¿Cómo se envejece con la esclerosis múltiple? ¡Todo lo que necesitas saber!
Publicado el 3 dic. 2021 • Por Candice Salomé
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central. Una disfunción del sistema inmunitario da lugar a lesiones que provocan perturbaciones motoras, sensoriales, cognitivas, visuales... A más o menos largo plazo, la esclerosis múltiple puede provocar una discapacidad irreversible.
Pero, ¿cómo evoluciona realmente la esclerosis múltiple? ¿La esclerosis múltiple evoluciona de la misma manera en todos los pacientes? ¿Cómo se envejece con esclerosis múltiple?
¡Te lo contamos todo en nuestro artículo!
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune. El sistema de defensa que debe proteger al paciente de las agresiones externas se vuelve contra sus propias células y las ataca. Todavía no se conocen bien las razones de esto.
La esclerosis múltiple es la principal causa de discapacidad no traumática grave en adultos jóvenes. Comienza alrededor de los 30 años y afecta más a las mujeres que a los hombres (1 hombre por 3 mujeres).
En España, unas 55.000 personas padecen esclerosis múltiple y cada año se diagnostican 1.900 nuevos casos.
Es difícil predecir la evolución de la esclerosis múltiple a corto o largo plazo porque cada paciente es un caso especial. Sin embargo, según la evolución de la enfermedad, la esclerosis múltiple se clasifica en 3 formas.
¿Cuáles son las diferentes formas de la esclerosis múltiple?
Según la evolución de la enfermedad, se definen 3 formas de esclerosis múltiple:
- La forma "remitente-recurrente": la esclerosis múltiple evoluciona mediante brotes sucesivos entre los que la enfermedad no progresa. Esta forma de esclerosis múltiple representa aproximadamente el 85% de los pacientes. Durante los brotes, los síntomas aparecen en cuestión de horas o días y suelen estar asociados a una fatiga extrema e inusual. Los síntomas desaparecen total o parcialmente en unas semanas. Los períodos de remisión varían en duración, y en los primeros años de la enfermedad, la recuperación entre cada brote suele ser completa.
- Al cabo de entre 5 y 20 años desde los primeros síntomas, el 50% de los casos de esclerosis múltiple evolucionan hacia la forma "secundaria progresiva". En este caso, los pacientes experimentan un empeoramiento de la discapacidad más continuo y sin brotes. Estudios epidemiológicos recientes sugieren que los tratamientos inmunomoduladores/supresores de la enfermedad retrasan la aparición de esta segunda fase progresiva.
- Por último, la denominada EM "primaria progresiva" (también conocida como "progresiva temprana") es una forma en la que la enfermedad avanza lenta y progresivamente desde el principio, sin brotes ni remisiones. Esta forma representa el 15% de los casos y se observa generalmente en pacientes de edad avanzada, después de los 40 años, y afecta tanto a mujeres como a hombres.
¿Cómo evoluciona la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple es una enfermedad extremadamente heterogénea. De hecho, no evoluciona de la misma manera de un paciente a otro y los síntomas también difieren enormemente.
En efecto, los síntomas varían mucho de un paciente a otro y también cambian a lo largo de la vida en el mismo paciente. Dependen de la zona del cerebro o de la médula espinal afectada por la lesión.
Pueden aparecer de forma aislada o combinada y son las siguientes:
- Trastornos motores relacionados con la debilidad muscular que pueden afectar a los miembros superiores y/o inferiores y, por tanto, reducir la capacidad del paciente para caminar.
- Trastornos de la sensibilidad como entumecimiento, hormigueo, dolor, etc.
- Síntomas visuales: visión doble o agudeza visual reducida.
- Problemas de equilibrio y de coordinación o mareos.
- Problemas urinarios y sexuales.
- Problemas cognitivos: dificultad de atención, concentración y memoria, y un enlentecimiento general.
- Trastornos de ansiedad.
Además, cuando el cerebelo se ve afectado, los pacientes con EM pueden tener dificultades para articular o ser propensos a los temblores.
