Artrosis y alimentación: ¿cómo aliviar las articulaciones?

¿Qué es la artrosis? 

La artrosis es una enfermedad crónica que afecta al cartílago y a los tejidos adyacentes. Se caracteriza por el dolor, la rigidez y la pérdida de funcionalidad. 

La pérdida de cartílago puede producirse lentamente a lo largo de varios años, puede haber fases de empeoramiento denominadas reagudizaciones, y existe una forma de destrucción del cartílago que puede ser muy rápida en uno o dos años. 

Todas las articulaciones pueden verse afectadas. Las localizaciones más frecuentes y a veces múltiples son a nivel de:  

• De la columna vertebral, vértebras cervicales o lumbares, 
• De las rodillas, gonartrosis, 
• De las caderas, coxartrosis, 
• De la muñeca,  
• Del pulgar, rizartrosis, 
• Y de los dedos, artrosis digital. 

Otras artrosis menos frecuentes afectan a los hombros, los codos, los tobillos, etc. 

La artrosis es la enfermedad articular más extendida. Afecta al 10% de los españoles, es decir, a más de 7 millones de personas. Se prevé que el número de enfermos siga aumentando debido al incremento de la esperanza de vida y del número de personas con sobrepeso y obesidad. 

A menudo se confunde con la artritis, un término general que engloba cualquier forma de inflamación de los tejidos, aguda o crónica, que puede afectar a una o varias articulaciones. Existen más de cien afecciones diferentes, como la bursitis, la tendinitis, la artritis psoriásica, la fibromialgia, la artrosis y la artritis reumatoide. 

¿Cuáles son las causas de la artrosis y cómo se puede tratar? 

La artrosis puede deberse a varios factores: una predisposición genética, malas condiciones mecánicas que favorecen la degradación del cartílago, como pequeños traumatismos repetidos (por ejemplo, una práctica deportiva muy intensa) o gestos repetitivos en un contexto profesional. 

Ciertas enfermedades pueden favorecer la artrosis: la diabetes, la obesidad, la enfermedad de Wilson, etc. 

Sin embargo, ciertos factores de riesgo pueden evitarse: el sobrepeso, el tabaquismo, las malas posturas y la falta de actividad física regular. 

En cuanto al tratamiento de la artrosis, actualmente ningún medicamento puede curarla. Sin embargo, es posible frenar la evolución de la enfermedad y mejorar el confort articular. Los reumatólogos recomiendan tomar antiinflamatorios cuando la articulación es demasiado dolorosa. 

Hasta la fecha, el tratamiento de la artrosis se basa esencialmente en medidas higiénico-dietéticas para proporcionar a los pacientes un alivio duradero. La actividad física, adaptada a las capacidades físicas de cada persona, es una de las principales recomendaciones. 

Hasta cierto punto, la alimentación puede contribuir a la curación de la artrosis, pero existen muchas ideas erróneas sobre los efectos de, por ejemplo, los productos lácteos y el gluten, para los que no existe ningún argumento científico hoy en día sobre su implicación en el agravamiento del dolor articular. 

¿Qué alimentos es necesario evitar en caso de artrosis? 

Se sabe que ciertas categorías de alimentos aumentan los compuestos inflamatorios en el organismo y exacerban el dolor artrítico. 

Por lo tanto, es necesario limitar lo que promueve la inflamación y los picos de azúcar en la sangre:  

• Los alimentos ricos en ácidos grasos saturados (carnes rojas, quesos, etc.),  
• Los alimentos ricos en ácidos grasos trans (alimentos procesados y fritos), 
• Los alimentos refinados (pan blanco, harina blanca, etc.),  
• Los alimentos demasiado ricos en omega-6 (aceites de cártamo, girasol, soja y maíz), 
• Los alimentos ricos en azúcares rápidos (caramelos, postres dulces, etc.), 
• El alcohol y los refrescos. 

La leche, los yogures y el queso tienen fama de ser proinflamatorios, por lo que algunos pacientes con artrosis prefieren evitarlos. Sin embargo, según los especialistas, los productos lácteos, ricos en calcio y otros nutrientes, siguen siendo esenciales para la salud de huesos, músculos y articulaciones.  

Existen dietas restrictivas, como la dieta Seignalet, que a veces se siguen para intentar limitar la artrosis. No hay pruebas científicas de que una dieta de exclusión mejore o prevenga el desarrollo de la artrosis. 

¿Qué recomendaciones seguir en caso de artrosis? 

Las dos recomendaciones más importantes son la práctica de una actividad física regular y mantener o perder peso.  

Se recomienda encarecidamente mantener una actividad física para mantener un tonicidad muscular y así proteger las articulaciones, a nivel de la rodilla por ejemplo. 

Es importante mantener un peso "normal" (IMC entre 18,5 y 24,9 kg/m2); en caso de sobrepeso, basta con perder entre 4 y 5 kilos para aliviar la artrosis. El efecto es mecánico y fisiológico. En las personas con sobrepeso, el tejido adiposo segrega mediadores que aumentan la sensibilidad al dolor, así como moléculas proinflamatorias que no hacen sino agravar el daño articular.  

La pérdida o el mantenimiento del peso debe lograrse siguiendo una dieta equilibrada para evitar carencias. 

Algunos ejemplos de alimentos a privilegiar:  

• El ajo, gracias a sus propiedades antiinflamatorias,
• El pescado azul, los aceites de nuez, de soja y de colza, etc., ricos en omega-3,
• Las verduras crudas, que tienen una muy alta concentración de agua y vitamina C. El cartílago está estructurado por fibras de colágeno, una proteína que requiere esta vitamina para su fabricación sólida, 
• El perejil, la fruta fresca (especialmente las de color naranja) en cada comida, también ricas en vitamina C y que favorecen la creación de colágeno.

Los médicos recomiendan la dieta mediterránea porque ayuda a mantener una buena salud y protege el sistema cardiovascular. En la práctica, los menús corresponden a los alimentos que se deben favorecer en el caso de la artrosis, cereales integrales, frutas y verduras, pescado y aceite de oliva. Por el contrario, hay que limitar las carnes rojas, los embutidos y los platos industriales. 

Es necesario favorecer la cocción suave a bajas temperaturas y evitar las barbacoas, las frituras, los microondas y otros métodos de cocción a alta temperatura que generan la formación de moléculas de Maillard, tóxicas para las células, en particular las de las articulaciones. 

La hidratación también es importante, la sustancia más importante de la articulación es el cartílago, que se compone de un 75% de agua. Es importante beber lo suficiente y con regularidad a lo largo del día. 

Una hipótesis popular recomienda el uso de probióticos a través de complementos alimenticios para restaurar la flora intestinal y así limitar la destrucción del cartílago, para ello los mejores probióticos son los yogures. 

Es necesario tener cuidado con los alimentos milagrosos y las ideas erróneas. Aunque algunos nutrientes parecen ser buenos para las articulaciones, las pruebas científicas son muy limitadas. Muchos médicos creen que no existe una dieta milagrosa para prevenir la artrosis, la artritis u otras enfermedades articulares. Las dos recomendaciones principales son la realización de actividad física regular y/o seguir una dieta si se tiene sobrepeso.