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Fumar con diabetes, ¿cuáles son los riesgos?

Publicado el 11 sept. 2023 • Por Somya Pokharna

El tabaquismo y la diabetes son una combinación peligrosa, ya que cada uno agrava los riesgos asociados al otro. Sin embargo, a pesar de los peligros bien documentados, millones de personas en todo el mundo siguen fumando y luchan por dejar el hábito.

¿Cómo puede el tabaquismo provocar diabetes? ¿Y qué complicaciones puede causar a las personas que ya padecen diabetes?

¡Te lo contamos todo en este artículo!

Fumar con diabetes, ¿cuáles son los riesgos?

El tabaquismo, ampliamente reconocido como uno de los comportamientos más perjudiciales para la salud, es la principal causa de enfermedades prevenibles, discapacidades y muertes en todo el mundo. Incluso el tabaquismo pasivo supone un riesgo importante, teniendo en cuenta los efectos nocivos del tabaco y la nicotina.

Sin embargo, es imperativo reconocer que, para muchas personas, fumar no es sólo un mal hábito, sino una enfermedad, una auténtica adicción. Se convierte fácilmente en un mecanismo de supervivencia que atrapa a las personas vulnerables. La adicción a la nicotina refuerza rápidamente el ciclo de consumo continuado.

Un 33% de españoles fuma a diario según la encuesta EDADES del Ministerio de Sanidad.

¿Cómo puede el tabaco provocar diabetes?

En lo que respecta a la diabetes de tipo 2, los fumadores tienen entre un 30% y un 40% más de probabilidades de adquirirla que las personas que no fuman, y el riesgo aumenta con la frecuencia del consumo de tabaco. Esto se debe a los siguientes factores:

  1. Mientras que la insulina ayuda a que el azúcar entre en las células, la nicotina altera la función celular, haciéndolas insensibles a la insulina, lo que conduce a niveles elevados de azúcar en sangre.
  2. Las sustancias químicas presentes en el humo del tabaco también pueden reaccionar con el oxígeno y dañar las células del organismo, en un proceso conocido como estrés oxidativo. Esto desencadena la inflamación, que disminuye aún más la capacidad de las células para reaccionar a la insulina.
  3. Además, los fumadores son más propensos a acumular grasa en el vientre, aunque no tengan sobrepeso, lo que aumenta significativamente el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. El tabaquismo también aumenta el nivel de grasa en el vientre.
  4. Fumar también aumenta el nivel de triglicéridos, un tipo de grasa que se encuentra en la sangre. Al mismo tiempo, puede aumentar el colesterol "malo" LDL y disminuir el colesterol "bueno" HDL. El colesterol y los triglicéridos altos están relacionados con la diabetes de tipo 2.


¿Cómo afecta el tabaco a los pacientes diabéticos?

Por sí solas, la diabetes de tipo 1 y de tipo 2 conllevan una serie de complicaciones a largo plazo que afectan tanto al sistema macrovascular (que afecta a los grandes vasos, como las arterias y las venas) como al microvascular (que afecta a los vasos pequeños, como los capilares).

Cuando una persona tiene diabetes y además fuma, el riesgo de sufrir estas complicaciones aumenta considerablemente. Los niveles elevados de azúcar en sangre y el tabaquismo provocan la acumulación de depósitos de grasa en los vasos sanguíneos. Esto hace que se contraigan, debiliten, obstruyan y finalmente endurezcan, impidiendo así el flujo sanguíneo.

Problemas macrovasculares

Enfermedades cardiovasculares: El riesgo de enfermedades del corazón, como la enfermedad arterial coronaria y el infarto de miocardio (ataque al corazón), aumenta significativamente en las personas que fuman y tienen diabetes.

Enfermedad vascular periférica: El tabaquismo y la diabetes pueden estrechar y dañar los vasos sanguíneos de las piernas y los pies, aumentando el riesgo de enfermedad vascular periférica. Esta afección puede provocar mala circulación, dolor de piernas e incluso amputación de extremidades en casos graves.

Ictus: La combinación de tabaquismo y diabetes aumenta el riesgo de ictus, ya que ambos factores contribuyen al estrechamiento y la coagulación de los vasos sanguíneos del cerebro.

Problemas microvasculares

Retinopatía: El tabaquismo y la diabetes aumentan conjuntamente el riesgo de retinopatía diabética, una enfermedad que daña los vasos sanguíneos de la retina y puede provocar problemas de visión o ceguera.

Nefropatía: Esta combinación también puede aumentar el riesgo de nefropatía diabética, que daña los pequeños vasos sanguíneos de los riñones y puede provocar disfunción o insuficiencia renal.

Neuropatía periférica: El tabaquismo y la diabetes pueden exacerbar la neuropatía periférica, causando daños en los nervios de las extremidades, lo que provoca dolor, entumecimiento y pérdida de sensibilidad.

Neuropatía autonómica: La combinación de tabaquismo y diabetes puede contribuir a la neuropatía autonómica, afectando al sistema nervioso autónomo y provocando problemas como la gastroparesia (retraso en el vaciado del estómago) y alteraciones en el funcionamiento de la vejiga y los intestinos.

¿Cuáles son los beneficios de dejar de fumar para los pacientes diabéticos?

Dejar de fumar, aunque es un reto, es totalmente posible y beneficioso a cualquier edad, por lo que nunca es tarde para intentarlo. Al dejar de fumar, el cuerpo inicia un proceso de curación:

  • En 20 minutos: La frecuencia cardiaca y la presión arterial empiezan a disminuir, reduciendo la tensión del sistema cardiovascular.
  • En 12 horas: Los niveles de monóxido de carbono en la sangre, que es un gas nocivo que se encuentra en el humo del cigarrillo, vuelven a la normalidad, mejorando el transporte de oxígeno en el cuerpo.
  • Entre 2 semanas y 3 meses: La circulación y la función pulmonar comienzan a recuperarse, lo que facilita la respiración y aumenta los niveles generales de oxígeno en el torrente sanguíneo.
  • En el plazo de un año: El riesgo de enfermedad cardiaca se reduce a la mitad en comparación con el de un fumador, mejorando significativamente la salud cardiovascular.
  • A largo plazo: Dejar de fumar también mejora la capacidad del organismo para utilizar la insulina de forma eficaz, lo que facilita el control de los niveles de azúcar en sangre, algo especialmente importante para las personas diabéticas.

A muchos diabéticos les preocupa ganar peso cuando intentan dejar de fumar. Sin embargo, los estudios han descubierto que el aumento de peso no anula los beneficios inmediatos y a largo plazo de dejar de fumar, que siguen reduciendo significativamente el riesgo de problemas cardiacos y de muerte por todas las causas.

¡Recuerda!

El tabaquismo sigue siendo uno de los hábitos más destructivos que puede tener una persona, y causa enfermedades y muertes evitables en todo el mundo. Su relación con la diabetes es especialmente alarmante debido al efecto de la nicotina en la sensibilidad a la insulina, el estrés oxidativo y la acumulación de grasa. También aumenta la probabilidad de sufrir problemas cardiovasculares, enfermedades vasculares periféricas, derrames cerebrales, retinopatías, nefropatías, neuropatías y neuropatías autonómicas.

Sin embargo, la buena noticia es que dejar de fumar desencadena un rápido proceso de curación y sus beneficios superan con creces el posible aumento de peso. La decisión de dejar de fumar es un gran paso hacia una mejor salud, especialmente para los diabéticos, y les ofrece la oportunidad de un futuro mejor y más sano.


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