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Deporte y quimioterapia: ¿cómo adaptar el ejercicio físico durante el tratamiento?

Publicado el 23 sept. 2024 • Por Claudia Lima

La quimioterapia es uno de los tratamientos utilizados para curar muchos tipos de cáncer. También conocida como quimio, se basa en el uso de fármacos. Estos pueden tener una serie de efectos secundarios que dificultan el mantenimiento de una actividad física regular. 

Sin embargo, cada vez son más las investigaciones que demuestran que el deporte, cuando se adapta a las necesidades y capacidades de los pacientes, puede desempeñar un papel crucial en la mejora de la calidad de vida durante y después del tratamiento contra el cáncer. 

¿Qué es la quimioterapia y su impacto en el organismo? ¿Cuáles son los beneficios de practicar deporte durante la quimioterapia? ¿Qué actividades deportivas se pueden practicar? 

¿Buscas respuestas? ¡Lee nuestro artículo! 

Deporte y quimioterapia: ¿cómo adaptar el ejercicio físico durante el tratamiento?

¿Qué es la quimioterapia y qué efectos tiene en el organismo? 

La quimioterapia es un tratamiento esencial en la lucha contra muchos tipos de cáncer. 

Su objetivo es eliminar las células cancerosas en cualquier parte del cuerpo, ya sea destruyéndolas directamente o impidiendo que se multipliquen. Esto se conoce como tratamiento sistémico, y consiste en administrar una sustancia que viaja a través de los vasos sanguíneos para llegar a las células de todo el cuerpo. 

Aunque es eficaz para atacar y destruir las células cancerosas, la quimioterapia no deja de tener consecuencias para el organismo. 

Los efectos secundarios varían en función de los fármacos utilizados, pero algunos síntomas son comunes a la mayoría de los pacientes. Estos son los efectos secundarios más frecuentes: 

  • Fatiga intensa, a menudo incapacitante, que no desaparece con el reposo, 
  • Náuseas y vómitos, inducidos por el efecto de los fármacos sobre el estómago y las células digestivas, 
  • Pérdida de masa muscular debida a la inmovilidad, la fatiga y la malnutrición. La pérdida de masa muscular es un síntoma que debe vigilarse atentamente, 
  • Dolor articular y muscular: el cuerpo se vuelve más rígido y doloroso, lo que dificulta el movimiento, 
  • Pérdida de la condición física general, con una reducción de la actividad que conlleva una disminución de la resistencia y la fuerza física. 

Durante mucho tiempo, estos efectos secundarios llevaron a la gente a pensar que era mejor evitar toda actividad física durante la quimioterapia. Sin embargo, una actividad física moderada y adecuada puede mejorar mucho la calidad de vida de los pacientes sometidos a este tipo de tratamiento. 

¿Cuáles son los beneficios del ejercicio físico durante la quimioterapia?

En general, el deporte ayuda a los pacientes a reconciliarse con su cuerpo, a recuperarlo, a sentirse bien después de los tratamientos a los que se han sometido y a recuperar tono y flexibilidad.

Cuando se practica de forma adecuada y progresiva, el deporte ofrece una serie de ventajas importantes a los pacientes sometidos a quimioterapia: 

  • Reducción de la fatiga: el ejercicio moderado ayuda a reducir la fatiga relacionada con la quimioterapia. Estimula la circulación sanguínea y libera endorfinas, hormonas que mejoran el estado de ánimo y la energía. 
  • Mejora del bienestar psicológico: la ansiedad y la depresión son frecuentes durante el tratamiento. Incluso el deporte ligero libera hormonas como la serotonina, que contribuyen a mejorar el estado de ánimo y a reducir el estrés. La concentración necesaria para llevar a cabo una actividad distrae de la enfermedad durante este periodo. Además, participar en una actividad de grupo permite conocer gente nueva y romper el aislamiento en el que puede sumir la enfermedad. 
  • Preservación de la masa muscular: la inactividad puede acelerar la pérdida de masa muscular, pero los ejercicios de resistencia suaves pueden limitar esta pérdida, manteniendo la fuerza y la independencia funcional. 
  • Mejor control de los efectos secundarios de los medicamentos: la actividad física regular también puede reducir otros efectos secundarios, como las náuseas y el dolor articular. 

La actividad física y el deporte pueden convertirse rápidamente en el mejor aliado de un paciente durante el curso de su enfermedad. 

¿Cuáles son los beneficios del ejercicio físico después de la quimioterapia?

