Apnea del sueño (SAOS) - ¿Qué es y cómo evitar el riesgo de complicaciones?

¿Qué es la apnea del sueño? 

La apnea del sueño es un trastorno del sueño en el que la respiración se detiene y reanuda repetidamente mientras la persona está en estado de reposo. Esto puede impedir que el organismo reciba suficiente oxígeno, lo que a la larga puede acarrear complicaciones. Aunque no es mortal, puede acelerar otros problemas relacionados con el corazón o los pulmones. 

Es una enfermedad muy extendida que a menudo no se diagnostica. Se calcula que afecta a entre el 5% y el 10% de la población mundial. La apnea del sueño afecta más a los hombres que a las mujeres. El riesgo de padecer este trastorno aumenta a medida que la persona envejece, y los antecedentes familiares también pueden influir en su posible aparición. Otros factores que pueden influir en el riesgo de apnea del sueño son el sobrepeso, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el consumo de somníferos antes de dormir y la presencia de enfermedades respiratorias como el asma. 

Se cree que casi 5 millones de adultos en el España padecen apnea del sueño. 

Síntomas de la apnea del sueño

Los síntomas de la apnea del sueño pueden confundirse fácilmente con problemas banales que afectan a todo el mundo, pero la aparición persistente de estos síntomas es motivo de preocupación. En este caso, se recomienda acudir al médico para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados. Algunos de los síntomas más comunes son:

• Ronquidos fuertes 
• Pausas profundas durante el sueño que sólo pueden ser visibles para la pareja u otro ser querido 
• Cansancio y fatiga durante el día 
• Despertarse repetidamente por la noche 
• Despertar con dolor de cabeza o sequedad de boca, o ambos. 
• Irritabilidad general y cambios de humor 
• Dificultad para concentrarse y prestar atención durante el día. 
• Sudoración profusa por la noche 
• Disfunción sexual 

Tipos de apnea del sueño

La apnea del sueño puede clasificarse a grandes rasgos en 3 tipos. Presentan síntomas muy similares que a veces pueden confundirse entre sí. Son los siguientes:

Apnea obstructiva del sueño (AOS) 

Es el tipo más frecuente de apnea del sueño. Se produce cuando los músculos y el cuello se relajan durante el sueño, lo que hace que los músculos de la garganta presionen la tráquea. Esto bloquea el flujo de aire hacia los pulmones, provocando una respiración errática mientras se duerme. 

Apnea central del sueño  

Se trata de un trastorno que se produce porque el cerebro no envía las señales adecuadas a los músculos relacionados con la respiración, lo que provoca que no funcionen correctamente. El cerebro es responsable de gestionar siempre la respiración, incluso cuando una persona puede estar durmiendo. Cuando hay una falta de comunicación entre el cerebro y los músculos respiratorios, se produce esta irregularidad. 

Apnea del sueño compleja 

Este tipo de trastorno de la apnea del sueño es una combinación de los dos tipos anteriores, y se produce cuando una persona con AOS recibe el tratamiento adecuado (generalmente con una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP)) por parte de los profesionales sanitarios, pero el problema persiste, lo que lleva a los investigadores a estimar que se trata de una apnea central del sueño. No obstante, es necesario seguir investigando sobre este trastorno. 

Tratamientos para la apnea del sueño

En algunas situaciones, la apnea del sueño puede resolverse tomando decisiones sobre el estilo de vida, pero la mayoría de las personas que padecen esta enfermedad tienen que recurrir a las siguientes opciones:

Máquina CPAP 

Esta máquina envía suavemente presión de aire a través de una mascarilla que la persona lleva sobre la boca o la nariz mientras duerme. Esta presión de aire ayuda a ejercer fuerza sobre los músculos de la garganta permitiendo que permanezcan abiertos y facilitando la respiración y una mejor calidad del sueño. 

Dispositivos orales

Dispositivos orales personalizados, que funcionan de forma similar a las máquinas CPAP pero con diferentes funcionalidades, ya sea manteniendo la lengua hacia delante para permitir un mejor flujo de aire o manteniendo la mandíbula en su sitio para evitar obstrucciones de las vías respiratorias. 

