Una familia de medicamentos asociada con un riesgo de demencia

Tomar medicamentos anticolinérgicos, utilizados en casos de depresión o incontinencia, se asocia con un mayor riesgo de demencia, según investigadores británicos, que insisten, sin embargo, en la imposibilidad de concluir una relación de causa y efecto.

El estudio, publicado en la revista médica BMJ, cubre a más de 300,000 personas en el Reino Unido. Las personas con demencia tenían un 30% más de probabilidades que otras de haber tomado medicamentos anticolinérgicos para tratar la depresión, los síntomas de la enfermedad de Parkinson o la incontinencia en un período de cuatro a veinte años antes del diagnóstico.

Aunque el estudio muestra un vínculo entre los dos, "lo que no sabemos con certeza, es si el tratamiento es la causa" de la demencia, matizó uno de los autores del estudio, George Savva, de la Universidad de East Anglia. Esta relación "también podría explicarse por el hecho de que estos tratamientos se prescriben para síntomas muy tempranos que indican la aparición de demencia", continuó.

Los autores del estudio creen que los médicos deberían evitar prescribir medicamentos anticolinérgicos a largo plazo a pacientes mayores. Sin embargo, aconsejan a los pacientes que toman estos tratamientos que no los interrumpan por sí solos sin consultar a su médico.

Los fármacos anticolinérgicos funcionan bloqueando los mecanismos necesarios para los impulsos nerviosos y se usan para combatir ciertos movimientos involuntarios de los músculos, por ejemplo, en el caso de la incontinencia o la enfermedad de Parkinson. Algunos de ellos también pueden estar indicados en casos de depresión, enfermedad pulmonar crónica o asma.

"Más de 50 millones de personas en todo el mundo sufren de demencia y se estima que esta cifra podría aumentar a 132 millones en 2050. Por eso, desarrollar una estrategia para prevenir este fenómeno es una prioridad mundial", según George Sava.

En 2015, un estudio estadounidense ya había establecido un vínculo entre la toma de medicamentos anticolinérgicos a dosis elevadas o prolongadas y la demencia (en primer lugar, la enfermedad de Alzheimer).

- AFP -