La actividad física ayuda a combatir la fatiga y facilita la reincorporación a la vida social. A más largo plazo, puede reducir en un 50% el riesgo de recidiva de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, cáncer de colon y cáncer de próstata

Después de la quimioterapia, el organismo sigue sintiendo los efectos del tratamiento durante varios meses. La reanudación progresiva del ejercicio físico es igualmente beneficiosa durante esta fase de recuperación. Esto permite: 

  • Recuperación de la condición física: tras meses de tratamiento, el cuerpo necesita recuperar su fuerza y resistencia. 
  • Mejora de la calidad de vida a largo plazo: el ejercicio físico ayuda a regular el sueño, reducir la fatiga crónica y mantener una mejor movilidad y flexibilidad. 
  • Apoyo mental: seguir haciendo ejercicio después de la quimioterapia ayuda a aumentar la confianza en uno mismo y a gestionar mejor las emociones asociadas a la remisión. 

¿Cómo adaptar una rutina deportiva durante y después de la quimioterapia? 

La actividad física debe introducirse gradualmente y estar supervisada por profesionales del deporte que trabajen mano a mano con profesionales de la salud. Por eso hablamos de actividad física adaptada (AFA). Lo importante es hacer ejercicio que se adapte a tus capacidades físicas en ese momento, y no forzar tu cuerpo más allá de sus límites. 

He aquí algunos consejos para crear una rutina deportiva adecuada: 

Consultar a un profesional sanitario

Antes de iniciar o reanudar cualquier actividad física, debes consultar a tu oncólogo o a un fisioterapeuta. Ellos le recomendarán ejercicios adaptados al estado de cada persona.  

Elegir la ropa y los accesorios adecuados 

Para sentirte bien durante una sesión deportiva, debes optar por prendas suaves y cómodas. Evita la ropa interior y los sujetadores con elásticos y aros. Recuerda mantenerte hidratado, así que no olvides una botella de agua. 

Escucha a tu cuerpo 

Cada día es diferente durante la quimioterapia. Hay que adaptarse a la intensidad de las sesiones y a los efectos secundarios. No se trata de seguir un programa estricto, sino de escuchar a tu cuerpo.  

Empezar poco a poco

Incluso para alguien que se consideraba deportista antes de empezar la quimioterapia, es aconsejable empezar con ejercicios ligeros, como caminar o hacer estiramientos, antes de intensificar el esfuerzo. El objetivo es mantenerse activo sin agotar las reservas de energía. 

Dividir los esfuerzos

Si una sesión larga parece demasiado difícil, divídela en varias sesiones cortas a lo largo del día. Caminar diez minutos tres veces al día ya es beneficioso. Un nivel bajo de ejercicio siempre es un paso adelante con respecto a un estado sedentario. 

Mantener la regularidad 

Es mejor hacer ejercicio suave pero regular que intenso e irregular. La regularidad permite al cuerpo acostumbrarse y beneficiarse de las ventajas del ejercicio. 

Por último, he aquí algunos ejemplos de actividades físicas adecuadas para pacientes sometidos a quimioterapia o en fase de recuperación: 

  • Caminar: es el ejercicio más accesible, ya que permite mantener una actividad cardiovascular sin forzar demasiado el cuerpo. Además, la duración y la intensidad son adaptables. 
  • Yoga: suave y relajante, el yoga es excelente para mejorar la flexibilidad, reducir el estrés y favorecer la relajación. Se pueden practicar posturas sencillas incluso cuando se está muy cansado. 
  • Natación: si tu médico lo autoriza, la natación o el aquagym son actividades suaves que hacen trabajar todo el cuerpo limitando el impacto articular. 
  • Ejercicios ligeros de refuerzo muscular: el uso de bandas elásticas o pesas ligeras para los ejercicios de refuerzo ayuda a combatir la pérdida de masa muscular sin traumatizar los músculos ni las articulaciones. 
  • La bicicleta estática o la bicicleta urbana: para mantener los músculos del corazón y de las piernas, evitando al mismo tiempo los impactos. 

Sin embargo, hay ciertas situaciones que contraindican la actividad física cuando se está en tratamiento de quimioterapia: 

  • Fatiga extrema, 
  • Anemia sintomática (hemoglobina ≤ 8 g/dl), 
  • Síndrome infeccioso grave en curso, 
  • Descompensación de patología cardiopulmonar, 
  • Lesiones óseas (la contraindicación se refiere a la movilización del miembro afectado), 
  • Malnutrición grave. 

La mayoría de estas situaciones son temporales. Es necesario reevaluar periódicamente el estado del paciente para no obstaculizar su compromiso con un estilo de vida activo. 

¡Recuerda! 

Esto significa que la actividad física durante y después de la quimioterapia no sólo es posible, sino que los expertos médicos la recomiendan encarecidamente. 

Cuanto antes se introduzca la actividad física en el proceso de tratamiento, más beneficiosa será para el paciente. 

Mantener la actividad física durante el tratamiento es beneficioso para la salud, la forma física, la moral y la calidad de vida. Por supuesto, se debe adaptar las actividades a las capacidades y escuchar las señales de su cuerpo. 

Si estás en tratamiento o en fase de recuperación, no dudes en consultar a tus médicos para diseñar un programa adecuado para ti. 

 
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