Trastornos del sueño y diabetes: ¡un círculo vicioso que debemos comprender!
Publicado el 30 sept. 2024 • Por Claudia Lima
La diabetes y los trastornos del sueño son dos problemas de salud comunes que afectan a millones de personas en todo el mundo. Aunque a menudo se estudian por separado, cada vez son más las investigaciones que demuestran que ambas afecciones están estrechamente relacionadas.
Los diabéticos, sobre todo los de tipo 2, son más propensos a padecer trastornos del sueño como apnea obstructiva del sueño o insomnio. A la inversa, dormir mal puede empeorar el control de la diabetes al alterar los niveles de azúcar en sangre.
¿Cómo afecta la diabetes a los trastornos del sueño? Y a la inversa, ¿cómo afectan los trastornos del sueño a la diabetes? ¿Cuáles son las consecuencias para el organismo?
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¿Qué son la diabetes y los trastornos del sueño?
La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por un exceso de azúcar en la sangre (o hiperglucemia). En España, cerca de 3 millones de personas son diabéticas, de las cuales casi el 96% padece diabetes de tipo 2, según el Ministerio de Sanidad de España.
Según la Sociedad Española de Neurología, los trastornos del sueño como el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de las piernas inquietas afectan a entre el 20% y el 48% de la población adulta en España. Estos trastornos perturban la calidad y la cantidad del sueño, lo que repercute directamente en la salud y la calidad de vida de las personas afectadas.
La diabetes y los trastornos del sueño están estrechamente relacionados. Dormir mal puede alterar la regulación de la glucemia, aumentando el riesgo de diabetes o empeorando la enfermedad en pacientes diabéticos. A la inversa, las variaciones de los niveles de azúcar en sangre asociadas a la diabetes, como la hiperglucemia o la hipoglucemia nocturnas, pueden provocar despertares frecuentes.
¿Cómo afecta la diabetes a los trastornos del sueño?
Las dificultades para conciliar y mantener el sueño son más frecuentes en los pacientes diabéticos. La diabetes, como la mayoría de las enfermedades crónicas, puede provocar cambios en la calidad del sueño. Por ello, se asocia a una mayor frecuencia de trastornos del sueño, en particular insomnio.
Fluctuaciones de los niveles de glucosa en sangre
Las variaciones importantes de los niveles de azúcar en sangre pueden alterar el sueño de los diabéticos.
Cuando se produce una hiperglucemia, el organismo reacciona produciendo grandes cantidades de orina (poliuria), lo que provoca frecuentes despertares nocturnos. Estas interrupciones alteran el ciclo del sueño, privando a los afectados de un descanso reparador.
Por el contrario, la hipoglucemia (descenso excesivo del azúcar en sangre) puede provocar sudores nocturnos, pesadillas y despertares sobresaltados.
Complicaciones asociadas a la diabetes
La diabetes suele ir asociada a complicaciones crónicas que afectan al sueño.
La neuropatía diabética, por ejemplo, provoca dolores nerviosos, sobre todo en las piernas, que pueden dificultar conciliar el sueño o provocar despertares nocturnos. Además, muchas personas con diabetes padecen el síndrome de las piernas inquietas, una afección que provoca una necesidad irresistible de mover las piernas, sobre todo por la noche, lo que perturba aún más el sueño.
La apnea obstructiva del sueño es una comorbilidad frecuente en los diabéticos, sobre todo en los de tipo 2. Este trastorno respiratorio, que se manifiesta con pausas temporales de la respiración durante la noche, se ha correlacionado estrechamente con la resistencia a la insulina, lo que agrava la diabetes.
Problemas de comportamiento causados por la diabetes
Vivir con diabetes puede generar ansiedad, sobre todo por el control de los niveles de azúcar en sangre y el miedo a las complicaciones. Esta ansiedad, que puede incluso desembocar en depresión, suele provocar insomnio y una peor calidad del sueño. Esta espiral emocional dificulta aún más la gestión diaria de la enfermedad.
¿Cómo afectan los trastornos del sueño a la diabetes?
Se sabe que la desregulación del reloj biológico y los trastornos del sueño favorecen la diabetes de tipo 2. Los estudios han demostrado cambios significativos en el metabolismo de la glucosa tras la privación de sueño.
Apnea del sueño y resistencia a la insulina
La apnea del sueño es un factor agravante de la diabetes. Provoca una hipoxia intermitente (falta de oxígeno) que genera estrés oxidativo e inflamación sistémica en el organismo, favoreciendo la resistencia a la insulina. De hecho, los estudios demuestran que las personas con apnea del sueño no tratada tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 o de tener su diabetes mal controlada.