Terapias orales

Existen terapias como la orofacial, que consiste en ejercicios para los músculos bucales y faciales con el fin de fortalecerlos y proporcionar un mejor control. 

Procedimientos quirúrgicos

Si los procedimientos mencionados no funcionan, el paciente puede necesitar una intervención quirúrgica para mejorar el flujo de aire: extirpación de amígdalas, colocación de un implante para controlar la respiración, extirpación de tejido blando para facilitar la respiración, etc. 

¿Cuáles son las complicaciones de la apnea del sueño?

La Apnea del sueño también es capaz de interferir con otros problemas que un individuo ya pueda tener y empeorarlos:

Presión arterial

La apnea del sueño puede afectar negativamente a una persona con hipertensión. Despertarse de repente en mitad de la noche suele ser muy estresante y puede disparar la presión arterial de un individuo. 

Diabetes de tipo 2

La apnea del sueño es un trastorno común al que se enfrentan las personas con diabetes de tipo 2, especialmente la apnea obstructiva del sueño (AOS). Aunque la dieta y el ejercicio suelen ser un punto de atención para los diabéticos, el sueño es otro elemento crucial que debe tenerse en cuenta. 

Problemas cardíacos

La obstrucción de la respiración causada por la apnea del sueño puede poner en riesgo a las personas con enfermedades cardiacas. Según un estudio publicado por la Biblioteca Nacional Británica de Medicina, la apnea obstructiva del sueño aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca en un 140%. 

Obesidad

Una persona afectada por la obesidad tiene más riesgo de padecer apnea del sueño, y se calcula que más del 70% de los pacientes con apnea obstructiva del sueño tienen sobrepeso o son obesos, según una revista publicada por la Biblioteca Nacional Británica de Medicina. La pérdida de peso puede ayudar a aliviar los síntomas. 

Accidentes cerebrovasculares

La reducción del flujo sanguíneo rico en oxígeno al cerebro por la apnea obstructiva del sueño puede aumentar el riesgo de sufrir un ictus isquémico, y cuanto más grave es la afección de apnea del sueño, mayor es la probabilidad de que se produzca un ictus. 

¿Cómo evitar el riesgo de complicaciones? 

Tanto si te han diagnosticado apnea del sueño como si no, estas rutinas de autocuidado podrían proporcionarte un respiro para no complicar aún más este trastorno:

Ejercicio regular

El ejercicio regular puede aliviar algunos de los síntomas de la apnea del sueño y contribuye a mejorar la respiración en general. 

Perder el exceso de peso

Si tienes sobrepeso u obesidad, es importante perder el exceso de peso practicando una forma de vida activa. Un peso saludable puede a veces remediar y aliviar los síntomas. 

Dejar de fumar

Fumar es perjudicial para la salud, especialmente para los pulmones y la garganta. Busca recursos y opciones que te ayuden a dejar la dependencia del tabaco. 

Evitar el alcohol

El alcohol puede relajar algunos de los músculos de la parte posterior de la garganta, lo que podría interferir en la respiración. 

Practica hábitos de sueño saludables

Intenta dormir y despertarte a una hora regular. Asegúrate de que la habitación esté bien y oscura. Cuantas más horas duermas, mejor, así que intenta dormir entre 7 y 8 horas. 

Duerme de lado

Dormir de lado reduce el riesgo de que los músculos de la lengua y la garganta obstruyan las vías respiratorias. Esto facilita la respiración. Prácticas como pegar una pelota de tenis a la espalda o utilizar una almohada como apoyo pueden ayudar a dormir de lado. 

Conclusión

La apnea del sueño puede parecer relativamente inofensiva al principio, pero puede derivar en afecciones más graves en el futuro. Además, puede resultar problemática para tu pareja o ser querido. Por eso es importante acudir al médico en cuanto aparezcan los primeros síntomas. ¡No des por sentado el sueño que siempre has deseado!

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