Además, los trastornos de la deglución, a menudo se subestimados, pueden tener graves consecuencias. Estos trastornos pueden tener varias causas: falta de movilidad de la lengua, debilidad de los músculos del paladar blando, de la boca y de los músculos de la masticación, trastornos de la sensibilidad, etc. Los trastornos de la deglución dan lugar a lo que se conoce como "falsa ruta": los alimentos no toman la ruta prevista para ellos y acaban en las vías respiratorias.
Los síntomas pueden desaparecer espontáneamente, sobre todo al principio de la enfermedad. Las secuelas a veces pueden permanecer o incluso convertirse en una discapacidad, especialmente después de varios años de evolución. Pueden afectar al movimiento, al equilibrio, a la sensibilidad o a la capacidad de controlar la orina. Esto es diferente para la forma "primaria-progresiva" en la que los síntomas persisten desde el principio de la enfermedad.
La noción de discapacidad es importante, ya que es un problema a largo plazo de la enfermedad. Sin embargo, no es sistemática y puede variar en su naturaleza, intensidad y tiempo de desarrollo.
¿Cómo se envejece con la esclerosis múltiple?
Después de los 60 años, es necesario adaptar el tratamiento de los pacientes, sobre todo debido a las comorbilidades relacionadas con la edad, como la osteoporosis o las enfermedades cardiovasculares.
Además, los tratamientos se validan principalmente en poblaciones jóvenes y rara vez en pacientes mayores de 60 años.
Aunque la capacidad de reparar la mielina es menos eficaz con la edad, la gravedad de la enfermedad disminuye después de los 60 años, excepto en las formas "primarias progresivas". Esto se debe a que los mecanismos autoinmunes son menos activos, por lo que los pacientes tienen menos brotes, y probablemente a otros factores, como la menopausia en las mujeres.
Los tratamientos prescritos para la esclerosis múltiple son los inmunomoduladores o los inmunosupresores, según la gravedad de la enfermedad. Estos tratamientos modularán la actividad del sistema inmunitario del paciente en mayor o menor medida.
De hecho, la edad del paciente es un parámetro a tener en cuenta. La relación beneficio-riesgo de los tratamientos no es la misma en los pacientes mayores que en los más jóvenes. Dado que el tratamiento afecta al sistema inmunitario y éste es más frágil en las personas mayores, los pacientes corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones, sobre todo por infecciones pulmonares oportunistas.
Cuando se prescribe un tratamiento, es importante que el profesional sanitario conozca la franja de edad en la que se realizó el ensayo clínico. El riesgo de progresión de la enfermedad debe ser mayor que el riesgo de complicaciones del tratamiento.
En los pacientes de edad avanzada, el tratamiento se reduce o incluso se interrumpe porque la enfermedad suele estabilizarse por sí sola. En este caso, los cuidados se basan principalmente en su instalación y confort diarios, la rehabilitación y la actividad deportiva, así como la atención psicológica y social.
¿Cuál es la situación de la investigación clínica sobre la esclerosis múltiple y el envejecimiento del paciente?
En 2018 se inició un estudio en el CIC en sujetos en un estadio más avanzado de la enfermedad. La principal complicación en los pacientes afectados por la esclerosis múltiple son las neumopatías (infecciones pulmonares). Este estudio, realizado en 70 pacientes con un alto nivel de discapacidad (silla de ruedas o ayuda para caminar), tiene como objetivo determinar los criterios para evaluar las capacidades respiratorias de los pacientes, lo que permitiría evaluar mejor la relación beneficio-riesgo de los tratamientos.
Además, hay ensayos clínicos en curso o previstos para comprobar la eficacia de las moléculas remielinizantes, es decir, las que pretenden reparar las lesiones y no sólo limitar su aparición.
Fuentes:
L’évolution et les séquelles de la sclérose en plaques, Vidal
Comprendre la sclérose en plaques, INSERM
La sclérose en plaques, diagnostic et évolution, Fondation ARSEP
Vieillir avec la sclérose en plaques, Institut du cerveau
Les symptômes, le diagnostic et les formes de la sclérose en plaques, Ameli