Metástasis del cáncer: ¿qué son?

¿Qué es una metástasis? 

El cáncer es una enfermedad causada por la transformación de células que se vuelven anormales y proliferan en exceso. Estas células forman una masa llamada tumor maligno.  

Una célula cancerosa puede crecer, dividirse y extenderse a los tejidos o estructuras que la rodean. También puede extenderse a otros órganos.  

Cuando las células cancerosas de un tumor inicial (o tumor primario) migran a través de los vasos linfáticos o sanguíneos a otra parte del cuerpo y se instalan, formando un nuevo tumor, se habla de metástasis y de tumor secundario.  

Las metástasis se desarrollan con mayor frecuencia en los pulmones, el hígado, los huesos y el cerebro. Sin embargo, independientemente de su localización, el tumor maligno siempre se define por su tejido de origen. Un cáncer de pulmón que se extiende a los huesos no se convierte en cáncer de huesos, sigue siendo un cáncer de pulmón. Las metástasis son localizaciones secundarias del tumor. 

El riesgo de desarrollar metástasis depende de las características del primer tumor. Hay que tener en cuenta varios aspectos: el tipo de cáncer, el tamaño del tumor y su localización, la rapidez con la que crece, la probabilidad de que se extienda y el tiempo que lleva en el cuerpo.  

Casi todos los cánceres pueden convertirse en metastásicos, excepto algunos cánceres de piel. Cada tipo de cáncer está vinculado a una metástasis preferente. Por ejemplo: el cáncer de pulmón suele hacer metástasis en los ganglios linfáticos, mientras que el cáncer de mama hace metástasis en los huesos o los pulmones. 

¿Cuáles son los síntomas de las metástasis? ¿Cómo diagnosticarlas?  

Los síntomas de las metástasis son diferentes según el órgano afectado. Pueden desarrollarse muy rápidamente o varios años después del diagnóstico inicial. Algunos cánceres nunca hacen metástasis, otros hacen mucha metástasis. 

Existen varios tipos de metástasis y los síntomas generados están relacionados con el órgano colonizado por las células cancerosas:  

• Metástasis óseas: síntomas de dolor óseo, fracturas, compresión vertebral y/o hipercalcemia, 
• Metástasis cerebrales: gran variedad de síntomas según la zona del cerebro afectada, con náuseas, vómitos, mareos, falta de concentración, debilidad muscular y/o hemiplejía, 
• Metástasis pulmonares: síntomas de dolor, tos persistente, falta de aire, dificultades respiratorias y/o tos con sangre, 
• Metástasis hepáticas: síntomas de pesadez y dolor en el hígado, fiebre y/o ictericia. 

Otros signos que pueden indicar la progresión de un cáncer primario a metastásico son la fatiga, el dolor, la pérdida de apetito, los dolores de cabeza, los cambios de humor y las hemorragias anormales.  

Un cáncer puede convertirse en metastásico y ser diagnosticado en 3 etapas diferentes:  

• Cuando se descubre el primer tumor, durante el estudio de extensión que se realiza para identificar los órganos afectados, se trata de metástasis sincrónicas,  
• Varios meses o años después, cuando las células cancerosas afectan a otro órgano aunque el tumor inicial haya sido tratado, se trata de metástasis metacrónicas,  
• Al investigar la causa de los síntomas causados por las metástasis. 

Para diagnosticar las metástasis, se pueden realizar varios exámenes: un examen clínico, exámenes biológicos (sangre y orina), exámenes de imagen (ecografía, TAC, radiografía, gammagrafía, PET) y también, un estudio de marcadores tumorales.  

Las técnicas de imagen médica permiten explorar los órganos afectados por el cáncer o las metástasis, pero es la biopsia la que realmente confirmará la presencia de células tumorales.  

En realidad, es difícil diagnosticar las metástasis en una fase temprana, ya que en el caso de un paciente en remisión, por ejemplo, no hay un examen sistemático, por lo que si las células cancerosas están latentes, pueden detectarse demasiado tarde.  

¿Cómo tratar las metástasis?  

El tratamiento del cáncer metastásico dependerá de la localización y las características del nuevo tumor o tumores. En general, durante el tratamiento del tumor primario, el tratamiento adyuvante se administra como medida de seguridad para prevenir la metástasis y el riesgo de recidiva (reaparición del cáncer en el mismo lugar). 

Las metástasis conservan las características del tumor primario, por lo que su tratamiento se basará en las mismas estrategias terapéuticas que las utilizadas para el tumor inicial. En la medida de lo posible, algunas metástasis pueden eliminarse mediante una cirugía de resección (una operación para eliminar todo o parte de un órgano o tejido). 

Para bloquear la proliferación de las células tumorales, pueden utilizarse la quimioterapia, la terapia hormonal y las terapias dirigidas. Es posible actuar sobre el sistema inmunitario del paciente con la inmunoterapia. 

En el caso de las metástasis cerebrales, sólo se pueden tratar con radioterapia o cirugía para extirpar el tumor.  

En el caso de las metástasis óseas, se puede realizar una cementoplastia, que es una inyección de cemento en el hueso o la vértebra para consolidarlo y reducir el dolor. 

¿Se puede vivir con metástasis?  

En general, los cánceres metastásicos progresan más rápidamente que el cáncer primario, son cánceres complejos y las células son resistentes al tratamiento.  

Si un órgano está afectado y el tumor se ha extendido considerablemente, el pronóstico puede ser mortal. Esto se conoce como cáncer generalizado o cáncer en estadio 4. 

Sin embargo, gracias a las nuevas tecnologías, se ha mejorado la esperanza de vida de los pacientes en determinados tipos de cáncer, como el de pulmón, el melanoma y el cáncer de mama HER2. 

Hoy en día, es raro que se curen las metástasis. La enfermedad no es curable pero es tratable y los pacientes pueden vivir mucho tiempo con metástasis. Varios tratamientos y cirugías pueden hacer retroceder las metástasis y limitar sus complicaciones. 

Muchos pacientes viven con terapias continuas. El tratamiento del dolor y los cuidados de apoyo son elementos clave para apoyar a los pacientes y su calidad de vida.

Los mecanismos de los procesos metastásicos son poco conocidos, la proliferación de las células cancerosas del tumor primario puede producirse muy pronto, mientras que algunas de estas células pueden permanecer latentes sin que se sepa muy bien por qué.  

La mayor parte de la investigación actual se centra en la detección precoz de las células asociadas a un mal pronóstico. Una nueva etapa se ha alcanzado y da esperanzas: los científicos son capaces de detectar las células cancerosas circulantes, lo que permite iniciar rápidamente un tratamiento específico y evitar que las células crezcan en otros lugares.