La falta de sueño y el control de la glucemia
La falta de sueño reduce la sensibilidad a la insulina y altera la regulación del azúcar en sangre. Según las investigaciones, dormir menos de 6 horas por noche puede alterar la forma en que el organismo utiliza la insulina, elevando los niveles de azúcar en sangre.
En los no diabéticos, el sueño inadecuado a largo plazo también se asocia a un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Por el contrario, un estudio publicado en 2015 en la revista Diabetes Care muestra que dormir más de ocho horas también puede favorecer el desarrollo de diabetes de tipo 2.
El impacto del sueño en el peso y la diabetes
La privación crónica de sueño altera las hormonas que regulan el hambre, en particular la grelina, que estimula el apetito, y la leptina, que señala la saciedad. Esto conduce a menudo a un consumo excesivo de alimentos, sobre todo hidratos de carbono, y favorece así el aumento de peso, un factor de riesgo clave en el desarrollo de la diabetes de tipo 2. La obesidad agrava aún más los trastornos del sueño, creando un bucle negativo en el que la diabetes, el sueño y el peso se influyen mutuamente.
Diabetes y trastornos del sueño: ¿cómo romper el círculo vicioso?
Cuando los niveles de azúcar en sangre están fuera de control, el sueño se interrumpe, lo que a su vez empeora la regulación del azúcar en sangre. Este mecanismo crea un verdadero círculo vicioso.
Por ejemplo, unos niveles elevados de azúcar en sangre por la noche pueden provocar despertares frecuentes y sueño fragmentado, lo que aumenta el estrés del organismo. Esta falta de sueño reduce la sensibilidad a la insulina y altera aún más el control de la diabetes. Sin intervención, este proceso puede volverse rápidamente difícil de interrumpir, aumentando el riesgo de complicaciones a largo plazo.
Este círculo vicioso tiene importantes repercusiones en la salud general, con consecuencias físicas y mentales a largo plazo. Entre ellas figuran la fatiga crónica, el aumento de peso, un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares y un impacto en la salud mental. La calidad de vida también se ve afectada, lo que provoca dificultades en las relaciones sociales, familiares y profesionales.
Por eso es absolutamente esencial tener en cuenta la interacción entre la diabetes y los trastornos del sueño, para garantizar que las personas afectadas reciban una atención integral y eficaz.
He aquí algunos consejos para romper este ciclo y mejorar el control de la diabetes al tiempo que se favorece un mejor sueño:
- Mejorar la calidad del sueño: establece una rutina regular, crea un entorno tranquilo, oscuro y fresco, y evita las pantallas antes de acostarte,
- Controlar bien la diabetes: vigilar los niveles de azúcar en sangre y seguir una dieta equilibrada rica en fibra y baja en azúcares refinados,
- Mantenerse físicamente activo: hacer ejercicio con regularidad, evitando las actividades extenuantes antes de acostarse,
- Consultar a un profesional sanitario: evaluar los trastornos del sueño y ajustar el tratamiento de la diabetes en función del impacto del sueño,
- Utilizar técnicas de control del estrés: practicar meditación, respiración profunda y yoga para reducir el estrés,
- Revisar la medicación: evaluar los efectos secundarios de la medicación para la diabetes o el sueño,
- Tratar trastornos específicos del sueño: considerar un tratamiento como la CPAP para la apnea del sueño asociada a la diabetes.
¡Recuerda!
La relación entre los distintos tipos de diabetes y los trastornos del sueño es, por tanto, compleja y bidireccional, creando un verdadero círculo vicioso que afecta profundamente a la salud de los pacientes.
Reconocer estos efectos recíprocos permite instaurar el tratamiento adecuado para cada paciente. Mejorar la calidad del sueño puede ayudar a controlar mejor la diabetes y, a la inversa, un buen control de la diabetes puede mejorar la calidad del sueño.
Si eres diabético y padeces trastornos del sueño, se recomienda que consultes a un especialista del sueño como complemento al control diabético.
Fuentes:
Troubles du sommeil et diabète, federationdesdiabetiques.org
Les liens entre le sommeil et le diabète, dinnosante.fr
Troubles du sommeil et diabète de type 2, quels sont les liens, inserm.fr
Sommeil et diabète, institut-sommeil-vigilance.org
Le diabète de type 2 et le manque de sommeil serait-il directement liés, ouest-france.fr
Facteurs de risque de l’apnée du sommeil : le diabète, info-somnolence.fr
Et si le sommeil avait un effet sur le diabète, diabete66.fr
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