Liberarse del dolor sin medicamentos: ¡todas las técnicas!

¿Qué es el dolor?

Según la definición oficial de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), "el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o descrita en términos de daño tisular real o potencial".

Existen tres formas de clasificar el dolor:

• Temporal: agudo (esguince) o crónico (lumbalgia), 
• Etiológico: canceroso o no canceroso, 
• Fisiológico: nociceptivo (desencadenado por una agresión al organismo), neuropático (lesión o disfunción del sistema nervioso central o periférico), mixto.

El dolor también tiene un componente emocional. Las respuestas emocionales al dolor pueden variar de una persona a otra y en ellas pueden influir factores como el contexto, las experiencias pasadas y las emociones generales. También hay dolores psicógenos, vinculados a trastornos psicológicos, que provocan una sensación dolorosa, y dolores inexplicados, en los que el origen del dolor, o de la enfermedad asociada, sigue sin explicarse.

Por lo tanto, el dolor implica aspectos físicos, psicológicos y sociales. Puede tratarse de diversas formas, como medicación, terapias físicas, intervenciones psicológicas y otros enfoques en función de la naturaleza y la causa subyacente del dolor.

Medicamentos analgésicos y sus efectos secundarios más frecuentes

En 2021 España llegó a vender aproximadamente 1.033 millones de cajas de analgésicos con cargo al Sistema Nacional de Salud.

Los medicamentos utilizados para aliviar el dolor se dividen en tres categorías:

• No opiáceos, eficaces para el dolor leve a moderado y a veces para el dolor intenso (paracetamol, AINE), 
• Opiáceos, también conocidos como narcóticos (morfina), los analgésicos más potentes, 
• Adyuvantes, fármacos generalmente utilizados para tratar otras afecciones, pero que también pueden aliviar el dolor (imipramina).

Los efectos secundarios más frecuentes de los analgésicos son:

• Problemas que afectan al aparato digestivo, 
• Problemas de sangrado,  
• Problemas cognitivos, 
• Problemas respiratorios, 
• Retención de líquidos o problemas renales,  
• Aumento del riesgo de enfermedades cardíacas y vasculares,  
• Riesgo de abuso o dependencia.

Métodos alternativos para aliviar el dolor

Se utilizan muchos otros métodos para aliviar el dolor, y cada vez se reconoce más su lugar en la estrategia terapéutica. 

Descubre a continuación los otros tipos de tratamiento del dolor que pueden mejorar la calidad de vida.

Apoyo psicológico

Una reunión con un psiquiatra o un psicólogo puede ser una forma útil de comunicar mejor el dolor. Estos especialistas utilizan distintas técnicas para ayudar a los pacientes a gestionar su dolor, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la EMDR.

Manipulación corporal

La fisioterapia es una disciplina paramédica que ayuda a las personas a mantener o recuperar su capacidad de movimiento, relajar y trabajar los músculos y aliviar la tensión muscular.

La osteopatía identifica las tensiones o desequilibrios que causan dolor o molestias y, a continuación, utiliza manipulaciones para ayudar a restablecer el equilibrio.

También hay quiropráctica y varios tipos de masajes (ventosas, reflexología, moxibustión).

Métodos de neuromodulación

La estimulación eléctrica puede cambiar la forma en que los nervios procesan el dolor. Estas técnicas incluyen la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS), la estimulación de la médula espinal, la estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS) y la neuroestimulación periférica.

Termoterapia

Se trata de una técnica que consiste en utilizar la variación de temperatura para aliviar dolores, contracturas, calambres y agujetas. Las compresas calientes pueden ayudar a relajar los músculos tensos, mientras que la crioterapia (aplicación de frío) puede reducir la inflamación.

Actividad física adaptada

El ejercicio regular puede ayudar a reducir el dolor al fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad. Sin embargo, debe consultarse a un profesional sanitario antes de iniciar cualquier nuevo programa deportivo, y la intensidad del ejercicio debe adaptarse al tipo de dolor.

Una dieta antiinflamatoria

Algunos alimentos y suplementos tienen propiedades antiinflamatorias naturales. Dado que el dolor puede estar relacionado con la inflamación del organismo, seguir una dieta antiinflamatoria puede reducir significativamente el dolor.

Gestión del sueño

La falta de sueño contribuirá a intensificar el dolor. Tienes que tomar medidas y seguir una serie de estrategias para gestionar adecuadamente el sueño.

Métodos cuerpo-mente

La hipnosis, la sofrología, la meditación, el yoga, el tai chi, la biorretroalimentación, el pensamiento positivo y muchos otros ayudan a reducir el dolor. Reducen la ansiedad y el estrés y mejoran el bienestar general.

Terapias energéticas

Existe la acupuntura, que consiste en insertar agujas en zonas del cuerpo para producir una sensación de calor y reducir el dolor. También están el toque terapéutico, el reiki, el Qi Gong, etc.

Fitoterapia y aromaterapia

Algunas plantas (gaulteria, hinojo, árnica, CBD) reducen la producción de sustancias relacionadas con la inflamación y, por tanto, con el dolor. Antes de utilizar una planta (tisana, cápsula, aceite esencial), pide consejo a tu farmacéutico sobre la posología y las contraindicaciones.

Intervenciones quirúrgicas

Se trata de interrumpir quirúrgicamente el circuito del dolor. Solo está indicada y la realizan equipos especializados que trabajan en departamentos de neurocirugía.

Existen muchos métodos alternativos para aliviar el dolor, como el ayurveda, la homeopatía, la naturopatía, la medicina tradicional china, la arteterapia, la balneoterapia e incluso la hirudoterapia (sanguijuelas medicinales).

¿Puede haber un equilibrio entre los distintos enfoques del alivio del dolor?

El dolor suele tratarse con una combinación de fármacos y tratamientos no farmacológicos. Además, cada vez más centros asistenciales combinan métodos alternativos con tratamientos convencionales. Estos métodos no sustituyen a los tratamientos convencionales, pero a veces pueden reducir la dosis de analgésicos y/o sus efectos secundarios. Estos métodos tienen efectos beneficiosos sobre el dolor físico, el bienestar mental y la calidad de vida. Deben utilizarse en consulta con su médico, que le remitirá a profesionales especializados y experimentados si es necesario.

Así que hay muchas formas de aliviar el dolor. Lo importante es encontrar la que proporcione el mejor alivio, en función del dolor y de tus deseos.

Para ayudarle a orientarse, existe una serie de centros especializados en el tratamiento del dolor crónico, conocidos como SDC.