a una dieta sana.
¿Cómo preparar las frutas y verduras?
Las frutas y verduras crudas contienen más vitaminas y minerales. Sin embargo, no soy un fan de la comida cruda. Muchas personas con cáncer tienen problemas digestivos, que pueden ser un efecto secundario del tratamiento. Las frutas y verduras crudas pueden contribuir a este problema. La masticación y la salivación pueden verse interrumpidas porque la "preparación" de la fibra es insuficiente.
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Idealmente, recomiendo comer una porción de comida cruda por comida. Puede ser una ensalada de entrada, una fruta, una ensalada de frutas o un zumo. Pero ni siquiera esta recomendación puede aplicarse a todo el mundo.
¿Cuáles son las alternativas a las frutas y verduras crudas?
Como preámbulo, se debe tener en cuenta que es esencial adaptar la cantidad y el tipo de preparación al individuo. Algunas personas sufren de estreñimiento, mientras que otras sufren de diarrea o síndrome del intestino irritable.
Cocción al vapor
El vapor preserva los minerales solubles en agua. Por lo tanto, la cocción al vapor es un buen método de cocción para verduras y frutas.
Cocinar con agua
Cuando se preparen sopas, se puede cocinar las verduras en agua. Para los enfermos, es aconsejable beber sólo caldo vegetal, bajo en fibra y rico en minerales. Las vitaminas también se conservan bien en el wok.
A la parrilla
La grasa que gotea en las brasas durante una barbacoa produce sustancias nocivas para la salud. Si toman ciertas precauciones y se utilizan placas de parrilla, parrillas verticales, parrillas a la plancha, etc. se puede asar a la parrilla de vez en cuando.
¿Algún último consejo para terminar esta primera entrevista?
Lo que se debe evitar absolutamente es comer los mismos alimentos una y otra vez. Las personas especialmente enfermas y con poco apetito también aprecian cuando los métodos de preparación cambian y las comidas están bien preparadas.
Muchas gracias a Elisa por responder a nuestras preguntas. La encontraréis de nuevo en una segunda entrevista.
Y tu ¿qué tipo de alimentación has adoptado?
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