Cáncer y alimentación: los consejos de una dietista (2/2)

Hola Elisa. Nos hablaste de la carne roja como posible carcinógeno en la primera parte de tu entrevista. ¿Puedes decirnos algo más al respecto?

Según la Organización Mundial de la Salud, existe un vínculo entre el cáncer colorrectal y el consumo de carne. De manera similar, varios estudios sugieren que tal relación podría existir entre el desarrollo del cáncer de próstata y el cáncer de páncreas. Sin embargo, las personas que comen mucha carne a menudo comen muy pocas verduras, lo que tiene un impacto en los resultados de esta investigación.

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La carne contiene hierro y hierro oxidado, lo que podría explicar la relación entre la aparición del cáncer y el consumo de carne, pero hay que tener en cuenta la cantidad consumida, así como la cantidad de antioxidantes consumidos. Si las comidas contienen muchas verduras, frutas y especias, prácticamente no hay oxidación y el riesgo de cáncer se reduce.

¿Deben privilegiarse más algunas carnes que otras?

Sería necesario evitar las carnes procedentes de la agricultura intensiva, las carnes procesadas y las carnes rojas (cerdo, buey, ternera, cordero, oveja, caballo, cabra). También es importante centrarse en la calidad de la carne y preferir la carne de aves de corral (pollo, pato, pavo, pintada) y de conejo.

En términos de cantidades recomendadas, todo depende de la edad, de la salud y del estilo de vida. Los huevos, los productos lácteos y los productos vegetales también contienen proteínas. Por lo tanto, la cantidad de carne recomendada también dependerá de la cantidad de estas proteínas que cada persona consuma.

¿Pueden los productos lácteos contribuir al desarrollo del cáncer?

Existen muchos estudios contradictorios sobre este tema, especialmente porque la industria láctea es un grupo de presión muy influyente. Así que no puedo decir que la leche promueva el cáncer. No hay que olvidar que la calidad de la leche depende de lo que los animales comen, con lo que son tratados y cómo se almacena la leche. El aspecto de la flora intestinal de cada persona también es importante para determinar si desarrolla o no cáncer.

¿Qué papel juega el azúcar y sus derivados como la Stevia en el desarrollo del cáncer?

En pequeñas cantidades, el azúcar no es perjudicial en una dieta equilibrada y rica en fibra. Un poco de azúcar de caña, un poco de jarabe de arce o agave es perfecto en un postre o con el café. También es imposible decirle a la gente que deje de consumir azúcar por completo, ya que tiene un impacto en la psique y en la moral: esto sólo conduciría a la frustración e incluso a trastornos alimentarios.

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Sin embargo, demasiado azúcar, especialmente de jarabe de glucosa-fructosa, en los dulces, productos de panadería listos para usar y galletas comerciales, es dañino. Lo mismo se aplica a algunas salsas y cereales. Los "azúcares falsos" se consumen a menudo en grandes cantidades, también es peligroso.

En cuanto al cáncer, las células cancerosas son bastante "golosas" en relación con la glucosa. El metabolismo de estas células no funciona como debiera; las células cancerosas no pueden quemar azúcar y por lo tanto se dividen rápidamente, permitiendo que el cáncer crezca. Las células cancerosas que no reciben glucosa dejan de dividirse. Para los pacientes con cáncer, por lo tanto, es importante limitar drásticamente la ingesta de glucosa y tener cuidado con los "azúcares ocultos".

¿Puede el consumo excesivo de alcohol conducir al cáncer?

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasifica el consumo regular de alcohol como carcinógeno. Estamos bastante seguros de la relación entre el alcohol y el desarrollo de los cánceres de mama, oral, esofágico, de garganta y colorrectal. En España, ¡el alcohol es incluso el tercer factor de riesgo más importante para desarrollar cáncer! Por lo tanto, beber con moderación no es sólo una palabrería, sino que es esencial para nuestra salud.

¡Muchas gracias a Elisa Cloteau por sus explicaciones! Para leer la primera parte de su entrevista, haz clic aquí. Y tu ¿has cambiado tu dieta ante la enfermedad? ¿Qué esfuerzos haces a diario?