La crioterapia en el tratamiento del cáncer

La estrategia terapéutica del tratamiento del cáncer depende del tipo de cáncer y del perfil del paciente. Los objetivos del tratamiento del cáncer son:  

• Curar al paciente o prolongar su vida,  
• Mejorar la calidad de vida del paciente mediante cuidados de apoyo (tratamiento del dolor, seguimiento nutricional, apoyo psicológico y social, ayuda para practicar deportes adecuados y consejos sobre el estilo de vida). 

Entre estos diferentes tipos de tratamiento, se encuentra la crioterapia. Esta técnica es cada vez más importante para el tratamiento de determinados tumores, sobre todo cuando la cirugía no es posible. 

¿Qué es la crioterapia y quién puede utilizarla?  

La crioterapia es un método de tratamiento con frío que se utiliza desde hace siglos. Consiste en aplicar frío en una zona dolorosa del cuerpo o patológica y generar un efecto de vasoconstricción que reduce el dolor y el traumatismo. Hoy en día, es más conocida por su uso en el deporte de alto nivel. 

Existen varias técnicas, locales o globales, utilizadas en fisioterapia, traumatología, dermatología y medicina estética. 

El tratamiento local se realiza con bolsas de hielo, criogeles o criobombas. En dermatología, la crioterapia puede practicarse localmente con un bastoncillo de algodón, empapado en nitrógeno líquido, colocado sobre una afección cutánea. El choque térmico ayuda a quemar la zona.  

El tratamiento global (cuerpo entero) se realiza mediante baños fríos, con inmersión en agua fría, o en una cabina de crioterapia, la CCE (crioterapia de cuerpo entero) donde la temperatura puede descender por debajo de -110°C. En la aplicación global, todo el cuerpo está expuesto al frío, los beneficios de la crioterapia son, aquí, para:  

• Calmar el dolor y la inflamación,  
• Mejorar la función respiratoria,  
• Reforzar el sistema inmunitario,  
• Acelerar la recuperación muscular,  
• Acelerar la curación,  
• Tonificar la piel,  
• Reducir el estrés y los trastornos del sueño. 

El público objetivo que puede beneficiarse de la crioterapia es ahora más amplio. Además de los deportistas, las personas que padecen ciertas patologías crónicas, entre ellas numerosas enfermedades articulares (artrosis, osteoporosis, fibromialgia, fatiga crónica, etc.) pueden disfrutar de los beneficios de este método.  

Sin embargo, existen algunas contraindicaciones. No se recomienda la crioterapia a las personas que sufren hipertensión, enfermedades renales o de la vejiga, síndrome de Raynaud y pacientes con marcapasos.  

En los últimos años, la crioterapia se ha utilizado en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer. Es lo que se conoce como criocirugía.

¿Para qué sirve la crioterapia en el tratamiento del cáncer?  

Según las autoridades, la crioterapia para el cáncer es un tratamiento local que destruye las células cancerosas o las metástasis con frío intenso. Bajo la acción del frío, las células objetivo se rompen y mueren. 

Este método se utiliza en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, como el de hígado, riñón, próstata y pulmón. Puede sustituir o complementar a la cirugía como tratamiento alternativo. Es práctico porque puede tratar:  

• Personas que puedan tener demasiadas contraindicaciones operatorias o anestésicas debido a obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares,  
• Personas con metástasis aisladas, conocidas como pacientes oligometastásicos,  
• Pacientes con cáncer avanzado y el llamado dolor oncológico intratable, en los que la destrucción de parte o la totalidad del tumor mejora la calidad de vida. 

La crioterapia pertenece a la categoría de las radiologías intervencionistas, que permiten la destrucción de determinados tumores guiada por imagen. Se trata de un tratamiento mínimamente invasivo que consiste en la inserción de agujas a través de la piel hasta la zona a tratar, el tumor.  

El médico se guía por una ecografía, un TAC o una resonancia magnética, y las agujas congelan el tumor entre -40° y -60°C. Estas agujas son especiales, al final de cada una, una cámara de descompresión permite la liberación de argón, un gas refrigerante, que bajará la temperatura a -40°C. En el extremo de las agujas se forma una bola de hielo que envuelve el tumor y lo destruye por el frío. El tumor permanece en su lugar, por lo que es necesario realizar controles de imagen periódicos para asegurarse de que no queda ningún resto tumoral viable. 

La crioterapia se realiza bajo anestesia local o general, es un procedimiento corto y sencillo que permite volver rápidamente a casa. 

La crioterapia es uno de los enfoques más prometedores para el tratamiento de determinados tumores cancerosos. Se están realizando estudios clínicos para ampliar las indicaciones de la crioterapia a otros tipos de metástasis y determinados cánceres inoperables.