A fin de reducir el riesgo de cáncer de mama, y de cáncer en general, se aconseja llevar una vida saludable. Así pues, es necesario comer de forma equilibrada, dejar de fumar si fuera el caso, disminuir el consumo de alcohol y practicar ejercicio.
Estos consejos se deben aplicar igualmente y de la forma más estricta posible en el caso de las mujeres con un cáncer de mama, a fin de reducir la progresión del cáncer o evitar las recidivas. Contrariamente a lo que se suele creer, los tratamientos del cáncer de mama no hacen perder peso. Lo habitual es más bien que se ganen algunos quilos. Por lo tanto, es importante vigilar la alimentación.
La mama es un órgano simbólico para la mujer, puesto que está relacionado con la feminidad, la maternidad y la sexualidad. Por este motivo, esta afección provoca un trastorno importante en la vida de una mujer. Con frecuencia la acompañan episodios de depresión, no solo durante el tratamiento sino sobre todo después del mismo. En tal caso, es deseable incorporar el soporte psicológico como parte de la atención que recibe la paciente.
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Última actualización: 2/8/18
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