Neuropatía diabética: ¡todo lo que debes saber!

Neuropatía diabética: ¿qué es? 

Según el Ministerio de Sanidad, la diabetes sigue aumentando y representa un 8,2% del presupuesto total sanitario. Un 5,2% de la población española están afectadas por la diabetes y se prevé que afecte a más de 783 millones de adultos en todo el mundo de aquí a 2045.

Las complicaciones asociadas a la diabetes son muy frecuentes. Cuando éstas afectan a los nervios, hablamos de neuropatía diabética.

La neuropatía diabética se debe principalmente a la exposición prolongada a altos niveles de glucosa en la sangre, episodios de hiperglucemia prolongada. Estos niveles elevados de azúcar dañan sobre todo los nervios periféricos, perturbando la transmisión de señales entre el cerebro y el resto del organismo, así como el sistema nervioso autónomo, que se encarga del funcionamiento de las vísceras.

Así pues, la neuropatía diabética altera los nervios periféricos. Esta alteración puede ser funcional, con una ralentización de la conducción eléctrica, y/o estructural, destruyendo el nervio. Los nervios periféricos forman parte del sistema nervioso y se encuentran fuera del sistema nervioso central, es decir, fuera del cerebro y la médula espinal.

Esta afección permanece silenciosa durante mucho tiempo y puede provocar situaciones incapacitantes. Afecta a la calidad de vida de los afectados. Por ello, el Ministerio de Sanidad recomienda un cribado universal.

¿Cómo se diagnostica la neuropatía diabética?  

Para diagnosticar la neuropatía diabética, puede bastar con un simple examen clínico por parte del médico tratante. La detección de esta complicación se basa en el interrogatorio, el control de la glucemia, el examen de los pies y los signos funcionales (cardíacos, digestivos, urinarios).

El médico tratante, el diabetólogo o el neurólogo pueden decidir complementar los exámenes médicos con dispositivos para evaluar la sensibilidad, como:

• El electromiograma (EMG), un examen que registra la actividad eléctrica de nervios y músculos, 
• La prueba del monofilamento, que consiste en aplicar una presión constante sobre la piel y luego comparar la sensibilidad de la piel con la normal, 
• Otras pruebas neurológicas clínicas, como la prueba de la aguja para la sensibilidad al dolor, los tubos de agua fría y caliente, etc.

¿Cuáles son los síntomas de la neuropatía diabética? 

Los síntomas de la neuropatía diabética varían en función de los nervios afectados y del paciente.

Estos síntomas pueden incluir:

• Trastornos sensoriales: sensación de hormigueo, quemazón, dolor o entumecimiento en pies y manos. Esta pérdida de sensibilidad puede provocar la aparición de heridas indoloras. En casos graves, estas heridas pueden infectarse y provocar gangrena o incluso la amputación,  
• Hipotensión ortostática (caída de la tensión arterial al levantarse), 
• Aceleración del ritmo cardíaco, 
• Problemas digestivos (diarrea, estreñimiento), 
• Sudoración excesiva o insuficiente, 
• Problemas urinarios (mal control de la vejiga y la micción) o sexuales, 
• Pérdida de reflejos,  
• Sensibilidad alterada al dolor.

Los nervios afectados suelen ser los de las extremidades inferiores. Cuando se ven afectados varios nervios, la enfermedad se denomina polineuritis.

¿Cómo se puede prevenir la neuropatía diabética?

La neuropatía diabética puede afectar tanto a pacientes con diabetes de tipo 1 como de tipo 2, y está asociada a factores de riesgo como la hipercolesterolemia, la obesidad, el tabaquismo y la hipertensión arterial, así como a una mala gestión de la diabetes, que se manifiesta en hiperglucemias repetidas.

Para prevenir la aparición de la neuropatía diabética, es necesario controlar de forma regular y rigurosa los niveles de azúcar en sangre. De hecho, es vital mantener unos niveles correctos de glucosa. Esto puede conseguirse mediante inyecciones de insulina, por supuesto, pero también con una dieta equilibrada, ejercicio regular y tomando la medicación prescrita.

También hay que prestar especial atención a los pies. Esto implica limpieza diaria, inspección de los pies para detectar cualquier signo de infección, pedicura si es necesario y uso de calzado cómodo para evitar lesiones. Se recomienda una revisión anual de los pies por un médico o podólogo.

¿Qué tratamientos existen para la neuropatía diabética?

Es sobre todo siguiendo escrupulosamente tu tratamiento de la diabetes, combinando hábitos alimentarios sanos, medicación y un control regular de los niveles de azúcar en sangre, como podrás limitar al máximo la neuropatía diabética.

El siguiente paso es tratar las distintas dolencias y las posibles heridas. El tratamiento se adaptará al órgano y al tipo de lesión. Por ejemplo, una herida en el pie se tratará con un vendaje especial, los problemas urinarios con fármacos anticolinérgicos (reguladores del sistema autónomo responsable del funcionamiento de las vísceras, el corazón, la vejiga), los problemas de presión cardiaca con antihipertensivos, etc.

A la hora de tratar el dolor propio de la neuropatía, existen varias opciones, como los analgésicos o los anestésicos locales. Si el dolor se vuelve incapacitante en la vida cotidiana, existen varias soluciones, como la neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS).

La fisioterapia puede ayudar a mejorar la fuerza muscular y la coordinación, contribuyendo así a reducir los síntomas de la neuropatía diabética.

¡Recuerda!  

La neuropatía diabética es una complicación grave de la diabetes, y la más frecuente. Pero con un tratamiento adecuado, es posible minimizar sus efectos sobre la calidad de vida de los afectados.

La prevención sigue siendo la clave, con un control riguroso de los niveles de azúcar en sangre y un cuidado adecuado de los pies. La educación del paciente desempeña un papel fundamental en la reducción del impacto de esta complicación de la diabetes.

Si tienes algún síntoma, no dudes en consultar a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.