Los alimentos que pueden interferir con los medicamentos

Ciertos alimentos de consumo habitual, considerados equilibrados, pueden degradar el medicamento e incluso hacerlo tóxico. 

Algunos de estos alimentos son:

El pomelo

El consumo de pomelo, pero también de otros cítricos como la lima o la naranja amarga de Sevilla, está totalmente desaconsejado en varios tratamientos, ya que las sustancias contenidas en estos cítricos aumentan la absorción de determinadas moléculas por el intestino, lo que conduce a una sobredosis. 

En otros casos, el pomelo puede bloquear la absorción del fármaco, reduciendo así su eficacia. 

Los medicamentos en cuestión son: 

• Las estatinas (colesterol): simvastatina (cuyo efecto puede multiplicarse por 15), atorvastatina, lovastatina; 
• Nifedipino (hipertensión arterial); 
• Amiodarona (trastornos del ritmo cardiaco); 
• Los corticoides (budenosida); 
• Fexofenadina (antihistamínico); 
• Ciclosporina (inmunosupresor). 

El efecto de los cítricos mencionados persiste hasta tres días, por lo que no deben consumirse mientras dure el tratamiento. 

Los productos lácteos

Los productos lácteos contienen calcio que puede unirse a determinados fármacos, incluidos algunos antibióticos y tratamientos para la osteoporosis, impidiendo que se absorban correctamente. Como resultado, el tratamiento puede no ser totalmente eficaz. 

Para evitar esta interacción, se recomienda tomar estos tratamientos al menos 30-60 minutos antes de consumir alimentos ricos en calcio, como los productos lácteos, o al menos 2 horas después de consumirlos. 

Los alimentos ricos en vitamina K

Los alimentos ricos en vitamina K, como el brécol, la col, las espinacas, el aguacate, la lechuga, etc., no van bien con los tratamientos anticoagulantes orales. 

De hecho, su riqueza en vitamina K (la vitamina de la coagulación) reduce la eficacia de los medicamentos anticoagulantes hasta el punto de favorecer la formación de coágulos. 

No se debe comer más de una ración de estas verduras al día si se está tomando medicación anticoagulante. En pacientes con cardiopatías, esta combinación podría provocar un infarto de miocardio o un ictus. 

Los alimentos ricos en potasio

Los inhibidores de la ECA, fármacos para la hipertensión o la insuficiencia cardiaca, pueden provocar un aumento de los niveles de potasio en la sangre. Un exceso de potasio puede provocar problemas cardiacos como palpitaciones o latidos irregulares. 

Otros fármacos, como los diuréticos, prescritos para reducir la retención de líquidos y tratar la hipertensión arterial, pueden provocar un descenso del potasio en sangre. 

Una gran cantidad de potasio se encuentra en alimentos como los plátanos, las verduras de hoja verde y las naranjas. Por lo tanto, es importante seguir las recomendaciones del médico en cuanto al consumo de estos alimentos. Dependiendo de la situación, el médico puede pedirte que reduzcas, mantengas o aumentes la ingesta. 

Además, hay que tener cuidado con el consumo de condimentos que se venden para sustituir a la sal, ya que también son muy ricos en potasio. 

La regaliz

La planta de regaliz negra, pero también los suplementos alimenticios que contienen extracto de regaliz, contienen ácido glicirrícico, que puede estar en el orígen de un ritmo cardíaco irregular.  

La regaliz también puede reducir la eficacia de la mayoría de los medicamentos para la tensión arterial, puede intensificar los efectos secundarios de los anticoagulantes, elevar la tensión arterial o reducir los niveles de potasio en sangre cuando lo toman personas que toman anticonceptivos orales. 

Las bebidas ricas en cafeína

Cuando se toman ciertos antibióticos fluoroquinolónicos (norfloxacino, enoxacina, ciprofloxacino), debe evitarse la cafeína. Esta familia de antibióticos ralentiza el metabolismo de la cafeína, aumentando su concentración y sus efectos en el organismo. Se podrían experimentar palpitaciones, sudoración o temblores. 

Debe evitarse el consumo de bebidas con cafeína (café, té, refrescos de cola) cuando se tome paracetamol. La cafeína que contienen estas bebidas aumenta la absorción del fármaco y se incrementa el riesgo de sobredosis. 

Además, la cafeína no va bien con los medicamentos para el asma que contienen teofilina (dilatran, tedralan) y puede provocar sudoración y palpitaciones. 

Por lo tanto, se recomienda reducir o incluso eliminar por completo el consumo de cafeína durante el tratamiento. 

Por último, consumir té negro y alimentos que contienen hierro al mismo tiempo inhibe la absorción del hierro no hemo -que se encuentra en vegetales como cereales, frutas, verduras y huevos- en aproximadamente un 60-70%. Cuando se consume té entre comidas, la absorción de hierro no hemo se reduce aproximadamente un 20%. Esto también se aplica a los suplementos de hierro.

El alcohol

Debe evitarse el alcohol cuando se tomen medicamentos sedantes (somníferos, relajantes musculares, codeína, tramadol, morfina y sus derivados), antihistamínicos de primera generación, neurolépticos y antiepilépticos, ya que aumenta la somnolencia y disminuye el estado de alerta. 

El alcohol también puede aumentar el riesgo de efectos secundarios digestivos al tomar aspirina o antiinflamatorios no esteroideos (AINE).  

Ciertos antibióticos ven sus efectos secundarios aumentar cuando se toman con alcohol.  

Además, tanto el alcohol como el paracetamol se metabolizan en el hígado. Tomar paracetamol durante o después de un consumo excesivo de alcohol puede reducir su eficacia. La mezcla también puede causar daños hepáticos y provocar hepatitis inducida por fármacos. Se trata de un daño hepático inducido por los medicamentos. 

Por lo tanto, no debe subestimarse el efecto de ciertos alimentos en el tratamiento. Cuando el médico o farmacéutico te dé instrucciones específicas sobre la alimentación, debes cumplirlas estrictamente para que tu tratamiento sea plenamente eficaz y no te cause efectos secundarios evitables. 

En caso de duda, esta información puede encontrarse en el prospecto.