Estudiar la ostra para comprender mejor el desarrollo del cáncer
Publicado el 18 abr. 2018

Comprender el desarrollo celular responsable del crecimiento del cáncer mediante el estudio de la ostra. Por primera vez, un equipo de investigadores está interesado en las capacidades de este molusco para activar este desarrollo, pero también y especialmente para desactivarlo.
"Esta es la primera vez que se reúne a biólogos marinos y a investigadores del cáncer para estudiar algunos mecanismos de la ostra", dice a la AFP Charlotte Corporeau, del Laboratorio de Fisiología de invertebrados Ifremer, el Instituto de Investigación francesa para la explotación del mar que coordina el proyecto Mollusc, financiado por la Fundación Arco contra el Cáncer.
También participan la Universidad de Bretaña Occidental (UBO), Inserm, CNRS, la Universidad de Paris Sud y el Centro Mediterráneo de Medicina Molecular C3M.
"Este programa abre nuevas vías de investigación basadas en los mecanismos ancestrales de la ostra", dice Catherine Brenner, directora de investigación del CNRS, especializada en oncología y en enfermedades cardiovasculares.
"Hay mecanismos comunes entre la ostra y el cáncer, ¡es realmente sorprendente!"
Estudiada regularmente para comprender los impactos de la contaminación en el medio ambiente debido a su alto potencial de acumulación de contaminantes y metales pesados, la ostra nunca había sido examinada por sus similitudes con los humanos en términos de desarrollo celular.
Al igual que los humanos, el molusco conoce el efecto Warburg, que lleva el nombre del biólogo Otto Warburg, quien identificó en 1930 este fenómeno de desarrollo celular responsable del crecimiento del cáncer. Por el momento es irreversible en los humanos. Pero la ostra hueca lograría controlarlo.
En el laboratorio, los investigadores de Ifremer han demostrado (Journal of Proteomics, 2014) que el estrés de la temperatura bloqueaba la aparición de este fenómeno en la ostra, una especie que, a diferencia de los humanos, es incapaz de regular su temperatura interna.
"Muy sorprendente"
"La gente tiene que entender que hay cosas a sus pies que son muy sorprendentes, las ostras no solo son buenas para comer con limón", dice Charlotte Corporeau riéndose, mientras cuenta meticulosamente las ostras pequeñas de menos de dos centímetros de largo que acaba de sacar de un bolsillo fijo en la parte superior de la playa, en una zona de cria de ostras del puerto de Brest. Cada 15 días, la bióloga observará, contará y pesará los animales pequeños colocados en tres lugares diferentes de la playa, definiendo así su período de inmersión.
"El objetivo es hacer que estos animales vivan en condiciones muy diferentes para estudiar su capacidad de adaptación", dice la bióloga. "Es como si las ostras situadas en lugares más profundos (que se alimentan del fitoplancton suspendido en el agua) estuvieran revolcándose en un sofá comiendo patatas fritas, mientras las de lugares menos profundos estuvieran haciendo deportes y dieta", ilustra. Los primeros también estarán sujetos a cambios de temperatura menos significativos, porque a menudo están más sumergidos, que las anteriores.
El proyecto Mollusc tiene como objetivo validar la hipótesis de que la ostra tiene mecanismos para controlar el efecto Warburg por la temperatura.
En un segundo tiempo, se interesarán en el virus del herpes Ostreid, que es responsable de grandes olas de mortalidad en las granjas. Este virus es capaz de destruir la célula de la ostra mientras está sujeto al efecto Warburg, desviándolo para su beneficio. De hecho, lo usa para asegurar su replicación hasta la muerte del molusco.
"La investigación de ostras realizada por Charlotte Corporeau podría abrir vías inexploradas para encontrar nuevos objetivos terapéuticos", dice François Dupré, Director Ejecutivo de la Fundación Arco.
El mundo marino es cada vez más interesante para los investigadores en salud humana debido a su riqueza.
Un simposio sobre este tema se llevará a cabo en Brest los días 8 y 9 de octubre. Titulado "Especies marinas, reservorios de moléculas para la salud humana", se centrará en las ostras, pero también en los erizos de mar, también estudiados en la lucha contra el cáncer, las algas, que podrían proporcionar nuevos fármacos contra el cáncer, o en gusanos marinos tales como lombrices, cuya hemoglobina es capaz de transportar cincuenta veces más oxígeno que la del hombre.
- AFP -
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